Nunca nos habíamos acercado a 'Bastard', la obra de Carnby Kim y Youngchan Hwang que es, por otro lado, uno de los Webtoon más populares. Tras recibir una copia de Kibook Ediciones nos hemos adentrado en esta particular relato donde un joven descubre que su padre es en realidad un asesino, y no tiene más remedio que ser su cómplice en determinados casos, lo tenemos muy claro: es nuestro manhwa de terror favorito desde este preciso instante.
'Bastard' deslumbra con una narrativa visual perfecta y unos paneles crudos y absolutamente aterradores
'Bastard' presenta la historia de Jin, un chico callado y marginado cuyo padre es el director ejecutivo de una empresa de renombre, bien conocido por su integridad y honestidad. Sin embargo, Jin le tiene miedo y trata de evitarlo como sea porque cada vez que su padre está de viaje de negocios, aparecen nuevos casos de mujeres desaparecidas misteriosamente, y se oyen unos extraños ruidos procedentes de una habitación oculta en su casa.
Carnby Kim y Youngchan Hwang tejen una obra espeluznante donde los miedos y traumas infantiles salen a la luz a través de la encarnación de un psicópata cuya única preocupación es encontrar nuevas víctimas a las que asesinar. La frágil figura de Jin está, desde los inicios del relato, totalmente amenazada por la sombra de su padre y condenada a una vida de servidumbre para ayudar a satisfacer maníacas necesidades de su progenitor, quien además realiza una evolución extraordinaria a medida que avanzan los capítulos hasta transformarse en la pura imagen y representación del mal.
Los creativos de 'Bastard' logran transmitir incomodidad y malestar con unos paneles fabulosos, y perfectamente detallados, en los que vemos de primera mano cómo funciona la mente de un asesino en serie con muy buenos modales que es capaz de controlar sus instintos en público. Y eso se ve reforzado por unas viñetas apagadas y carentes de colores vivos que ayudan a crear una atmosfera de oscuridad y terror alrededor de los personajes.
Aunque este primer tomo es más bien una especie de introducción para lo que está por llegar, porque es evidente que la historia de Jin tiene cuerda para rato, es desde luego una lección sobre cómo ejecutar el suspense en una obra, manteniendo a los espectadores en vilo y preocupados sobre el destino de determinados personajes mientras, por otro lado, se realizan ciertos giros inesperados que cambian por completo la perspectiva del relato. Tanto a nivel artístico, como de guion, 'Bastard' debería ser una lectura obligatoria.