OpenAI ha hecho oficial su nuevo movimiento estratégico: ChatGPT Atlas, un navegador web que integra de forma nativa al popular chatbot de inteligencia artificial. La compañía de Sam Altman no solo busca desafiar a los gigantes clásicos como Google Chrome o Safari, sino también abrir un nuevo frente contra los navegadores especializados en IA, como Comet, de Perplexity.
Atlas no es un navegador al uso. Su mayor atractivo radica en que ChatGPT está presente en todo momento, listo para responder, analizar o ejecutar acciones mientras navegas. Desde su pantalla principal, el usuario puede conversar directamente con el asistente, hacer preguntas sobre lo que ve o incluso pedirle que realice tareas concretas.
La amenaza toma forma: ChatGPT Atlas llega con fuerza y pone en jaque a los 180 millones de usuarios de Chrome
La interfaz mantiene la estructura familiar de cualquier navegador: pestañas, historial, marcadores y navegación simultánea por distintas webs. Pero la diferencia es evidente desde el primer clic. Al abrir una página, Atlas divide la pantalla: la web ocupa la parte principal, mientras que en el margen derecho aparece ChatGPT, listo para ofrecer contexto, explicar conceptos, ampliar información o realizar búsquedas relacionadas sin abandonar la vista actual.
Uno de los elementos más llamativos es su memoria persistente, una característica que convierte la experiencia en algo orgánico. Atlas recuerda qué sitios has visitado y cómo has interactuado, lo que le permite adaptar sus respuestas a tus hábitos. Si la semana pasada buscaste destinos vacacionales, bastará con decirle: "Muéstrame las páginas de viajes que vimos" para que las recupere sin esfuerzo.
Además, incorpora un modo agente, pensado para ejecutar acciones por ti. Si entras en una web de recetas, puedes pedirle que elabore la lista de ingredientes, que calcule proporciones o que prepare un pedido en Instacart. En esencia, Atlas deja de ser un simple navegador para convertirse en un asistente operativo dentro de Internet.
OpenAI ha lanzado inicialmente ChatGPT Atlas para macOS, aunque planea extenderlo pronto a otras plataformas. El navegador incluye funciones de privacidad avanzadas, como un modo incógnito, control sobre qué información puede leer la IA y opciones para borrar el historial en cualquier momento.
Atlas combina en un solo entorno tecnologías que OpenAI llevaba tiempo perfeccionando, como ChatGPT Search, encargado de las búsquedas web, y Operator, su sistema de ejecución automática de tareas. El resultado es una experiencia fluida y adaptativa que podría reconfigurar el modo en que entendemos la navegación online. ChatGPT Atlas no solo promete competir con Google Chrome. Si cumple lo que promete, podría cambiar para siempre la forma en la que exploramos Internet.
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