Los escépticos han cuestionado durante mucho tiempo por qué los OVNIS, si realmente son naves extraterrestres, visitarían la Tierra con tanta frecuencia. Sin embargo, dos científicos de Harvard proponen una teoría tan interesante como perturbadora: estos seres podrían haber estado aquí todo el tiempo. En un nuevo artículo de investigación, estiman que hay una posibilidad de una en diez de que la verdadera solución al misterio de los OVNIs sea "cripto-terrestre", lo que significa que pertenecen a una especie avanzada que se oculta en la Tierra.
A primera vista, esta idea puede parecer poco probable, pero muchos observadores creen que es al menos concebible. Los científicos argumentan que grandes extensiones de nuestro planeta permanecen prácticamente inexploradas y sin cartografiar. Con el 80% de nuestros océanos sin mapear y revelando misterios antiguos como Yonaguni Jima, la "Atlántida japonesa", sin mencionar las cuevas inexploradas y el lado oscuro de la luna, hay mucho espacio para una civilización oculta.
La Atlántida Japonesa
Los investigadores citan, como ejemplo de una posible especie avanzada oculta, una estructura de piedra sumergida descubierta por un buzo en la costa de Yonaguni Jima en Japón. Algunos geólogos marinos argumentan que podría ser los restos de una "Atlántida japonesa", lo que sugiere la existencia de civilizaciones antiguas avanzadas que podrían seguir existiendo en secreto. Este hallazgo es solo uno de los muchos que apoyan la teoría de que podría haber especies inteligentes ocultas en nuestro planeta.
OVNIS provenientes del centro de la Tierra
Otra área de interés es el volcán Popocatépetl en México, donde los avistamientos de OVNIS han alimentado especulaciones sobre una base subterránea oculta. Fotografías recientes tomadas por Luis Guerra, un residente de Atlixco, muestran un aparente OVNI sobre el volcán, lo que refuerza la teoría de que estos objetos podrían provenir de una base oculta bajo tierra. Estas regiones no solo son interesantes por sus fenómenos anómalos, sino también por su potencial para albergar civilizaciones avanzadas ocultas.
"Por ejemplo, recientemente se descubrió que la zona de transición del manto (entre 400 y 670 kilómetros bajo tierra) actúa como una gran reserva de agua", afirman en el estudio. Especularon que es muy posible que cientos de kilómetros por debajo de la humanidad "otra especie de homínido, o incluso una rama del Homo sapiens, pudiera haberse adaptado a vivir bajo tierra", aunque probablemente apenas se parecería a nosotros.
Podrían vivir en Alaska
En su artículo, que se publicará en la revista Philosophy and Cosmology, los investigadores también mencionan otros lugares de la Tierra y cerca de nuestro planeta como candidatos viables para investigar la posibilidad de una especie cripto-terrestre. Uno de estos lugares es el "Triángulo de Alaska", una área remota y escasamente poblada entre las ciudades de Anchorage, Juneau y Utqiagvik, conocida por ser un "punto caliente" para avistamientos de OVNIs y otras anomalías. Desde la década de 1970, este triángulo ha sido el escenario de más de 20.000 desapariciones inexplicables, además de numerosos avistamientos de OVNIs.
Igual se ocultan en el lado oscuro de la Luna
Además, los investigadores sugieren que podría haber bases a largo plazo en trincheras oceánicas profundas o en el lado oscuro de la luna, construidas por una raza terrestre avanzada antigua o por nuestros cohabitantes extraterrestres de largo plazo. Aunque los investigadores de la misión de cartografía lunar LROC de la NASA han desacreditado la teoría de que una imagen lunar capturó una "base alienígena" de 5.6 km, gran parte del lado oscuro de la luna sigue inexplorado y podría albergar tales descubrimientos.
Viajeros del tiempo
Uno de los coautores del estudio, Michael Masters, profesor de antropología biológica en la Universidad Tecnológica de Montana, incluso ha argumentado previamente que los seres que pilotan los OVNIS podrían ser "extratemporales" o viajeros en el tiempo. Según Masters, el fenómeno podría ser nuestros propios descendientes distantes regresando en el tiempo para estudiarnos en su propio pasado evolutivo. Esta teoría, junto con la colaboración de otros científicos como Tim Lomas y Brendan Case, pretende abrir un nuevo diálogo y superar el estigma que rodea al estudio de estos objetos volantes no identificados, promoviendo una discusión más científica y menos sesgada sobre el tema.