Wall Street acaba de vivir una de las sesiones más tensas del año. Las acciones de NVIDIA se desplomaron un 3% este pasado miércoles a pesar de haber presentado unos resultados excelentes con un crecimiento del 62% en sus ventas. Y, sin embargo, los inversores no están celebrando sino vendiendo. El motivo es simple pero aterrador para cualquiera que trabaje en tecnología o tenga dinero invertido en ella. El mercado cree que las empresas están gastando miles de millones en inteligencia artificial sin tener ni idea de si alguna vez ganarán dinero con eso.
Sundar Pichai, el jefe de Google, no se quedó callado ante el pánico colectivo. En una entrevista a la BBC, soltó una bomba que ha dejado a todos helados. "Si esto es una burbuja y explota, todas las empresas van a sufrir las consecuencias. Incluida Google", admitió sin rodeos el responsable de una de las compañías más ricas del planeta. Sus palabras aterrizan justo después de que su empresa anunciara inversiones de más de 100.000 millones de dólares en infraestructura de IA para los próximos años. Pichai dejó claro que Google no va a parar de invertir, pero reconoció que el riesgo existe y es real.
Jensen Huang, el jefe de NVIDIA, salió al paso con una estrategia diferente. Rechazó de plano la idea de que esto sea una burbuja y pidió a todo el mundo que se calme de una vez. "Lo que vemos es algo completamente distinto a una burbuja", declaró Huang en una conferencia con inversores que siguen nerviosos. Según su versión, la IA ya está generando dinero real en sectores como la publicidad online, los sistemas de recomendación y la automatización industrial. No es humo, asegura NVIDIA. Es un negocio que funciona ahora mismo y seguirá creciendo durante años.
Nadie sabe si las empresas ganarán dinero con la IA antes de quebrar
El problema es que los números no cuadran para muchos analistas. Microsoft ha gastado más de 13.000 millones en OpenAI, Google ha invertido otros 100.000 millones en sus propios chips y data centers, Amazon metió 8.000 millones en Anthropic… Todas estas empresas están apostando el futuro entero de sus compañías a que la IA les devolverá esa inversión multiplicada. Pero nadie puede garantizarlo. Los mercados están en máxima alerta porque las empresas están gastando dinero a una velocidad que nunca se había visto antes en la historia de la tecnología.
Lo que más asusta a los trabajadores y pequeños inversores es lo que podría pasar si todo explota. Pichai fue honesto cuando admitió que ninguna empresa tecnológica saldría ilesa de una explosión de la burbuja. Hablamos de despidos masivos, proyectos cancelados, startups cerrando de un día para otro y miles de millones evaporándose en bolsa. Google, Microsoft, NVIDIA, Meta, Amazon, todas caerían. Los empleados perderían sus trabajos, los pequeños accionistas verían sus ahorros desaparecer y la industria tecnológica entraría en una crisis sin precedentes. Por ahora, el jefe de NVIDIA insiste en que todo está bajo control, pero los mercados siguen vendiendo sus acciones cada vez que hay malas noticias sobre IA.