DC por fin ha enseñado las cartas: el primer tráiler de Supergirl ya está aquí y supone el verdadero bautismo de fuego de Milly Alcock en el nuevo universo superheroico que está levantando James Gunn. La actriz de House of the Dragon retoma a Kara Zor-El tras su breve aparición al final de Superman y la lleva a terreno mucho más punk: una prima del Hombre de Acero con problemas de alcohol, un humor afilado y bastante mala leche acumulada.
En las imágenes se la ve aterrizando —literalmente— en la Fortaleza de la Soledad, cruzándose con Krypto y despegando hacia una odisea espacial que parece más cercana a un road movie intergaláctico que al clásico relato de origen.
La película, dirigida por Craig Gillespie (Yo, Tonya, Cruella), adapta la aclamada miniserie Supergirl: Woman of Tomorrow de Tom King y Bilquis Evely, que muchos fans describen como un cruce entre ciencia ficción dura y western a lo Valor de ley: una heroína rota que se alía con una niña alienígena para perseguir por la galaxia al asesino de su padre. Aquí, esa joven se llama Ruthye Mary Knoll (interpretada por Eve Ridley), mientras que Matthias Schoenaerts encarna al sanguinario Krem of the Yellow Hills. El tráiler deja ver planetas exóticos, tabernas espaciales y una Kara que, cuando puede, se refugia en soles rojos para perder sus poderes… y emborracharse.
Una Supergirl punk en clave de western galáctico
El tono confirma lo que Gunn lleva tiempo prometiendo: esta no es "la versión luminosa y boy scout" de Krypton, sino la de una chica que ha visto morir su mundo y ha crecido enfadada con todo. El póster y el material promocional ya jugaban con ello, con ese lema "Truth. Justice. Whatever." ("Verdad. Justicia. Lo que sea") y una Supergirl de gabardina, cascos y actitud de no aguantar ni una más. El tráiler remata la jugada: diálogos sarcásticos, planos llenos de color casi a lo Guardianes de la Galaxia y un montaje que la presenta en plena crisis vital, más cerca de una antiheroína de 20 y pocos que de la figura clásica de esperanza.
Los fans del DCU también han detectado otro gancho importante: la presencia de Lobo, interpretado por Jason Momoa, que aquí sí se suma a la cacería espacial y recupera una idea descartada en el cómic original. Su aparición en el tráiler, entre motos espaciales y explosiones, apunta a una dinámica de "buddy movie imposible" entre el cazarrecompensas más macarra de DC y una Kara con la paciencia al límite. A ese cóctel se suma un reparto con nombres como Emily Beecham y David Krumholtz como Alura y Zor-El, y una banda sonora firmada por Ramin Djawadi (Juego de tronos), lo que refuerza la conexión emocional con el público seriéfilo que conoció a Alcock como Rhaenyra joven.
Lobo, cacería espacial y química macarra
En lo industrial, Supergirl llega como la segunda gran pieza del nuevo DCU tras Superman (2025), y como confirmación de que Gunn y Peter Safran apuestan por personajes menos "limpios", con traumas y mala leche, pero sin perder el sentido del espectáculo. El avance insiste en las set pieces espaciales, los poderes kryptonianos llevados al límite y una fotografía muy colorista que se aleja del gris que marcó buena parte de la etapa anterior de DC en el cine. Hay también guiños directos a los lectores: planos calcados de las viñetas de King y Evely y ese aire de western de venganza que atraviesa todo el metraje.