Las ventas de dispositivos Apple pueden no estar alcanzando las mismas cifras que en otros tiempos, pero no por ello se están resintiendo los ingresos de la compañía de Cupertino. La firma tecnológica ha confirmado durante el último informe de resultados que en el primer cuarto de su año fiscal ha vendido menos teléfonos pero ingresado más.
¿A qué se debe esta situación? La respuesta es sencilla: iPhone X y su precio. El lanzamiento del modelo más avanzado del teléfono ha supuesto un incremento en la facturación de la compañía a pesar de que se han vendido menos unidades del dispositivo que en periodos anteriores. En total, Apple vendió 77,3 millones de teléfonos.
El dato de ventas se refiere al último trimestre, que incluye la horquilla de lanzamiento de los nuevos modelos de iPhone y la campaña de navidad, y supone un 1,24 por ciento menos de ventas en unidades. La facturación se situó en 61.580 millones de dólares frente a los 54.380 millones alcanzados en este mismo periodo en el año anterior.
El aumento del precio de los nuevos iPhone (no solo el X cuesta más, sino que el resto de modelos lanzados en 2017 tienen precios más elevados) ha contribuido a que las cuentas de la compañía no registren caídas a pesar de la reducción en el número de unidades. Tim Cook ha admitido que el iPhone X "ha superado las expectativas" de la compañía.
