Con una inversión inicial que rondaba los 24 millones de euros, los habitantes de Casar de Cáceres imaginaron un futuro en el que su pequeño municipio extremeño se transformaría en un referente del ocio acuático europeo.
Todo gracias a Donald Caspar, exfutbolista y empresario de parques temáticos, conocido como Donny Huijsen, que prometía convertir una finca a las afueras del pueblo en un megaparque acuático capaz de atraer a miles de visitantes y generar decenas de empleos directos. La idea era clara: poner a Casar de Cáceres en el mapa y ofrecer a locales y turistas un espacio de ocio familiar único en España.
24 millones de euros perdidos: el ambicioso parque acuático español que nunca logró abrir sus puertas
Desgraciadamente, cuatro años después de aquel anuncio, la obra sigue sin arrancar y las autoridades se están impacientando. Marta Jordán, alcaldesa del municipio, confirma que "el último contacto oficial de los promotores data de hace un año", dejando en el aire cualquier esperanza de apertura inmediata. Según Felipe Hurtado, representante de Aquamundo, la empresa promotora Daimdon S.L. decidió abandonar el proyecto recientemente, aunque asegura que en las próximas semanas se anunciarán los nuevos inversores y los plazos de ejecución.
La finca seleccionada para el complejo, situada entre las carreteras CC-322 y N-630, iba a albergar un parque de 95.000 metros cuadrados, con capacidad para 4.000 a 6.000 visitantes diarios, casi igualando la población de Casar de Cáceres. La propuesta incluía toboganes importados de Turquía, amplias piscinas y zonas de ocio con tiendas y restaurantes, creando un destino turístico que se anunciaba como el mayor parque acuático de Europa.
El caso de Aquamundo no es aislado. Extremadura acumula proyectos millonarios que nunca se materializan. Según el último informe del Observatorio del Club Senior de Extremadura, desde 2021 se lanzaron 23 grandes iniciativas de desarrollo; de ellas, apenas cuatro llegaron a finalizarse. Fernando López Rodríguez, coordinador del observatorio, admite que "la situación no es preocupante, es preocupantísima", recordando cómo "se colocan muchas primeras piedras que luego se quedan en el aire".
El proyecto de Aquamundo fue tan mediático que en marzo de 2023, la Junta lo declaró Proyecto Empresarial de Interés Autonómico, y el entonces presidente Guillermo Fernández Vara viajó hasta Casar de Cáceres para participar en la colocación de la primera piedra. Una ceremonia que, hasta ahora, sigue siendo simbólica, al igual que otros proyectos como la fábrica de supercondensadores de Badajoz, las plantas de cátodos y litio en Cañaveral, o la mina de níquel en Monesterio.
Todas estas iniciativas tenían detrás a la empresa Phi4tech, que prometía una inversión total de 1000 millones de euros para desarrollarlas. Cinco años después, ni siquiera han adquirido los terrenos necesarios, dejando un rastro de expectativas incumplidas y una región repleta de megaproyectos que nunca llegaron a existir.