Microsoft ha lanzado hoy varios parches para arreglar una vulnerabilidad crítica en el Protocolo de escritorio remoto que afecta a algunas versiones antiguas de Windows entre las que encontramos Windows XP, Windows Server 2008 y Windows 7.
La vulnerabilidad es de una gravedad tal que, pese a que Microsoft no da soporte desde hace mucho tiempo a Windows XP, los de Redmond han querido jacer una excepción publicando una actualización tanto para este viejo sistema operativo como para el resto de los implicados.
Por culpa de este agujero de seguridad se puede ejecutar código de forma remota sin interacción del usuario, pudiendo contagiar el problema entre distintos ordenadores conectados tal y como podemos leer en Genbeta:
"El fallo en sí no es del protocolo de escritorio remoto (RDP), el cual en sí no es vulnerable. Esta vulnerabilidad es una autenticación previa y no requiere la interacción del usuario. En otras palabras, la vulnerabilidad es 'wormable', lo que significa que cualquier malware futuro que explote esta vulnerabilidad podría propagarse de una computadora vulnerable a otra vulnerable de manera similar a como el malware WannaCry se difundió por todo el mundo en 2017".
