La nueva película de desastres de Lee Isaac Chung, Twisters, ha capturado la atención del público no solo por sus impresionantes escenas de tormentas, sino también por la química entre sus protagonistas, Glen Powell y Daisy Edgar-Jones. La trama sigue a Kate Carter, una antigua cazadora de tormentas interpretada por Edgar-Jones, que es arrastrada de nuevo a la peligrosa actividad por un viejo amigo y un grupo de nuevos compañeros. La película, producida por Steven Spielberg, evita algunos de los clichés típicos del género romántico, incluyendo la omisión de un esperado beso final entre los protagonistas.
Durante una entrevista con Collider, Powell y Edgar-Jones revelaron que la decisión de eliminar el beso final fue sugerida por Spielberg. Edgar-Jones explicó que este cambio ayudaba a que la película no se sintiera demasiado tópica y dejaba una sensación de continuidad en la historia de los personajes. Powell añadió que el verdadero objetivo de la película era devolver a Kate su pasión por la caza de tormentas, y que un beso hubiera desviado la atención de este tema central.
"Esta película no trata de que ellos encuentren el amor. Se trata de que Kate vuelva a lo que ama, que es perseguir tormentas. Así que eso es lo que tenemos al final de la película. Comparten esa cosa, y su pasión se revigoriza, y su sentido de hogar se revigoriza. Siento que un beso sería poco representativo del objetivo correcto al final de la película. y es una buena apreciación de Spielberg. Es por eso que esa chica todavía está en este juego. Es increíble", explicó Powell.
Grabaron el beso pero no gustó en los pases de prueba
A pesar de la omisión de este momento romántico, la relación entre los personajes de Kate y Tyler (Powell) es un hilo conductor significativo en Twisters. La película utiliza su conexión para reflejar la narrativa emocional y profesional de ambos, mostrando cómo comparten una pasión intensa por la caza de tormentas. El director también comentó que probaron la escena del beso en los pases de prueba, pero la respuesta del público estuvo dividida. Finalmente, se optó por una versión que evitara el beso, enfatizando la revitalización de la pasión de Kate por su trabajo y su sentido de pertenencia. Esta elección ha sido bien recibida por muchos, aunque algunos fans han expresado su deseo de ver el "kiss cut" que se ha filtrado en internet.
Lo cierto es que Twisters ha tenido un buen desempeño en taquilla, recaudando 123 millones de dólares en su primer fin de semana y recibiendo críticas generalmente positivas. La película, una secuela independiente del clásico de 1996 Twister, logra combinar elementos de acción, drama y romance de manera innovadora, evitando caer en los convencionalismos del género. La intervención de Spielberg en el proceso creativo ha sido clave para darle a este filme una identidad única.