Análisis Resident Evil 2, el remake de un clásico del terror (PS4, PS5, Xbox Series X/S, PC, Xbox One)

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Capcom se puso el listón bastante alto con el remake del primer Resident Evil cuando lo adaptó a GameCube. Ahora, y con la saga en muy buena forma, nos llega una espectacular puesta al día de la segunda entrega. Un remake que es mucho más que un mero lavado de cara, abandonando los escenarios prerrenderizados para crear una experiencia más actual. Os contamos qué guarda este Resident Evil 2 Remake.

Leon y Claire vuelven a las andadas

Resident Evil 2 es un juego de terror en tercera persona que lleva a 2019 el clásico de 1998. A diferencia del remake del primero, ahora se abandonan las cámaras fijas y los escenarios prerrenderizados para ofrecernos una cámara libre y entornos en tres dimensiones, así como una jugabilidad más cercana a la de la cuarta entrega, un juego que cambió Resident Evil para siempre.

Se trata de una adaptación muy, muy fiel a la aventura original —más de lo que esperábamos—, por lo que los fans de la obra de Kamiya van a sentirse como en casa. Creemos que Capcom ha conseguido clavar las sensaciones que nos transmitía hace 20 años. Incluso con el cambio tan grande que ha sufrido el control, sigue apañándoselas para que sintamos esa tensión al apuntar, ese miedo a lo que aguarda en cada esquina, y ese debate continuo entre gastar una bala o correr.

Queremos destacar lo bueno que es el gunplay, que, aun dejándote moverte libremente al apuntar, afina tu puntería si pasas un segundo quieto. Esto consigue un equilibrio perfecto durante los enfrentamientos, recompensándote si no te mueves con el obvio riesgo que esto supone.

Por supuesto, gran parte de Resident Evil 2 es la exploración. Conseguir objetos, abrir puertas, desbloquear caminos, resolver puzles... La esencia sigue intacta. Y, si queremos hacerla más auténtica, tenemos el modo hardcore, que no sólo cuenta con enemigos más duros, sino que desecha los puntos de control automáticos y únicamente nos deja guardar la partida con las cintas de tinta, como antiguamente.

Resident Evil 2 en 2019

Valorándolo como juego y no como remake, nos parece un juego con algunos altibajos. La parte de la comisaría es de diez, pero luego la cosa se desinfla un poco. Sigue siendo muy bueno, pero creemos que llega tan alto en la primera parte que al resto le cuesta mantener el nivel. También tenemos sentimientos enfrentados con las historias paralelas. En 1998 estaba bien, pero en 2019 echas de menos que haya más diferencias entre ellas.

Y, ojo, hay novedades (que no vamos a comentar aquí para no destriparlas), pero incluso con ellas, aproximadamente el 85% de las historias es el mismo o muy similar. Es difícil de explicar, pero visual y jugablemente es tan de 2019, que se te olvida que no deja de ser un remake, y que su estructura, desarrollo e historia son de hace de 20 años, algo que se nota especialmente en la segunda mitad de la aventura.

Aunque, como decimos, echamos de menos algo más de variedad, al menos hay bastante contenido. Tenemos las dos historias principales y sus escenarios B, llamados aquí Nueva partida [2], una galería de arte y de personajes que desbloquear, y dos modos extra. Uno es The 4th Survivor, en el que redescubrimos la aventura con Hunk, y el otro, el extraño y desafiante modo Tofu.

La duración de cada historia varía mucho en función de cómo te la juegues. Si quieres pasártela corriendo, en cinco horas te la has acabado. Si quieres explorar, conseguir todas las armas y objetos, se irá más cerca de las nueve. Y si juegas en hardcore, es posible que haya que añadir alguna que otra hora más de media.

No podemos olvidarnos de comentar el espectacular apartado audiovisual del juego. Gráficamente es excepcional, y nos deja pensando ya qué va a conseguir Capcom en la nueva generación. Nosotros lo hemos analizado en Xbox One X, y en muchas ocasiones nos ha dejado con la boca abierta. Hay momentos que, directamente, parecen una CG, gracias a los efectos de postprocesado y sus 60 imágenes por segundo.

Es cierto que no es perfecto, y vamos a ver algunas animaciones faciales mejorables, ciertas texturas algo pobres, o a los zombis bajar sus animaciones a 30 imágenes por segundo cuando están a cierta distancia. Son, en realidad, pequeños detalles, pero que no consiguen empañar en absoluto el excelente trabajo que ha hecho Capcom.

Por supuesto, el diseño sonoro tampoco falla. Resident Evil 2 cuenta con sonido binaural, y os recomendamos jugarlo con cascos o un equipo de sonido envolvente. Escuchar como se te acerca un zombi por detrás mientras apuntas al que tienes delante es algo que nos puede salvar la vida. Los pasos del Tyrant retumbando en la casa, o ese agónico sonido gutural que te pone en alerta en una habitación a oscuras. La banda sonora, de Shusaku Uchiyama, es bastante discreta y tradicional, y consideramos que ha perdido el encanto de la original. Sabe hacerse notar cuando corresponde, pero generalmente prefiere darle protagonismo al silencio.

Esta vez contamos con doblaje al castellano, algo muy de agradecer. El trabajo realizado es excelente, con actores profesionales y reconocidos, aunque la verdad es que la voz de Leon no le pega demasiado. La interpretación es genial; es simplemente que el actor que han elegido tiene una voz mucho más adulta que la que le corresponde al personaje.

El retorno al terror

Capcom ha hecho un grandísimo trabajo recuperando este clásico. Es una obra tremendamente fiel a la original, hasta tal punto que sus únicos problemas son heredados de ésta. Creemos que se podría haber potenciado un poco más la variedad entre personajes; aunque fueran pequeños detalles como cambiar los puzles, bastante sencillos de por sí, y que pierden todo el interés en la segunda vuelta.

Esto puede dividir un poco las opiniones, en función de si esperabas una puesta al día sólo en el envoltorio o algo más profunda. En cualquier caso, y con unas expectativas u otras, Resident Evil 2 nos parece imprescindible para los amantes de los juegos de terror. Es un título con una jugabilidad excelente, momentos inolvidables y una puesta en escena increíble, y que nos hace soñar con el resurgir del survival horror.

Hemos realizado este análisis en Xbox One X con un código proporcionado por Koch Media.