Un hallazgo presentado durante el congreso Cosmic Summit ha reavivado uno de los grandes enigmas de la Antigüedad: la ubicación de la Atlántida. El arqueólogo irlandés Michael Donnellan asegura haber identificado en la costa cercana a Cádiz los restos de lo que sería la mítica ciudad descrita por Platón.
Tras ocho años de investigaciones submarinas, Donnellan sostiene que ha encontrado estructuras que coinciden en forma y dimensiones con las que el filósofo griego detalló hace más de 2.000 años.
Unas ruinas submarinas esconden la clave
La clave de este descubrimiento, según Donnellan, reside en un conjunto de tres murallas concéntricas sumergidas, detectadas gracias al uso de tecnologías avanzadas como sonar multihaz y escáneres LiDAR. Las imágenes, presentadas en un documental durante el congreso celebrado en Carolina del Norte, muestran ángulos rectos y bloques pétreos perfectamente cortados. En el centro, una estructura rectangular —que el arqueólogo identifica como el posible templo de Poseidón— refuerza su teoría de que se trataría de una ciudad artificial de gran escala, destruida por una catástrofe repentina.
Donnellan sitúa la desaparición de este enclave hace unos 11.600 años, un dato que coincide con el relato platónico sobre una civilización avanzada aniquilada en un solo día por fuerzas naturales. Según sus declaraciones, la violencia del evento habría desplazado enormes bloques de piedra y colapsado los muros. Aunque su equipo solo ha explorado un 25 % del área, los indicios obtenidos le llevan a afirmar que podrían estar ante "la mayor revisión de la historia antigua del Mediterráneo".
Ha generado una ola de excepticismo
Sin embargo, el anuncio ha generado escepticismo entre expertos en arqueología marina y clásicos. La mayoría recuerda que la Atlántida es ampliamente considerada un mito fundacional —una alegoría política y moral creada por Platón— más que un relato histórico literal. La ausencia de dataciones estratigráficas, estudios geológicos independientes o validación académica rigurosa hace que, de momento, la comunidad científica reciba estos hallazgos con cautela.
A pesar de ello, el hallazgo ha reavivado el interés por el mito atlante y su posible conexión con la geografía andaluza. No es la primera vez que se intenta vincular el entorno de Doñana y la desembocadura del Guadalquivir con la Atlántida: ya en 2011, un equipo internacional liderado por Richard Freund propuso esa misma localización. Ahora, Donnellan aporta nuevas imágenes, más tecnología y un renovado entusiasmo por uno de los misterios más antiguos —y persistentes— de la humanidad.