Casino Royale cambió para siempre el universo del agente 007. La irrupción de Daniel Craig en la saga de acción de James Bond rompió con los mitos, enarboló otros y transformó la licencia cinematográfica a los nuevos tiempos. En una de las secuencias más icónicas de aquel film de 2006, Mads Mikkelsen, que interpretaba al villano Le Chiffre, torturaba al espía de las más variadas maneras para hacerlo hablar. Le escena se convirtió en un momento memorable, pero lo cierto es que ambos actores intentaron hacerla aún mejor, más loca y fuerte de lo que se vio en pantalla, pero el director Martin Campbell puso pie en pared para evitar males mayores con la productora (vía Vulture).
Mads Mikkelsen quería ir más allá, pero Campbell los frenó
El danés, que está en plena carrera de premios por su papel en Otra ronda, ha confirmado que estuvieron inmersos en una constante tormenta de ideas de cara a construir una secuencia memorable y entretenida para el espectador. Craig y él llegaron incluso a traspasar ciertas líneas que el director no vio con buenos ojos.
"Hubo algunas ocasiones en las que Daniel Craig y yo fuimos quizás demasiado lejos hablando sobre lo que se podría hacer con la escena. Era una escena en la que yo lo torturaba y él estaba completamente desnudo en la silla, lo que era bastante radical ya de por sí. Nunca habíamos visto a Bond desnudo, tampoco lo habíamos visto tan frágil, y después estaba el sufrimiento con la cuerda", recuerda Mikkelsen.
"En aquel momento estábamos discutiendo sobre cómo aproximarnos a la escena. Y la verdad, fuimos muy lejos con algo que ya era de por sí realmente brutal y loco... Es decir, llegamos al punto de que Le Chiffre hacía un corte a Bond en algún sitio, y este tenía que sufrirlo durante un tiempo", admite el protagonista de la nueva entrega de James Bond. Pero al ver que la cosa se iba de madre, Martin Campbell, que vio cómo ambos se entregaban en hacer una secuencia extremadamente violenta, decidió poner pie en pared a los dos actores, que incluso recreaban sus ideas interpretando a sus respectivos papeles. "En determinado momento, Martin Campbell se estaba riendo y dijo: 'Chicos, volved a la mesa. Esta es una película de Bond. No podemos hacer eso'", recuerda Mikkelsen.
El actor y Craig, afirma el danés, estaban obsesionados con la secuencia, pero siempre desde la perspectiva del cine independiente, lugar del que ambos procedían y en el que se habían forjado como actores. Claro está, por otra parte, que las reglas de una saga cinematográfica como James Bond no se puede atener a esos designios y hay que jugar con los perfiles y características de Hollywood para este tipo de producciones globales que deben triunfar en taquilla y llegar a un amplio número de espectadores. Mads Mikkelsen saltó al cine comercial gracias a su rol como villano, y el propio actor reconoce que lo pasó muy bien y que le abrió cientos de puertas. "Algunas cosas eran interesantes. Y en otras... Sentí que podías perder totalmente tu confianza como actor", recuerda.