El mundo del cine ha perdido a una de sus grandes leyendas con la muerte de Dame Maggie Smith, a los 89 años, tal y como ha confirmado la BBC. La actriz, conocida por sus icónicos papeles en Harry Potter y Downton Abbey, falleció en el Chelsea and Westminster Hospital, rodeada de sus seres queridos. Sus hijos, Toby Stephens y Chris Larkin, confirmaron la triste noticia, expresando gratitud hacia el personal médico que la cuidó en sus últimos días. Con una carrera que abarcó más de 60 años, dejó un legado insuperable en cine, teatro y televisión.
Ganó dos premios Óscar
Desde su debut en el teatro en los años 50, Smith conquistó a la audiencia con su talento único, ganando múltiples premios, incluyendo dos Óscars.
Fue parte de producciones emblemáticas como El jardín secreto, Sister Act, y su inolvidable papel como la profesora Minerva McGonagall en la saga Harry Potter, que la convirtió en un rostro querido por generaciones más jóvenes. Su versatilidad, desde el drama hasta la comedia, la consolidó como una de las mejores actrices de su tiempo.
Comenzó haciendo teatro en los años 60
El recorrido de Maggie Smith por los escenarios londinenses fue igualmente brillante. En los años 60, Lord Laurence Olivier la invitó a unirse a su compañía en el National Theatre, donde brilló en obras de Shakespeare y clásicos del teatro. Sin embargo, su relación con Olivier fue complicada, marcada tanto por respeto mutuo como por tensiones profesionales que llevaron a momentos difíciles en sus colaboraciones.
Más allá de sus grandes logros profesionales, era reconocida por su aguda inteligencia y humor. Su capacidad para aportar ironía a sus personajes, como lo hizo en Downton Abbey, la convirtió en un ícono cultural que trascendió generaciones. Su interpretación de la Condesa Viuda de Grantham le valió numerosos premios y el cariño de un público que siempre recordará su ingenio mordaz. Incluso a pesar del éxito de Downton Abbey, confesó no haber visto nunca un episodio completo de la serie.