Las casas prefabricadas han dejado de ser vistas como una alternativa de emergencia para consolidarse como una opción real y deseada en España. El modelo Boston de Pineca es uno de los que más está dando que hablar: combina dos baños completos, un salón de 30 metros cuadrados, cocina abierta y un porche frontal de madera natural, lo que lo convierte en una vivienda espaciosa y cómoda, capaz de competir con muchas casas tradicionales.
En un momento en que los costes de construcción y los plazos de obra se disparan, este tipo de viviendas modulares ofrecen una respuesta ágil y económica. Su éxito se concentra sobre todo en zonas rurales y turísticas, donde el terreno es más accesible y las licencias urbanísticas son menos restrictivas. De hecho, en redes sociales este modelo se ha vuelto viral por su diseño moderno y su precio competitivo.
Montaje rápido y eficiencia
La rapidez de montaje es otro de sus puntos fuertes: se construye en pocas semanas gracias a una estructura metálica y paneles técnicos que garantizan un alto aislamiento térmico y acústico. Además, se pueden integrar sistemas de eficiencia energética como paneles solares o aerotermia, lo que responde a la creciente demanda de viviendas sostenibles.
Diseño y distribución
En cuanto al diseño, el modelo Boston apuesta por la sencillez moderna: tonos neutros, grandes ventanales y una distribución práctica que busca la funcionalidad sin renunciar a la estética. La casa cuenta con seis estancias en total, lo que la hace más grande que muchas de las prefabricadas de su segmento, y el porche en madera natural se suma como un espacio extra de convivencia al aire libre.
El precio parte de 38.000 euros, aunque no incluye el terreno ni posibles personalizaciones. Aun así, la diferencia con una vivienda convencional es abismal: quienes consigan una parcela económica pueden tener una casa completa y lista para habitar en una fracción del tiempo y del coste de una obra tradicional.