Extraño es decir poco: los últimos años de caídas, renacimientos y muertes del Doctor Extraño

No podemos decir que la vida de Stephen Extraño haya sido exactamente normal en mucho, mucho tiempo (desde que le conocemos, vaya), pero si echamos un vistazo a su biografía en las páginas del Universo Marvel, casi dan ganas de cogerle por los hombros y preguntar, con preocupación, ¿todo bien, Stephen?. Y claro, si él pudiera contestarnos quizás lo haría con un regular, o un es complicado, pero lo cierto es que la respuesta entre el fandom del personaje sería bien distinta porque, como siempre, queremos mucho a nuestros héroes pero qué entretenido es verles sufrir.

Con el lanzamiento, a la vuelta de la esquina, del último número de La Muerte del Doctor Extraño, y el anuncio inescapable en la red de redes de quién portará el título de Hechicero Supremo una vez el polvo se asiente y descubramos su final (intentaremos no decir nada hasta el final, descuida), además del estreno de su nueva película Doctor Strange y el Multiverso de la Locura, este es un buen momento para echar la vista atrás y, rápidamente, ponernos al día revisitando algunas de las últimas vivencias del buen Doctor, para invitar a su lectura (o relectura), y para comprobar así qué constantes emergen a lo largo de sus historias conformando esa especie de marea constante que es la magia en la Casa de las Ideas. Saltaremos fugazmente entre portales a momentos clave de la historia reciente marvelita hasta alcanzar su última aventura, así que no encendemos las luces rojas de spoilers… pero sí las ámbar, porque hablaremos de eventos y desenlaces, aunque intentando que, si tienes su lectura pendiente, aún puedas disfrutar de ellas.

Victorias y pérdidas

Podríamos retroceder más en el tiempo, pero elegimos empezar nuestro repaso por El Juramento, esta miniserie de 2006, por varios motivos. El primero, porque narra una aventura en la que Extraño, acompañado por Wong y la Enfermera de Noche, se enfrentan a una siniestra farmacéutica con una meta que combina lo mágico y lo médico a partes iguales… todo esto, ajeno a eventos crossovers, algo que sin embargo caracterizaría las siguientes aventuras del Doctor durante un tiempo. El segundo, porque comienza con un toque de misterio whodunnit con la misma peculiaridad que la miniserie más reciente del personaje ¡la de su propia muerte!. Y el tercero, porque reunió a un Brian K. Vaughan ya fantástico (tras haber firmado Y-El Último Hombre, Ex Machina y Runaways, pero años antes de sus Saga y Paper Girls) con el también genial Marcos Martin. ‘Nuff Said. Vaughan quiso con esta obra reconectar con el lado más humano del personaje a través de lo místico, con sus taras personales, insalvables pese a su magia. Con el juramento titular, el guionista hacía una curiosa referencia al primero que Extraño conoció en su juventud, como estudiante de Medicina: el juramento hipocrático.

Unos años después, la vida de nuestro héroe dio un vuelco con un suceso que se repetirá una y otra vez en su trayectoria: la pérdida de su título de Hechicero Supremo, que cayó en manos, en esta ocasión, del Hermano Vudú en las páginas de los Nuevos Vengadores de Brian Michael Bendis en el marco del evento Reinado Oscuro. El nuevo Hechicero Supremo se gana el título, junto al Ojo de Agamotto y el espíritu de El Anciano, de manera totalmente merecida y demuestra su valía contra el mismísimo Dormammu, todo hay que decirlo. Extraño, sin embargo, logra conservar una porción de sus habilidades… podría haber sido peor.

Este cambio en las tornas mágicas marvelitas, además, dio lugar a una nueva miniserie protagonizada por este Stephen ex-Hechicero Supremo en 2009, Extraño, guionizada por Mark Waid e ilustrada de lujo por la artista Emma Ríos. En ella Waid, quien volvería años más tarde a cruzar su camino con el Maestro de las Artes Místicas, explora qué hace de él un héroe, más allá de títulos y poderes perdidos. Le ve como un hombre cerebral, reconstruido hasta convertirse en una mejor versión de sí mismo pero, a estas alturas, algo desgastado, y le acompaña en un viaje de autodescubrimiento observándole desde la empatía, como suele ser habitual en los títulos del guionista… Todo ello sin dejar de lado el ángulo mágico de su mitología, y el hábito de Extraño por acabar metido hasta las cejas en misterios sobrenaturales, pero queriendo esquivar némesis y amenazas de proporciones colosales. Y, por cierto, Waid también le da una aprendiz, Casey Kinmont, a través cuyos ojos observar a un Doctor que a ella le es en principio ajeno, desconocido, impredecible y no muy confiable… la primera de posteriores sidekicks que, a lo largo de los años, encontrarán en Stephen un maestro literal en lo místico y que, para él, representarán un vínculo con su lado más humano.

Team player

Con la llegada de la Edad Heróica, el Doctor Extraño comenzó la década pasada como habitual en las alineaciones de diferentes agrupaciones. Una de ellas ya la hemos mencionado, Los Nuevos Vengadores, y en sus filas fue cuando, en 2012, Stephen recuperó su antiguo y preciado título y volvió a ser Hechicero Supremo, tras hacer uso de magias oscuras para salvar a su grupo de Daniel Drumm y lograr no perder el control. La membresía que mejor le sentó fue, sin embargo, la del equipo clásico al que ya perteneció décadas atrás, Los Defensores. La reunión del grupo, con Matt Fraction a los guiones y Terry y Rachel Dodson encargados del arte durante sus primeros números, fue cimentado por el evento Miedo Encarnado e incluyó en sus filas a Estela Plateada, Namor, Hulka Roja y Puño de Hierro junto al Doctor Extraño, además de posteriores adiciones como el Hombre Hormiga de Lang, Gata Negra o Nick Furia. La crème de la crème. El look de Stephen durante su estancia en este grupo, por cierto, lo reconoceremos próximamente en la gran pantalla…

¿Y cuál fue el grupo que más disgustos trajo a Extraño? Los Illuminati, sin duda alguna, especialmente bajo la pluma de Jonathan Hickman. Durante la saga Infinito, y tras el comienzo de las ya de por sí preocupantes Incursiones multiversales que reunieron de nuevo a las grandes mentes marvelitas a principios de 2013, el Doctor Extraño fue uno de los héroes presentes en la Tierra para hacer frente a los enviados de Thanos, en su caso, a Fauces Negras. El héroe cayó ante su adversario y fue parte instrumental, contra su voluntad, en el ataque de Shuma-Gorath a la ciudad de Nueva York, aunque una vez recuperó el control también trató de detener las Incursiones costase lo que le costase. El precio que pagó fue su alma, al completo, en pos de conseguir el poder divino necesario para unirse a los Sacerdotes Negros. Bueno, el precio final fue caer en las garras del Doctor Muerte como pieza para la siguiente fase de su plan de salvación/dominio multiversal

No more Multiverse

Incursión tras Incursión, universos murieron hasta quedar sólo dos: Tierra-616 (la Marvel tradicional) y Tierra-1610 (la Marvel Ultimate). En manos de Muerte, los restos de realidades extintas fueron los ingredientes para su propio Mundo de Batalla y, en la saga Secret Wars de Jonathan Hickman y Esad Ribic, el monarca de esta nueva realidad hizo de Extraño su mano derecha, su herramienta para mantener a todos sus súbditos amnésicos y manejables. La redención le llegó a partir de su descubrimiento y liberación de varios héroes supervivientes, entre los que estaba Mister Fantástico, y su rebelión contra la autoridad de Muerte en favor de Richards. Su castigo fue la muerte.

Y, aunque no queremos restar dramatismo a su sacrificio, la jugada le salió bien porque tras la destrucción del Multiverso Marvel, una Nueva y Diferente Marvel renació y trajo consigo el mejor de los regalos para el Doctor Extraño. ¿Su resurrección? Sí, eso también, pero nosotros nos referíamos a una cabecera propia y, por primera vez después de dos décadas, longeva. La firmó en 2015 un tándem que ya hizo las delicias de la afición años antes con Lobezno y la Patrulla-X, Jason Aaron y Chris Bacalo, y juntos lograron devolver a Stephen a su rinconcito propio en La Casa de las Ideas, alejado de nuevo de ruidosos eventos crossover y encargado de desfacer sobrenaturales entuertos hechos a su medida, en una etapa gloriosa y recopilada aquí en formato Marvel Premiere. Aaron, que llevaba tiempo detrás de conseguir guionizar a Extraño, vió la oportunidad para convencer a Axel Alonso servida en bandeja de plata con la producción ya en marcha de la primera adaptación cinematográfica del personaje de Marvel Studios (Doctor Strange, 2016), y no sólo no se conformó con escribirle en Pecado Original, sino que logró la cabecera con quien había sido su único artista sugerido para el proyecto. Y, entre diversas amenazas mágicas, dió de bruces con la mayor amenaza a la propia magia: el Empirikul, y su líder el Imperator, una fuerza destructora de toda magia conocida y por conocer, de la energía en sí misma, y de sus portadores, los Hechiceros Supremos.

En busca de la magia perdida

Aaron y Bachalo hicieron que Extraño tratase de salvaguardar la magia terrestre y, al fracasar, recorriese el planeta en busca de los últimos vestigios mágicos junto a Magik, el Doctor Vudú y la Bruja Escarlata para enfrentarse, una vez más, a su nuevo némesis y recrear la magia perdida. También crearon para el Doctor una nueva ayudante y futura aprendiz, Zelma Stanton, e incluso le concedieron un reencuentro con Clea que, si bien no acabó en el felices para siempre que ansiamos, sí les dejó al menos en buenos términos. Y, llegados a este punto, su historia tuvo que bifurcarse en dos sendas, o títulos, diferentes que pudieran contener tal carga mágica.

Por una parte, a finales de 2016 surgió Doctor Extraño y los Hechiceros Supremos, el título guionizado por Robbie Thompson que contó con el arte y los diseños de Javier Rodríguez (alejándole así de su amada Spiderwomannever forget) en el que vimos al Doctor Extraño rodeado de Hechiceros Supremos de tiempos pasados y por venir para hacer frente a amenazas demasiado fulminantes para él solo… aunque alguno de esos peligros viniera de dicha compañía. Y, aunque la lejanía de su querida Jess le doliera, Rodríguez pudo recrearse en cuanto personaje invocado de cada tiempo o leyenda quisieran, y diseñar nuevos Hechiceros Supremos a su antojo.

Por otro lado, el viaje de Aaron y Bachalo llegó a su final con un último arco que enfrentó a Extraño al Señor Agonía… y al mismísimo precio que, mediante su uso de la magia, ha ido acumulando a lo largo de su vida, porque nada es gratis, y menos una fuerza como la magia. Esto hilaba con una idea que el equipo creativo repetía en entrevistas desde el inicio de la etapa, la diferencia entre los poderes de alguien como Extraño respecto al resto de héroes y, sobre todo, en las repercusiones de su uso. Este fue su final inspirado, porque además el Doctor Extraño también se vió implicado en el evento más sombrío de los últimos años (y ya es decir), Imperio Secreto, en el que tuvo que unir fuerzas con aliados de diferente alineación moral para salvar Nueva York…

El dios ha hablado

A finales de 2017, como parte de la iniciativa Marvel Legacy, la cabecera del Doctor Extraño cambió de numeración a partir de su entrega #381 USA y recibió un nuevo y prometedor equipo creativo: Donny Cates se haría cargo del guión, Gabriel Hernandez Walta del arte y Jordie Bellaire de bañarle en sus ricos colores. Y estos decidieron dar un comienzo exclusivo a su etapa nombrando a Loki, nada más ni nada menos, Hechicero Supremo. Bueno, en realidad Loki se nombró a sí mismo Hechicero Supremo, ¡pero no es lo que parece, el fin justifica los medios! Y es que el nuevo engaño del Dios forma parte de un elaborado plan para conseguir un hechizo bajo el nombre del Exilio de Singhsoon, oculto por Stephen en el alma de su ayudante Zelma… Loki tiene sus motivos, créenos. El guionista tomó la faceta que Kieron Gillen concedió al travieso dios en su Viaje al Misterio, convertido en un personaje que, por mucho que todo el mundo desconfíe de él perpetuamente (a ambos lados de las viñetas) parece al menos estar tratando de obrar correctamente.

Esto no resta al estropicio que provoca en la vida de Extraño. Para empezar, con el título de Hechicero Supremo Loki le despoja de todo y le deja en la calle. Cates, a quien (como a Brian K.Vaughan) siempre le ha chiflado atisbar, entre hechizos y dimensiones mágicas, la faceta más profesional del doctor, esa mentalidad médica, creó la oportunidad perfecta para concederse el gusto de explorarla más: sin muchas más opciones, nuestro Doctor abre una clínica veterinaria y adopta al adorable sabueso Bats (MVP de esta etapa), sólo para perderle como resultado desafortunado de una batalla con Loki, pues su pobre corazoncito no pudo aguantar. Si esto no es motivo para tirar la casa por la ventana y acudir al poder del Yggdrasill y hasta del Vacío, con tal de vencer al Dios del Engaño, en fin, nosotros no sabríamos qué decirte. Por suerte para el Universo Marvel, una vez Loki extrajo el Exilio de Singhsoon de Zelma se comportó como un caballero y no sólo dió con una solución temporal frente al aún persistente Empirikul, sino que ayudó a Extraño a contener El Vacío e incluso le devolvió el título de Hechicero Supremo… y la compañía del peludo Bats, aunque en su forma fantasmal.

Muera Las Vegas

En su siguiente arco argumental Donny Cates, acompañado de Niko Henrichon, cambió de tercio y, en vez un contrincante divino, tomó uno demoníaco. Uno cuya presencia a estas alturas es obligada en cualquier tablón de teorías conspiranoicas del UCM. ¡Mefisto! Y es que, tras quedarse con las almas de aquellos caídos en una Las Vegas tomada por Hydra durante Imperio Secreto, al pobre demonio le tocó ver cómo el Doctor Extraño les resucitaba a todos, quedándose él de manos vacías. Injustiça. El enfrentamiento entre el Maestro de las Artes Místicas y el Señor del Inframundo no se arregla con dialéctica, ni tan siquiera con una partida de blackjack, por mucho que lo intentasen, porque un tramposo es un tramposo aquí y en cada uno de los nueve círculos infernales y, mucho nos tememos, es lo que demostró ser Stephen.

No, la solución sería algo más compleja y pasaría por las manos de Wong y las fantasmagóricas patitas de Bats, responsables de reunir a un supergrupo muy de actualidad últimamente desde el anuncio del nuevo lanzamiento gamer marvelita y, qué demonios, por la dirección que parece estar tomando una parte del Universo Cinematográfico Marvel… Los Hijos de la Medianoche. Estos fueron los héroes que, junto a Los Vengadores resucitados por Extraño en el Limbo, lograron mantener a Mefisto a raya y arrebatarle su trono, haciendo literal eso que dicen de que “lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. Entre héroes encendidos en llamas infernales, es fácil ver lo que el editor Nick Spencer y Cates describían como “Magia a lo Metal”. Esta lucha final también nos dejó, por cierto, la imagen de Clea, Loki y la Bruja Escarlata unidos al auxilio del Doctor Extraño, el team-up que queremos ver en nuestras pantallas cuanto antes… por irreal que finalmente resultase ser en estas páginas.

Hasta el infinito y más allá

Ya hemos comentado la sequía mágica que el Doctor Extraño encontraba en la Tierra, así que no debería resultar tan… ejem, ¿extraño? que Mark Waid, al tomar el timón en 2018 de la nueva etapa de la colección del héroe junto a su compañero en Los Vengadores, el artista Jesús Saiz, decidiera dirigir su mirada a las estrellas en busca de más posibles fuentes de poder místico… poniéndole casi de inmediato en contacto, por enésima vez, con las Gemas del Infinito en una historia que conectaba con lo que en aquel momento Gerry Duggan tenía entre manos: las Guerras del Infinito. Antiguos dioses, arqueólogas alienígenas, enanos de Nidavellir y una armadura con la última tecnología Stark dieron comienzo al inicio de esta nueva andadura de Waid junto a Extraño, a través de la galaxia, hasta volver a la Tierra y encontrarse, en su residencia en el 177A de Bleecker Street… a otro Doctor Extraño que, en realidad, no lo era (pero aun así, menudo shock).

Y, si la cosa va de ir siempre en crescendo, siempre a más, la siguiente aventura del Maestro le posicionó cara a cara con toda una hueste de amenazas tamaño XXXL. Todo lo que Waid había evitado en su miniserie Extraño allá por 2009, como si se lo hubiera dejado apartado en una carpeta de ideas pendientes, ahora sí vio el momento de utilizarlo. ¿Enfrentamos a Extraño con Galactus? Le enfrentamos con Galactus y, qué demonios, hacemos que se convierta en su heraldo. ¿Demonios, has dicho? Pues mira, sumemos a Mefisto a la ecuación y, por no quedarnos cortos, también a Dormammu, y a ver qué tal se las apaña el Hechicero Supremo. Y claro, con esos nombres en la mezcla, habrá que equilibrar la balanza con aliados también potentes para nuestro héroe… Empecemos por Clea, y terminemos por Eternidad y el mismísimo Tribunal Viviente. ¿Contentos? ¿Sí? Eso también tiene solución, que no cunda el pánico, digamos que haber involucrado a Mefisto en una misma historia junto al matrimonio de Stephen y Clea acaba teniendo el precio exacto que cabría imaginar.

Pactar con el diablo

Waid continuó su historia con un pacto más, no con el diablo marvelita sinocon el demonio Channok, a cambio de uno de sus hechizos prohibidos. El escenario era uno que evocaba al origen del Doctor Extraño, un trágico accidente de coche, pero la víctima era en este caso un joven cuya vida, de nuevo recordando el juramento hipocrático, debía tratar de salvar por todos los medios posibles. El resultado de tal salto de fe es la regeneración de sus manos, por fin sanas, de nuevo las manos del mejor cirujano del mundo, faceta que el Maestro de las Artes Místicas decidiría combinar con sus labores superheroicas al volver a ejercer como neurocirujano. Así nos encontramos en febrero de 2020 con un nuevo #1 y una nueva cabecera titulada, esta vez, Doctor Extraño, Cirujano Supremo. El experimento de Waid, junto al artista británico Kev Walker (alumno de la revista 2000 A.D., que ilustró títulos marvelitas como los Thunderbolts de Jeff Parker o el Pantera Negra de Ta-Nehisi Coates) duró seis entregas antes de caer cancelado por sorpresa en verano de ese mismo año. Una lástima, porque esa mágica alegría que le concedió a Extraño resultaba de lo más interesante y le daba al proyecto un tono muy inspirado, como una vuelta a lo más clásico o elemental del personaje. Aun así, la última viñeta no podría haber acabado con un mensaje más evocador: «Let’s figure out where we go from here…«. Puedes leer la fantástica reseña que escribió David Aliaga aquí, en Sala de Peligro.

La presencia mágica del Doctor se siguió notando en el otro proyecto nacido en primavera de 2020, un título cuyas firmas ya garantizaban algo muy especial. Con Skottie Young a cargo del guión y Humberto Ramos en el apartado artístico, Academia Extraño nos presentaba a un puñado de chiquillos mágicos como protagonistas, acogidos en una Escuela de Artes Místicas con un profesorado de infarto entre los que encontramos a La Bruja Escarlata, Magik, Hermano Vudú, El Anciano y el propio Extraño, además de Zelma Stanton y muchas otras figuras mágicas del Universo Marvel. Y es que hemos hablado mucho de la responsabilidad que requiere el uso de la magia y el conocimiento de los códigos por los que se rige, así que el siguiente paso lógico tenía que ser formar a aquellos jóvenes que, en cualquier rincón del mundo, tuvieran acceso a esa fuerza, o a los artefactos que con ella conectan. Si andas huérfano de formación mística –cof cof– esta es la Escuela de Magia y Hechicería con la que te puedes quedar, tu Academia de brujería de confianza. ¿Hemos mencionado que la existencia de la misma se debe, en gran medida, a otro trato de Extraño? Así es, aunque nada demoníaco esta vez: fue con Hoggoth, un tercio de los Vishanti, el de las Huestes, ¡ese mismo!

Por quién doblan las campanas

Llegamos al final de nuestro recorrido, la última gran historia protagonizada por Stephen Extraño… La de su muerte. Aquí entramos en un terreno algo más fangoso en lo que a spoilers se refiere, porque en España la miniserie La Muerte del Doctor Extraño aún no ha llegado a su último número (aunque casi), y porque las repercusiones de su final aún no han visto las imprentas por estos lares, aunque sí en Estados Unidos. Intentaremos hablar de la historia primero con spoilers algo más ligeros y lanzar un aviso fulminante cuando comentemos información más sensible, pero aun así, procede con cuidado.

Con un equipo creativo compuesto por Jed MacKay (ya sin Gata Negra en sus manos, aunque sí con Caballero Luna) y Lee Garbett (que se perdió, por muy poquito, ilustrar a Extraño en Capitana Marvel, justo cuando Jacopo Camagni le tomó el relevo), el objetivo de contar el fin del Doctor Extraño puede no resultar del todo creíble para sus fans. ¿Cuántas muertes hemos leído, y cuántas posteriores resurrecciones? Sin ir más lejos, en 2020 Marvel retomó esa línea de últimas grandes aventuras con El Fin, especiales protagonizados por el Capitán América, la Capitana Marvel, Masacre, Miles Morales, Veneno y, sí, el Doctor Extraño en los que nos aventurábamos a distintos puntos del futuro para presenciar sus finales. Como lectores, nos han educado para leer estas muertes con un puntito de cinismo que nos hace conscientes de que La Muerte en el Universo Marvel es de todo menos irreversible (sobre todo con películas de por medio). Y, aun así… siempre queda un ligero poso de duda.

Sabiendo todo esto, La Muerte del Doctor Extraño nos ofrecía mucha promesa, sobre todo por su guionista, ya que MacKay tendrá nuestras eternas alabanzas por su deliciosas (y demasiado cortas) andanzas junto a la Gata Negra, en las cuales ya notamos sus ganas de escribir al Hechicero Supremo al crear roces entre Felicia y él, o su entorno, cada vez que se le presentaba la ocasión. Este evento de cinco números comienza con un día normal en la vida de Stephen Extraño. Un día como cualquier otro que acaba, como si de un chiste se tratase, con un nok nok en las puertas del Sancta Sanctorum. Un día que acaba con Stephen muerto en su entrada, con un puñal hundido en el pecho. La noche continúa, aunque no para él, con un Cluedo en el que Wong, Bats, Zelma y Jericho reciben a su primer sospechoso y archienemigo declarado del Doctor, el Barón Mordo, casi a la vez que la persona mejor preparada para investigar este asesinato… ¡El Doctor Extraño!

Vale, hemos dicho que las muertes marvelitas tienden a revertirse rápido, ¡pero no tan rápido! Este Doctor Extraño es un duplicado –algo anticuado– que sirve de mucho en el desarrollo de este whodunnit pero que, como sospechamos desde el principio, no representa un sustituto permanente para el Doctor muerto. Aún así, toda ayuda es poca en un mundo expuesto a cada amenaza mística contenida hasta entonces por el poder del Hechicero Supremo, entre las cuales destacan las figuras de Las Tres Madres y su amo, el Niño Peregrino. Que se lo digan a Clea, objeto de sus atenciones…

Así que tenemos, por un lado, la investigación abierta del asesinato del Doctor Extraño, un misterio que involucra a cada gran némesis del héroe, desde el Barón Mordo hasta Kaecilius. Y, por otro lado, los efectos colaterales de dicho asesinato, una oleada de amenazas y ataques procedentes de múltiples planos y dimensiones a los que ni Los Vengadores, ni Spiderman, ni La Patrulla-X podrán hacer frente en sus correspondientes tie-ins… Quizás, como mucho, la caza-monstruos Elsa Bloodstone y los alumnos de la Academia Extraño, aunque aún ellos sufrirán la ausencia de su mentor.

Este es el punto en el que te avisamos, pues si bien no tocaremos la resolución del misterio de la muerte de Extraño, sí tenemos que comentar su desenlace. A partir de aquí, hablaremos con SPOILERS que, aunque probaron ser difíciles de esquivar en redes sociales, quizás quieras intentar seguir evitando ahora. Esta es tu oportunidad. Lo que continúa es SPOILER:

Esta historia acaba, como prometía desde su título, con la muerte del Doctor Extraño incluso tras una fugaz resurrección. Este es el lado malo, o amargo, de esta miniserie en la que, por mucho que nos inviten a pensar, no hay trucos. Ni su duplicado del pasado, ni el Stephen resucitado pueden seguir viviendo en nuestro tiempo. Ninguno de ellos desearía abandonar a Clea, pero así deben. El lado bueno, el dulzor que contrarresta su muerte, es su última acción, un acto que por fin le reúne con una Clea que recuerda todo en un bonito beso que sella el traspaso del manto de Hechicero Supremo de él, a la única persona en la que puede confiar: ella. Ojo de Agamotto en una mano, Capa de Levitación en la otra, Clea es la nueva Hechicera Suprema.

Así lo leeremos a partir de julio en Extraño #1, la primera entrega de la cabecera con Clea como protagonista, en la que MacKay sigue narrando la crónica del Maestro de las Artes Místicas, ahora con el arte de Marcelo Ferreira y con la amada y heredera de Extraño como encargada no sólo de desempeñar su rol (algo de lo que es más que capaz, pues ya fue Hechicera Suprema de la Dimensión Oscura), sino de traerle de vuelta entre los vivos. Y parece que, a juzgar por los avances, ya han encontrado un aspirante a usurpar su título… pero hasta aquí podemos leer.

Después de este repaso a la biografía reciente del Doctor Extraño, aunque se suele decir que la normalidad está sobrevalorada, estarás de acuerdo con nosotros en que quizás, poniéndonos en su piel, el dicho no es aplicable al pobre Stephen. Sigamos pues a Clea en su empeño por recuperar a su amor, nuestro héroe, y recemos a los Vishanti por que ambos tengan un final (o una longeva etapa) feliz en el horizonte.