El remake de Los inmortales avanza a toda velocidad y el proyecto parece tomar forma tras años de problemas y retrasos. Henry Cavill, el antiguo Superman, asumirá el papel de Connor MacLeod; Dave Bautista se pondrá en la piel del villano Kurgan; Russell Crowe sustituirá a Sean Connery como el mentor Ramirez; y Karen Gillan ha sido anunciada recientemente como Heather, el interés amoroso y esposa del protagonista.
Sin duda, se trata de un reparto de lujo. Además, la película está dirigida por Chad Stahelski, el mismo que transformó la saga John Wick en un referente del cine de acción moderno. Sobre el papel, todo indica que la película está en buenas manos en cuanto a secuencias espectaculares. Pero hay un problema que el remake de Los inmortales jamás podrá resolver: por mucho talento reunido, no podrá alcanzar la magia y singularidad del original de 1986.
El remake de 'Los inmortales' con Henry Cavill arranca entre polémicas y se enfrenta a su primer gran escollo
Com indican desde GiantFreakinRobot no se trata de atacar al remake, sino de reconocer una verdad irrefutable en el Séptimo Arte: ninguna versión nueva podrá igualar la obra maestra de Russell Mulcahy. Los inmortales presentó un concepto fantástico fresco y rompedor: guerreros inmortales que luchan a lo largo de la historia hasta que solo quede uno. Una epopeya que cruzaba épocas y que, en su momento, no se parecía a nada que el cine ofreciera.
Con los años, la película ha ganado fuerza y prestigio. Mulcahy aplicó al film una energía propia de los videoclips de la época, con transiciones audaces y movimientos de cámara que intensificaban tanto la narrativa como la acción. Christopher Lambert desplegó un aura única como MacLeod, Sean Connery aportó un carisma insuperable como Ramirez y Clancy Brown dejó al Kurgan como uno de los villanos más memorables de los 80. Un reparto y unos personajes que siguen siendo icónicos más de cuarenta años después.
Hollywood espera que el remake sea un paso adelante en la saga y que ofrezca la posibilidad de presentar otra buena película de Los inmortales de cara a asentar la licencia. Pero, por mucho que Stahelski juegue con acción y fantasía, la película estará lastrada por el peso de lo inevitablemente previsible. Nunca alcanzará la imaginación palpable que Mulcahy imprimió al original y, a no ser que la historia tire por otros derroteros, parece que la estructura será muy similar.
Cinematográficamente, el remake se enfrenta a un techo creativo ineludible. Con el talento que posee, podría acercarse a ese límite, pero nunca podrá igualar al film que lo inició todo. Entraré a verla con toda la esperanza y positividad posible, pero, por muy buena que sea, el remake de Los inmortales nunca será Los inmortales. ¿Tendrá suerte esta vez Henry Cavill?