Entrevista a Miguel Ángel Giner: “En Andana Gráfica nos estamos especializando en cómics comprometidos, de temática social actual»

El pasado mes de julio publicamos el episodio #159 de nuestro podcast, titulado Andana Gráfica, novelas gráficas con sabor social. En este episodio monográfico sobre la editorial, además de repasar casi todo su catálogo y hacer recomendaciones sobre obras como Temporada de Melocotones de Ángel Abellan y Alba Flores, Transiciones. Diario de Anne Marbot de Élodie Durand, La Era de Acuario de Jordi Peidro u Operística de Byron Eggenscshwiler y Kyo Maclear. Tuvimos la ocasión de poder entrevistar a su director editorial, Miguel Ángel Giner Bou. A quien mucha gente conocerá como guionista, dibujante, profesor y, también, premio nacional de cómic por la obra El día 3.

Giner nos dedicó un rato de su apretada agenda para hablar sobre esta nueva aventura editorial. Y es por ello que hoy transcribimos aquí la entrevista realizada por Pedro Monje e Iria Ros, para que les lectores que prefieren acceder a nuestro contenido por escrito puedan disfrutar también de ella. Acompañadnos a conocer un poco mejor la editorial Andana Gráfica.

Muy buenas Miguel Ángel, y muchas gracias por sacar este ratillo para charlar con nosotros.

Hola, muy buenas. ¿Qué tal estáis?

Muy bien. Queríamos preguntarte, ¿de dónde surge toda esta aventura? Porque Andana Gráfica surge de un grupo editorial mayor, o más grande, Andana Editorial. ¿Qué nos puedes contar del origen de Andana Gráfica?

Bueno, has dicho que Andana es grande, y tampoco es que sea muy grande. Andana es una editorial que se dedica al álbum infantil en valenciano, básicamente. Y bueno, el tamaño, editando en un idioma autonómico es difícil que sea muy grande. Pero bueno, sí que es verdad que ha empezado a crecer bastante. A partir del premio Alfonso el Magnánimo de la Diputación de Valencia, Andana Editorial se postuló como la editorial que publicara a los ganadores de ese premio. A Ricard, el editor, se le ocurrió que era buena idea no quedarse sólo en la edición de un cómic dentro del sello de una editorial que se dedica más a lo infantil. Sino que era bueno intentar meterse un poco más en el mundo del cómic. A él le gustan mucho los cómics, pero no tiene ni idea de cómo funcionan. Y me lo propuso a mí.

Yo tengo muy buena relación con él desde hace muchísimos años, hemos trabajado muchísimo para él, y había cierta sintonía en lo que queríamos hacer, y lo que queríamos crear. Es decir, no queríamos género, no queríamos superhéroes, no queríamos terror. Queríamos cómic social, queríamos un cómic comprometido y que las historias estuvieran bien construidas. Y él se fiaba de mi criterio a la hora de elegir títulos, y de proponer proyectos. Me lo propuso y como yo tiendo a meterme en mil fregados y a complicarme la vida, pues dije: Bueno, no lo he hecho nunca. Voy a ver cómo es una editorial por dentro, voy a ver cómo es trabajar con los autores, cómo es la compra de derechos y tal. Y me metí un poco sin saber prácticamente nada más allá de lo que había hablado con editores amigos, Emilio de La Cúpula, la gente de Astiberri, Ricardo Esteban. Hablaba mucho con ellos y ellos me contaban cosas, y me han ayudado mucho a la hora de meterme en esto.

Tú dijiste: Voy a hacerme millonario de editor, que es a lo que venimos todos al mundo del cómic, a hacernos millonarios.

Por supuesto, ya lo era como autor. Pero dije no, no tengo bastante, necesito más dinero en mis arcas.

El tema del tamaño editorial venía a razón de la situación que estamos viviendo este año dentro del mundo editorial, donde algunas editoriales de cómic son un músculo muy pequeño. ¿En qué posición crees que está Andana Gráfica? ¿A qué volumen aspiráis, o qué límites os marcáis?

Bueno, es complicado. Es complicado porque Andana efectivamente entra dentro de las editoriales pequeñas, no de las grandes. Con lo cual el presupuesto es muy bajo, pero al mismo tiempo caes un poco en lo inevitable. Tienes que sacar tantos títulos al año, porque si no, no se te posiciona en las estanterías de las librerías. Y es una trampa un poco peligrosa, porque yo, hablando con Ricard, era muy partidario de pocos títulos al año y de mucha calidad. Pero parece ser que el mercado funciona por concepto de supermercado. Es decir, tú pones un montón de fruta en el stand y si te compran tantos kilos ya te sale rentable. Pero eso es muy peligroso, y creo que no le hace ningún favor al mundo del cómic. Empezamos un poco cayendo en esa trampa y ahora hemos empezado un poco a recular hacia los orígenes de lo que queríamos que fuera.

Estamos apostando por pocos títulos al año, unos ocho al año. Es un buen volumen, pero no estamos sacando como sacan algunas editoriales que se sacan ocho al mes. Preferimos apostar por una buena promoción e invertir en que el libro esté bien editado. Traer autores, este tipo de cosas.

Con ocho títulos al año, para que la gente se haga una idea, no cumpliríais con las condiciones para tener un puesto en la Feria del Libro de Madrid, por ejemplo.

Bueno, pero eso tiene truco. Si te unes a una librería…

Sí, tiene truco. Pero el sistema ya está en contra.

Sí. Sí. Absolutamente. Esto son cosas que no sabes hasta que te metes dentro. De pronto te salen estas sorpresas que tienes que distribuir, por ejemplo, tantas cajas de libros al mes, que eso es imposible. O sea, el gasto que genera sacar libros es enorme. Esta editorial no lo puede asumir. Entonces tienes que ver cómo juegas dentro y fuera del partido. Es una cosa como extraña, estás buscando fórmulas alternativas todo el rato. Pero es complicado. Es complicado porque si no llamas la atención los libreros no te meten en la estantería. Es decir, igual tus cajas ni se abren, con lo cual la devolución de los libros es porque ni siquiera llegan a abrirse. Entonces tienes que ver cómo haces para que algunos de tus libros sean lo suficientemente interesantes como para que los libreros digan Ostras, este es el libro de tal. Me da un poco igual la editorial, pero está sonando mucho. Lo quiero en mi estantería de novedades. Pues así tienes que buscar como cómo encontrar que un libro, por su calidad, por su promoción, al librero le apetezca tenerlo en la estantería.

Es curioso, porque puede parecer que como publicas menos tienes más tiempo para promocionar, pero es más difícil hacerlo.

Es muy, muy difícil, muy perverso todo.

Vivimos en un sistema donde parece que interesa más las novedades de dentro de dos meses que lo que se publicó la semana pasada. Y luchar contra eso es muy difícil. En esa línea, cuando vosotros tenéis que ofrecer a les autores un reclamo ¿cuál es vuestra dinámica? ¿O son elles quienes se acercan directamente a la editorial?

Yo no puedo seducir a un autor. Yo no tengo capacidad de seducir a un autor porque no le puedo ofrecer nada que no tenga mejor en la editorial que ya le está editando. No puedo pinchar a alguien para que venga, porque si le voy a ofrecer un diez por ciento de adelanto de una tirada de mil quinientos, dos mil, mil quinientos como mucho… seguramente si ese autor está en La Cúpula, Astiberri o cualquiera de esas editoriales, ya le están ofreciendo eso. ¿Y por qué se van a ir de la que les está funcionando, para venir conmigo? ¿Porque soy yo? No lo veo suficiente motivo.

Lo único que puedo ofrecer es que nos estamos intentando especializar en cierto cómic comprometido, cierto comic que tenga una temática social fuerte y que trate temas que pensamos que son de cierta actualidad. Acabamos de sacar, el de Transiciones que trata el tema de la transición de género. Intentamos jugar en ese sitio. Y lo que sí me he dado cuenta es que, entre que estoy yo detrás, que saben que voy a defender al autor o a la autora. Y que son temas que es muy probable que a otras editoriales no les apetezca sacarlo, sí que estoy recibiendo proyectos muy interesantes de este tipo. Por ejemplo, tengo un proyecto con Raquel Gu, que es un proyecto que ella ya tenía por ahí. Y cuando hablé con ella, Raquel es muy amiga mía, le dije que me gustaba mucho su proyecto y quería sacarlo en papel, porque ella lo tenía sólo en PDF. Y me dijo inmediatamente que sí, aunque está trabajando con otras editoriales, pero esto al final es un poco una relación en la que confían en mí porque me conocen, son amigos y amigas, y ya está.

Yo lo que les ofrezco es que el trato va a ser excelente. Te voy a tratar lo mejor posible y te voy a contestar a todo. Las condiciones van a estar claras desde el primer momento. Si no te interesan, no pasa nada. No sé, cierta respuesta y respeto hacia los autores. Es lo único que puedo ofrecer yo en este momento. Intentaré en un tiempo que suba un poco más el tanto por cien, que las tiradas sean más grandes. No sé. Todo esto tiene que ir creciendo. Yo estoy ahí para controlar que esto crezca hacia el beneficio de los autores. Es lo único que le puedo ofrecer ahora.

A mí Ricard ha dicho alguna vez Dile a fulanito que se quede con nosotros ¿Y qué le ofrezco? ¿Le vas a pagar más? ¿Subes al quince por cien? y entonces me dice Es que eso es muy difícil, y es que me van a decir que no.

Subir a un quince por ciento, mas luego llevarle de gira y demás… está todo muy complicado. Has comentado una tirada de dos mil quinientos, más de uno querría unas tiradas así.

Claro, cuando hablo de tiradas de dos mil quinientos es porque editamos en castellano y catalán. Entonces puedes hacer una de mil quinientos y una de mil. O a veces coeditamos con otras lenguas, en gallego, vasco, euskera y entonces puedes hacer tiradas hasta de tres mil y pico. Combinando ediciones ahorras mucho en imprenta porque en tinta, excepto el negro, es para todos lo mismo. Por eso las coediciones funcionan tan bien. Estamos en contacto con editoriales de Galicia y de Euskadi. Y alguna vez, alguno de los libros, podemos coeditarlos. De esa forma algunas ediciones pueden subir hasta tres mil, o tres mil quinientos volúmenes la tirada. Que eso para los autores está muy bien.

Una tirada así en la industria patria del cómic de 2022 está muy bien. El cómic extranjero en vuestro catálogo… que, por cierto, ¿cómo pronunciáis el apellido de Bryon, uno de los autores de Operística? (Nota: el apellido se escribe Eggenschwiler)

Byron, ¿no? (risas) es imposible de pronunciar.

Ya hemos hecho el ridículo antes en las reseñas del podcast nosotros. Respecto al cómic extranjero en vuestro catálogo, ¿tenéis alguna proporción que queráis mantener respecto al cómic nacional, o cómo lo hacéis?

Es difícil encontrar un buen producto tanto fuera como dentro de España. O no tanto un producto, como el producto que nosotros queremos sacar. Con esas particularidades que antes mencionaba. Recibimos un montón, pero un montonazo, de propuestas de aquí y propuestas del extranjero. Pero cuesta encontrar los que realmente a nosotros nos interesa, disculpa ¿cómo era la pregunta exacta?

¿Tenéis alguna fórmula, algunos límites de porcentaje? Desde el desconocimiento. Igual es más fácil pescar una licencia extranjera que encontrar en la producción nacional un proyecto interesante.

Sí, es más fácil. Es más fácil porque simplemente compras y ya está. Y en cuanto a la proporción, no hacemos ninguna, el año en sí nos marca el camino. Este año, por ejemplo, o para el año que viene, que ya estamos cerrando prácticamente cosas. Para el año que viene ya tenemos sobre la mesa, creo recordar, que tres o cuatro proyectos nacionales y dos o tres extranjeros. Es posible que acabemos de cerrar con otro par extranjero, o uno más extranjero, y ya está. No lo sabemos. De momento sí que tengo ya como unos seis o siete proyectos que tengo claro que vamos a sacar el año que viene, que combinan extranjero y nacional. Pero es complicado. Es complicado porque recibo muchísimo del extranjero y es que hacer un buen libro, un buen cómic, es difícil.

Hay muchos buenos cómics que están muy bien dibujados, pero fallan en el guion. Hay otros que están muy bien dibujados, el guion está bien, pero son difíciles de producir porque tiene mucha tipografía a mano, porque tienen una serie de cosas que complican la maqueta, excesivo texto… hay muchos elementos que hacen que cueste tomar esa decisión. Y bueno, también el problema que tenemos es que al ser una editorial pequeña nos llegan un poco los restos de lo que no han querido comprar las grandes. Pero bueno, a veces se les escapan cosas muy interesantes a las grandes, o no les interesa sacarlo porque no va dentro de su línea editorial. Y en nuestra línea editorial que es tan especifica sí que nos interesa. Con lo cual, con los agentes con los que trabajo, con las editoriales con las que trabajo, ya saben cómo funcionamos nosotros y ya no es que nos guarden, es que nos envían lo que piensan que puede entrar dentro de nuestra línea editorial. Es una combinación de todo. Como veis, estamos aprendiendo un poco sobre la marcha.

Bueno, es bonito, es la magia de todo esto. Por lo que comentabas antes de proyectos que os llegan un poco por descarte. Para les artistes que nos leen, ¿qué recomendaciones les darías para presentar sus proyectos a vuestra editorial?

El primer consejo es que miren el perfil de la editorial en la web, y vean qué tipo de cómic hacemos. Porque muchas veces me mandan fantaciencia, artes marciales, terror… y eso nosotros no lo editamos. También que se fijen en el tipo de dibujo que publicamos. No es relamido ni realista, con grandes escorzos y espectacular desde el punto de vista gráfico. Sino que nos vamos un poco más al estilo de autores como Joann Sfar, Christophe Blain, David B., Marjane Satrapi. Nos vamos más a ese rollo, a ese estilo tanto gráfico como conceptual. Que se fijen en lo que busca la editorial, en qué dirección vamos. Si están haciendo medicina gráfica, u obras relacionadas con el colectivo LGTBIQ+, pues igual a nosotros sí que nos interesa. Porque nuestra intención es irnos mucho hacia el cómic social. Y por esa parte sí que es verdad que estamos recibiendo mucho producto.

El ecologismo, y el cómic medioambiental, parece también que os cuadra dentro de vuestro catálogo.

Sí, sí. De hecho, tuvimos un proyecto de compra que al final no cuajó pero era muy interesante. Porque bueno, esto también nos pasa. Recibimos ofertas de agentes que nos ofrecen diez cosas, hay una que es maravillosa y le digo a Ricard: Ricard, éste es el bueno. Y cuando queremos comprarlo ya se lo ha llevado cualquier editorial española. Le he dicho a Ricard alguna vez que igual tendríamos que ser más rápidos, la velocidad también influye en la compra. Estas cosas también pasan.

Pero volviendo a lo que decía antes, los proyectos que estamos recibiendo y que nos interesan son los que tienen un componente social muy fuerte. Nos interesan los proyectos que construyen bien la sinopsis, que las páginas de ejemplo estén bien rotuladas, que yo me haga una buena idea de si controlas la narrativa, la composición de página. Esas cosas son importantes, por mucho que hagas cómic social, no significa que las dejes de lado. Nosotros queremos sacar un producto de calidad, y ahí entran todos los componentes de lo que es un cómic. Tanto el contenido como la forma. Porque si la forma no es buena, aunque el contenido sea muy bueno, seguramente no vamos a aceptar el proyecto. Porque nos preocupamos también de la estética, no sólo del contenido.

¿Os planteáis a nivel editorial juntar distintos autores, crear vosotros equipos creativos?

Lo hemos hecho. Alguna vez he puesto en contacto a guionistas que me han mandado sus guiones, y les he recomendado que hablen con tal o cual autor. Pero lo he hecho más como consejo que como editor. Les digo Creo que este guion que tienes le va bien a este dibujante, o a esta dibujante. Me han llegado proyectos para que yo buscara dibujantes, sobre todo, pero es que a mí me da un poco de vergüenza juntar a gente a la que al final le voy a poder pagar dos mil euros, dos mil quinientos euros. ¿Con qué cara voy yo a decirle a alguien Tienes que hacer un cómic de ciento veinte páginas, pero te voy a pagar esta miseria?. No puedo hacer eso, mi ética no me lo permite. Con lo cual, si son proyectos ya cerrados de personas que realmente les apetece y les interesa editar, sabiendo que las condiciones son las que son, pues sí.

Estando como está el mercado en general, la ética nunca nos viene mal.

Eso es una cosa que, tanto Ricard como yo lo teníamos muy claro. Sabemos que lo que ofrecemos es poco, porque es como está el mercado ahora, que sé que hay editoriales que ni siquiera ofrecen lo que ofrecemos nosotros. Pero a mí me gustaría que ese gran cambio que se vislumbra en el horizonte de acuerdos un poquito mejores para los autores empezara a fructiferar. Y que Andana fuera de las primeras en aplicarlo.

En Sala de Peligro creemos que ese cambio va a llegar más rápido de lo que se temía.

Esperemos que sí.

Muchas gracias Miguel Ángel por tu tiempo, por tu talento, y a seguir con todos los proyectos en los que estás metido. Que no son pocos.

Bueno, intento alejarme un poco de algunos temas. Intento no ser siempre quien tira del carro. Quiero volver a ser simplemente un soldado raso (risas) muchas gracias a vosotros.