Lo que comenzó como una ruta cotidiana entre Lisboa y las Azores se transformó en una odisea digna de Hollywood cuando 132 hámsteres se salieron de sus jaulas durante el vuelo. No solo generaron miedo entre la tripulación los pequeños pasajeros clandestinos, sino que también comprometieron la seguridad del Airbus A320 al masticar cables eléctricos esenciales, lo que forzó al piloto a efectuar un aterrizaje de emergencia en Ponta Delgada. ¿El desenlace? Cinco días de indagación y una historia que actualmente es el alimento predilecto de internet.
Un escape de película
Las jaulas, en mal estado y previamente rechazadas en otro vuelo, no resistieron el bullicio de los pequeños roedores, permitiéndoles infiltrarse en cada rincón de la bodega. En tierra, los trabajadores del aeropuerto se encontraron con un panorama surrealista: hámsteres correteando por los pasillos, escondidos en compartimentos y, según se reporta, mordisqueando lo que encontraban. Hasta el momento, se han capturado 116 de los fugitivos, pero 16 permanecen en paradero desconocido. Mientras tanto, la aeronave quedó inmovilizada para reparaciones y un meticuloso chequeo de daños.
El incidente ha desatado una tormenta en redes sociales, con memes que van desde "¿Era este el vuelo directo a Hamsterdam?" hasta carteles ficticios de películas protagonizadas por los "roedores rebeldes". Aunque TAP Air Portugal aún no ha emitido un comunicado oficial, el caso ha suscitado preguntas serias sobre la gestión de envíos de animales en vuelos comerciales. Algunos usuarios han cuestionado cómo algo tan aparentemente trivial pudo convertirse en un riesgo tan significativo para la seguridad aérea.
Los expertos ya han señalado la necesidad urgente de reforzar los estándares de transporte de animales. Aunque los hámsteres pueden parecer inofensivos, este incidente demostró cómo su comportamiento natural, como roer cables, puede generar fallos críticos en un sistema tan delicado como el de un avión. Las bromas en redes no opacan la gravedad de los daños sufridos por el Airbus, cuyo costo de reparación aún está por determinarse.