Quentin Tarantino está obsesionado por los pies. De hecho, no es ningún secretos a estas alturas, y puede que más de un cinéfilo le haya dedicado una guía para saber cuándo y de qué manera se muestran los pies de actrices como Diane Kruger, Rosario Dawson, Uma Thurman, Bridget Fonda o Margaret Qualley y Margot Robbie en la reciente Érase una vez en Hollywood. El fetichismo de Tarantino es indivisible de su filmografía y de sus propias heroínas, y eso ha creado a veces una gran cantidad de críticas entre los espectadores.
La obsesión de Tarantino con los pies es criticada por todos pero no le preocupa
De vez en cuando, cuando una película del director llega a los cines, por doquier comienzan a brotar los críticos con esta obsesión, que la consideran una aberración y a veces una distracción demasiado evidente en sus películas.
Ya sea en redes sociales o a través de memes, la afición por los pies de Tarantino siempre arranca en una oleada de críticas de diversa categoría, pero al director no le preocupa. "No me lo tomo en serio", ha afirmado en una entrevista reciente para GQ (vía Cinemanía).
"Hay muchos pies en películas de muchos buenos directores. Simplemente se trata de buena dirección. Antes de mí, la persona que definía el fetichismo por el pie era Luis Buñuel, otro director de cine. Y Hitchcock fue acusado de eso, y Sofia Coppola ha sido acusada de eso", comenta el realizador, que afirma que hay una estrecha relación entre el cine, los pies y el erotismo de los mismos. El caso es que, de una forma u otra, Tarantino ha sido objeto de mofas incluso desde sus mismos amigos y compañeros. Como recuerdan en Cinemanía, Brad Pitt llegó a bromear al aceptar el premio a mejor actor de reparto en los premios del Sindicato de Actores en 2020 por su papel en Érase una vez en Hollywood. "Quiero agradecer a mis compañeros", comenzaba el actor.
"En especial, a los pies de Margot, los pies de Margaret Qualley, los pies de Dakota Fanning... Quentin ha separado a más mujeres de sus zapatos más que la Administración de Seguridad en el Transporte", concluía entre risas. Sin ir más lejos, la propia Margaret Qualley se sintió realmente insegura sobre esta faceta del cineasta cuando se vio obligada a encarnar a la integrante de la familia de Manson que caminaba descalza por toda la ciudad.
Su personaje llegaba incluso a poner la planta de sus pies desnudos sobre el salpicadero del vehículo de Brad Pitt en un plano larguísimo. "He estado llevando medias puntas durante mucho tiempo como para que los dedos de mis pies sean presentables para que el mundo los vea", especificaba la actriz, bailarina de ballet durante muchos años. "Solía mortificarme mucho con mis pies, pero puede que ahora finalmente sea capaz de pasar página", concluía.