Los seguidores de Quentin Tarantino llevan tiempo con la mosca detrás de la oreja. El director prometió despedirse tras dirigir diez películas, y la novena, Érase una vez en Hollywood, dejó claro que no escatimaría esfuerzos para cerrar su filmografía -de la que eligió sus películas preferidas- con la perfección que tanto persigue.
El problema surgió cuando la anunciada décima entrega, The Movie Critic, parecía destinada a ser su gran adiós y, sin embargo, nunca vio la luz. Incluso se llegó a fichar a Brad Pitt como protagonista y a arrancar la preproducción, solo para que Tarantino diera marcha atrás sin mayores explicaciones hasta ahora.
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La cancelación de The Movie Critic se complicó aún más con la noticia de que Netflix produciría una secuela de Érase una vez en Hollywood, dirigida no por Tarantino, sino por David Fincher, basada en un guion del propio Tarantino centrado en Cliff Booth, el personaje de Pitt. Esto alimentó rumores de que la décima película había sido transformada en una especie de secuela espiritual, pero el cineasta ha aclarado todos los detalles en The Church of Tarantino, su podcast dedicado a la mitología de su cine.
Según Tarantino, el motivo principal de descartar The Movie Critic fue evitar repetir escenarios y sensaciones. "En Érase una vez en Hollywood nos propusimos recrear Los Ángeles de 1969 sin un solo fotograma generado por ordenador. Era un desafío enorme. En The Movie Critic, ya sabía cómo trasladar la ciudad a otra época y, honestamente, se parecía demasiado", explicó el autor.
Originalmente, la historia de The Movie Critic se desarrollaba en 1977 y había empezado como una serie de ocho capítulos que Tarantino quiso ensamblar en largometraje. Aunque independiente de Hollywood, admitió que podía leerse como una secuela espiritual. La película giraba en torno a un crítico de cine y, aunque el proyecto le entusiasmaba, el director se enfrentó a un reto que no convenció del todo. "¿Quién quiere ver una película sobre alguien que ve películas? Era la prueba. Si podía hacerla interesante, eso sería un logro. Y creo que lo logré… pero no era suficiente", concluía.
Al final, Tarantino decidió priorizar lo que realmente le apasionaba: la historia de Cliff Booth. Esa historia será ahora adaptada por David Fincher para Netflix, un movimiento que el propio Tarantino respalda. "Creo que Fincher y yo somos de los mejores directores de nuestra generación. Que él quiera llevar mi guion a la pantalla demuestra el nivel de seriedad que merece la historia", concluyó.