El calentamiento global podría estar ya fuera de control y el remedio para detenerlo, o paliarlo, debería aplicarse pronto o las consecuencias podrían ser terribles. Los expertos están en alerta máxima debido a que el glaciar del 'día del Juicio Final' se está derritiendo a un ritmo demasiado rápido y eso es extremadamente preocupante: su desaparición puede acarrear consecuencias extremadamente graves para el planeta.
El glaciar del 'día del Juicio Final' se está derritiendo demasiado deprisa y los expertos advierten sobre sus peligros
El nombre oficial de este glaciar es Thwaites, pero obtiene esa coletilla de 'Juicio Final' porque realmente es muy importante para mantener la estabilidad del planeta, y su desaparición podría generar problemas preocupantes en el nivel del mar, lo que llevaría a inundaciones e inestabilidad. Esta enorme masa de hielo que se compone de un total de 128 kilómetros (casi nada) se encuentra en la Antártida occidental. Se trata del glaciar más grande del mundo que podría elevar los océanos hasta 3,3 metros. Los glaciólogos confirman que esta estructura mastodóntica se está perdiendo a un ritmo demasiado acelerado, derrochando hasta 50 mil millones de toneladas de hielo al año. Eso ya supone, como señalan desde 20 minutos, un ascenso del 4% del nivel del mar de la Tierra: "No parece mucho, pero si piensas en la cantidad de agua oceánica que tenemos en el mundo, es un volumen enorme", señala Christine Dow, profesora adjunta de glaciología en la Universidad de Waterloo.
Dow es una de las responsables del estudio que está ahondando en esta constante bajada del glaciar mencionado: "Esperábamos que se necesitaran entre cien y quinientos años para perder ese hielo. Una gran preocupación en este momento es si sucede mucho más rápido que eso", comentaba. Este glaciar es clave para el ecosistema antártico y su desaparición arrancaría una cadena de catástrofes que podrían poner vidas en peligro. El Thwaites es una especie de matriz para el resto de masas de hielo antárticas, por lo que su preservación es prioritaria para conservar el nivel del mar y para que el hielo de la propia Antártida mantenga su estabilidad.