Uno de los frentes abiertos del cine es la guerra contra la piratería, contra todos aquellos que utilizan su móvil o una cámara de vídeo para grabar películas desde una sala de cine para después compartirlas a través de la red en una calidad que no es demasiado recomendable pero que aun así satisface a millones de usuarios de internet que prefieren ver el filme así antes que acudir a la gran pantalla.
Históricamente han sido muchas las medidas que se han intentado utilizar para erradicar este comportamiento y ahora, Philips se encuentra investigando una nueva tecnología que podría acabar de forma definitiva con las "screens" de las salas de cine.
Para hacerlo, Philips ha patentado un sistema que muestra una luz desde el lateral de la pantalla a una frecuencia determinada que sería similar a la que utilizan las cámaras para grabar y que haría que la cada fotograma capturado apareciese con la imagen partida en la grabación echando al traste el screen del usuario pirata.
Esta tecnología, en principio, no afectaría de forma alguna al resto de espectadores de la sala de cine por lo que no sería raro que, poco a poco, diversas salas comenzaran a abrazarla para intentar dar un golpe definitivo a la piratería de las películas en cartelera.