Tras 15 años encarnando al icónico espía James Bond, Daniel Craig ha iniciado una nueva etapa en su carrera artística que le ha permitido explorar personajes más complejos y desafiantes. Uno de los papeles más destacados es el de William Lee en Queer, la adaptación de la novela semiautobiográfica de William S. Burroughs dirigida por Luca Guadagnino.
La carga de ser Bond: un papel transformador pero exigente
Este rol, que explora la vida de un expatriado gay en el México de los años 50, habría sido impensable para Craig durante su etapa como el agente 007, según confesó el actor en una reciente entrevista con The Times. El actor reveló que interpretar a Bond no solo limitaba sus elecciones artísticas, sino que también le suponía un enorme desgaste emocional. "Al final de cada película necesitaba seis meses para recuperarme. Estaba agotado", compartió el actor, subrayando cómo el compromiso con el personaje le obligaba a poner su vida personal en segundo plano. Este sacrificio fue necesario para mantener la esencia de Bond y evitar debates innecesarios sobre su rango interpretativo o la representación de la masculinidad en el personaje.
El desafío de interpretar a William Lee en 'Queer'
En Queer, que llegará a España el 1 de enero de 2025, Craig interpreta a un hombre atormentado por su adicción a la heroína y su amor no correspondido hacia un joven estudiante. Este papel representa un cambio radical respecto a los roles más tradicionales que asumió durante su etapa como Bond. Según explicó, "no podía haber hecho esto mientras hacía de Bond; parecería reaccionario, como si estuviera intentando demostrar algo". Ahora, libre de las expectativas que conlleva ser un ícono del cine de acción, Craig ha encontrado un espacio para explorar personajes más introspectivos y vulnerables.
Un cambio en la representación de la masculinidad
La elección de Craig para Queer también pone de relieve el debate en torno a la representación de la masculinidad en el cine. Durante sus años como Bond, el actor enfrentó constantes preguntas sobre cómo podía evolucionar el personaje en términos de género y orientación sexual, algo que considera una distracción. "No era una conversación que quisiera tener. La vida es demasiado corta", afirmó. Sin embargo, su participación en proyectos como Queer demuestra su disposición a contribuir a una narrativa más diversa y matizada en la pantalla.
Mientras Craig recibe elogios por su actuación en Queer, el mundo del cine sigue pendiente de quién será su sucesor como James Bond. Los productores han indicado que el próximo 007 será un actor en sus 30 años, dejando abierta la posibilidad de mayor diversidad en el casting. "Cada nuevo Bond aporta algo diferente", dijo Michael G. Wilson, co-productor de la franquicia. Para Craig, este cambio marca un nuevo capítulo tanto para el espía más famoso del cine como para su propia trayectoria profesional, ahora libre de los límites que implicaba portar la licencia para matar.