Vicio es uno de esos fenómenos empresariales que parecen imposibles hasta que suceden en España. En apenas unos años, la marca creada por Oriol de Pablo y Aleix Puig -ganador de MasterChef 7- ha pasado de ser un experimento durante la pandemia a convertirse en el segundo negocio de restauración que más rápido ha crecido en la historia de nuestro país.
Hoy cuenta con más de 30 locales, factura 55 millones de euros al año y vende una hamburguesa cada tres segundos. "El único que ha crecido más rápido ha sido Popeye’s, y ya venían con 1500 tiendas. Nosotros partimos de cero", explica De Pablo.
Oriol de Pablo, fundador de una de las hamburgueserías más virales de España: "Vendemos una cada tres segundos"
La historia de Vicio no se construye sobre una gran inversión inicial ni sobre la experiencia de un grupo de restauradores consolidados. Todo empezó en 2020, cuando De Pablo y Puig, confinados y sin experiencia real en hostelería, decidieron invertir 10.000 euros cada uno -sus últimos ahorros- para abrir un pequeño negocio de hamburguesas. "Mi peor escenario era perder 10.000 pavos. El mejor, montar algo que funcionara. Y mira", recuerda el fundador en el podcast Itnig.
Su éxito se sostiene sobre una idea contraintuitiva: la inexperiencia. Ninguno de los dos sabía de cocina profesional ni de gestión de franquicias, y eso les permitió replantear el negocio desde una mentalidad tecnológica. En lugar de actuar como un restaurante tradicional, aplicaron métricas propias de una startup: pedían a Glovo datos sobre cohortes, retención o LTV (valor de vida del cliente) y analizaban cada entrega como si fuera un producto digital. Su obsesión era la velocidad. "Treinta minutos y tu pedido está en casa" no era un eslogan: era una promesa operacional.
El crecimiento, sin embargo, no fue inmediato. Integrar tecnología, optimizar procesos y mantener la calidad exigió más de un año de ajustes antes de poder abrir su segundo local. "Si escalas antes de estar preparado, te lo puedes poner por montera", advierte De Pablo. Aprendieron a base de ensayo y error, perfeccionando cada paso hasta convertir el delivery en una máquina afinada que hoy vende medio millón de hamburguesas al mes.
En la actualidad, Vicio opera cuatro líneas de negocio: delivery puro, locales híbridos con sala, restaurantes urbanos de gran tamaño y presencia en centros comerciales. La empresa ya no se permite tener un local que facture menos de 100.000 euros mensuales. De los 20.000 euros iniciales a una facturación millonaria, Vicio ha demostrado que en la era de las apps, las mejores recetas pueden salir de la inexperiencia.