El proyecto casi cómico de Elon Musk de vender lanzallamas al público estadounidense acaba de encontrar una barrera en el estado de California. Un político norteamericano vinculado a esta región ha anunciado su intención de trabajar en cambios legislativos para impedir que el artilugio del millonario tecnológico no salga a la venta.
Esta semana se pudo conocer que el arma ideada por Musk bajo su empresa The Boring Company, que está afincada en california, había recibido más de 10.000 reservas, cifra que sigue subiendo todavía a pesar del elevado precio del artilugio, que supera los 400 euros (500 dólares al cambio en Estados Unidos).
El millonario defiende en Twitter que su lanzallamas es "más seguro que un cuchillo de cortar carne" y que cumple con los estándares y las normativas establecidas por las leyes de EE. UU., por lo que no debería estar sujeto a ninguna prohibición. No piensa lo mismo Miguel Santiago, que quiere legislar para evitarlo en California.
Según Musk, el lanzallamas no infringe las normativas establecidas por la Comisión de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos. Por el momento, ningún otro estado se ha manifestado en contra de este excéntrico producto ideado por The Boring Company. ¿Llegará al mercado este invento o será atrapado por la polémica?
