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El Alzheimer podría tener marcha atrás: científicos españoles y chinos logran restaurar la comunicación neuronal

De confirmarse en humanos lo observado en ratones, esta terapia basada en “recordarle al cerebro cómo defenderse” podría marcar uno de los giros más esperanzadores en la historia de la lucha contra el alzhéimer.

Un equipo internacional de científicos españoles y chinos ha logrado un avance que parecía imposible: revertir los efectos del alzhéimer en ratones restaurando la comunicación entre las células cerebrales. El hallazgo, codirigido por el Instituto de Bioingeniería de Catalunya (IBEC) y el Hospital West China de la Universidad de Sichuan (WCHSU), se basa en un principio biológico clave que hasta ahora se había pasado por alto: la barrera hematoencefálica, esa delgada frontera que protege al cerebro de toxinas y patógenos, pero que también puede fallar cuando se desarrolla la enfermedad.

La investigación demuestra que muchos de los daños del alzhéimer no provienen solo de las placas de proteína beta amiloide —los clásicos depósitos cerebrales asociados a la pérdida de memoria—, sino también del deterioro de esa barrera protectora, que deja de cumplir su papel de "guardián" del cerebro. Con los años, esa vulnerabilidad hace que las células neuronales pierdan capacidad de comunicarse y de limpiar sus propios desechos, un proceso esencial para mantener la mente sana. Reforzar esa línea defensiva, explican los autores, puede ser la clave no solo para frenar el avance de la enfermedad, sino incluso para revertir los daños ya existentes.

Reparar el guardián del cerebro

La herramienta que lo hace posible es tan sofisticada como elegante: nanopartículas bioactivas diseñadas para reparar la barrera hematoencefálica. Estas diminutas estructuras actúan como lo que los investigadores llaman "fármacos supramoleculares": se integran en la red celular y reactivan el sistema de limpieza natural del cerebro. En apenas una hora tras la inyección, los resultados fueron contundentes. "Observamos una reducción del 50% al 60% de las proteínas amiloides en el cerebro de los ratones", señaló el doctor Junyang Chen, coautor del estudio y miembro del Hospital West China, subrayando que se trata de una respuesta extremadamente rápida para un trastorno tan complejo.

El ensayo se prolongó durante varios meses para comprobar si esa mejora era solo temporal. En un experimento clave, los científicos trataron a un ratón de 12 meses —una edad que equivale aproximadamente a los 60 años en humanos— y evaluaron su comportamiento medio año después. "El animal se comportaba como un ratón sano", explicó el equipo, confirmando que no solo había desaparecido la acumulación de amiloide, sino que también se habían restaurado funciones cognitivas como la memoria y el aprendizaje.

Del laboratorio a nuevas terapias

El director del estudio, el profesor Giuseppe Battaglia, definió los resultados como "un cambio de paradigma". "Restaurar la barrera cerebral podría abrir una vía completamente nueva para el tratamiento del alzhéimer y otras enfermedades neurológicas", declaró. Según Battaglia, este enfoque no ataca directamente las placas, sino que devuelve al cerebro la capacidad de protegerse y repararse por sí mismo, algo que podría aplicarse también a patologías como el párkinson, la esclerosis múltiple o ciertas demencias vasculares.

Aunque los investigadores reconocen que aún queda un largo camino antes de llegar a los ensayos clínicos en humanos, su tono es de cauto optimismo. Los primeros estudios podrían iniciarse "en los próximos años", siempre que se asegure la financiación necesaria. De confirmarse en humanos lo observado en ratones, esta terapia basada en "recordarle al cerebro cómo defenderse" podría marcar uno de los giros más esperanzadores en la historia de la lucha contra el alzhéimer, una enfermedad que afecta a más de 50 millones de personas en el mundo y para la que, hasta ahora, no existía ninguna cura.