En plena escalada del precio de la vivienda, con hipotecas que se eternizan y alquileres que no dejan oxígeno a los jóvenes, las casas prefabricadas han dejado de ser rareza para convertirse en alternativa real. El último reclamo llega desde un lugar inesperado: AliExpress. La plataforma vende un módulo residencial que, según la ficha del producto, puede configurarse con hasta cuatro dormitorios, salón, cocina equipada y uno o dos baños completos, por 7.269,69 euros. El anuncio ha corrido como la pólvora por una razón evidente: promete una vivienda "lista" a precio de scooter eléctrico.
El modelo anuncia un armazón de acero galvanizado y cerramientos con panel sándwich de 75 mm —con aislamiento a elegir entre EPS, lana de roca o poliuretano—, una combinación habitual en obra modular por su ligereza y comportamiento térmico. El suelo puede montarse con tablero de fibrocemento o contrachapado de 18 mm, rematado con PVC, SPC o madera, y la carpintería alterna puertas de acero, vidrio o aluminio y ventanas en PVC o aluminio. Incluso ofrece personalización de colores exteriores e interiores y un paquete eléctrico "conforme a estándares internacionales", configurable a demanda, un guiño a quienes buscan encajar el módulo como estudio, segunda residencia o anexo en una finca.
Montaje exprés… al menos sobre el papel
La instalación es el otro gran gancho comercial. El vendedor asegura que cuatro personas y diez minutos bastan para dejarla montada, sin grúas ni maquinaria pesada, una cifra llamativa incluso para veteranos de la construcción modular —lo habitual es que el montaje básico sea rápido, sí, pero la nivelación de la base, las conexiones y los remates consumen bastante más tiempo—. Aun así, la promesa apunta al público que busca soluciones ágiles: desde una casita de campo a un despacho independiente, pasando por un alojamiento temporal mientras llega una obra mayor. El layout también es flexible: de una a cuatro habitaciones, con baño(s) dotado(s) de inodoro, lavabo, ducha y ventilación, y cocina "funcional" integrada en un estar de planta abierta.
Más allá del precio rompedor, el producto vuelve a poner sobre la mesa la pregunta clave: ¿qué hace falta para colocar esto y vivir dentro legalmente? En España, instalar un módulo residencial —sea "móvil" o no— suele requerir licencia municipal, cumplimiento de código técnico, normativa térmica y eléctrica, y, si va a ser vivienda habitual, cédula de habitabilidad y alta de suministros. También habrá que prever cimentación o losas que garanticen estabilidad, gestión de aguas (fosa séptica o acometida), ventilación, salubridad y acústica. El precio que publicitan los marketplaces normalmente no incluye transporte, grúa (si hiciera falta), base, conexiones ni impuestos, ni el sobrecoste de aduanas y aranceles cuando el contenedor cruza medio mundo.