China ha decidido tomar medidas preventivas para anticiparse a posibles conflictos internacionales que podrían afectar su economía, incluyendo una posible guerra comercial, de divisas, o incluso un conflicto militar, aunque este último es menos probable. Estas precauciones responden a la necesidad de proteger los mercados internos y asegurar la estabilidad económica ante posibles tensiones globales.
China está comprando a mansalva
Una de las estrategias adoptadas por China es la acumulación de grandes cantidades de materias primas. Según El Economista, inversores y comerciantes internacionales han observado un aumento significativo en las actividades chinas relacionadas con la compra de oro, plata, cobre y petróleo.
Este movimiento sugiere que China busca fortalecer su posición económica y reducir la dependencia de recursos extranjeros, asegurando una reserva suficiente en caso de crisis.
Esta medida podría estar influenciada por las sanciones y bloqueos occidentales que han afectado gravemente a Rusia tras la invasión de Ucrania. Pekín parece estar tomando nota de las consecuencias sufridas por Rusia y está decidida a evitar una situación similar. Al acumular reservas estratégicas de materias primas, China se prepara para mitigar los efectos de posibles sanciones o interrupciones en el comercio internacional.
La acumulación de recursos es de primero de Guerra Mundial
En un contexto de posibles crisis geopolíticas, militares o económicas, la acumulación de recursos por parte de China es una respuesta lógica para asegurar su resiliencia ante los impactos globales. Esta estrategia no solo protege la economía china, sino que también envía un mensaje de preparación y autodefensa ante posibles presiones externas, lo que podría disuadir a otros países de intentar sanciones severas o bloqueos comerciales.
Michael Studeman, exjefe de la Oficina de Inteligencia Naval de EE. UU., ha señalado que Xi Jinping parece haber estudiado cuidadosamente el programa de sanciones aplicado por Occidente contra Rusia y está implementando medidas protectoras a largo plazo. Según Studeman, estas acciones buscan proteger la economía china y resistir presiones similares en el futuro, destacando la previsión y planificación estratégica de China para mantener su estabilidad económica en un entorno global incierto.