“Isolada” el cómic autobiográfico de Keiler Roberts sobre la maternidad, el arte y el trastorno bipolar

El noveno arte es un medio fantástico para representar distintas formas de ver y sentir la vida. En especial cuando hay algún problema de por medio, como pueden ser distintos trastornos de la personalidad o depresiones. Como ya comentamos en reseñas como las de Mi experiencia lesbiana con la soledad o Diario de intercambio conmigo misma, ambas de Kabi Nagata, llegado un punto, los cómics autobiográficos no sólo ayudan a quienes los crean. Sino también muestran a lectores que no están familiarizados con esas realidades, cómo es el sufrir una enfermedad como la depresión, o vivir junto a alguien que la tiene. Y es que los cómics permiten todo tipo de representaciones, y expresiones.

Isolada de Keiler Roberts es una de esas obras expresivas, sinceras y muy personales que muestran la vida de su autora, tal y como ella la ve, siente y vive. Esta autobiografía no cuenta una historia épica, sino todo lo contrario, cotidiana y espléndidamente normal. Salvo por un detalle, Roberts tiene trastorno bipolar y depresión. Ella lo sufrirá y su familia la acompañará en ello.

Ésta no es la primera obra autobiográfica de Roberts, en 2016 ganó un premio Ignatz por Powdered Milk, obra que aparece referenciada en Isolada como Leche en polvo, pero también ha publicado otras como Chlorine Gardens o Rat Time. Además de hacer publicaciones sobre su vida en su página web. Comentamos todo esto porque Isolada es la muestra perfecta del tipo de obra que caracteriza a la autora. Sus cómics son retazos de su memoria, de su día a día, como si quisiera dejar constancia de aquello que le ocurre en cada momento de su vida. Y es que, no olvidemos, el trastorno bipolar así como la depresión y otros aspectos de su enfermedad mental, la hacen vivir en un mundo que no está preparado para ella. Sin contar con la carga familiar que supone para ella el criar a una hija y compaginarlo con su vida familiar, y su creación artística.

En Isolada el lector no encontrará una separación de la historia por capítulos, ni tampoco una narración lineal. Ni siquiera encontrará una trama que seguir más allá de los pensamientos puntuales de la autora en ciertas situaciones. Es por ello que, quien se acerque a este cómic, debe tener en cuenta que los temas que trata Roberts se experimentan a través de la dualidad que tiene rememorando lo ocurrido en un momento dado. Así, encontramos dos páginas cómicas, seguidas de una melancólica, seguidas de tres tristes que enlazan de nuevo con una melancólica. La comedia, la tristeza y la sorpresa acompañan al lector igual que a la autora, sin un sentido lógico ni explicación alguna. Tal y como aparecen en la vida de Roberts los cambios en su estado anímico.

Estos cambios, y lo complicado de la vida de la autora, es fácil de observar cuando se ven de primera mano sus tribulaciones respecto a otros personajes como su hija Xia, su marido, sus padres o su perro. A través de ellos, y de los sentimientos y pensamientos de Roberts se presentan los temas centrales en Isolada: la maternidad, y cómo explicarle a su hija que está enferma y por eso se comporta como lo hace; la creación artística, el dudar si incluir en sus cómics historias de Xia como ha estado haciendo hasta el momento; su visión del trastorno bipolar, y su relación con los médicos y el mundo que la rodea; la familia, y cómo se comporta y convive con su marido y sus padres. Entre otros que quedan reflejados en situaciones tan cotidianas como hacer el desayuno, ir andando por la calle, o conducir.

El personaje secundario que más aparece en Isolada es, obviamente, Xia ya que al trabajar desde casa Roberts se encarga no sólo de la niña, sino también de todo el trabajo que supone el mantener la casa (limpiar, cocinar, recoger…) y compaginarlo con la creación artística. El desarrollo de su hija en la historia, junto Crooky (el perro de la familia) serán los momentos más tiernos y cómicos de la historia. Sin embargo, también crearán gracias a su inocencia momentos de claridad para el lector. En los que se entenderá mejor que en ningún otro momento de la obra, lo que significa convivir con una persona con una enfermedad mental como el trastorno bipolar.

El apartado gráfico de Isolada es muy sencillo e impactante debido a la presentación que hace de los temas. El dibujo se caracteriza por ser de trazo muy fino, en un blanco y negro puros sin degradados. Como si la polaridad que siente la autora se reflejara en esos dos colores, sin tonalidades intermedias. En cuando a la narrativa, como ya hemos comentado, varía entre escenas sin separarlas por episodios. Por lo que podría resultar confuso. Sin embargo, en seguida se entiende la forma de expresarse de Roberts.

La plantilla que utiliza en cada caso varía dependiendo de lo que quiere contar. El máximo número de viñetas que se pueden ver en una página son tres filas de dos viñetas. A partir de ahí hará variaciones hasta llegar a viñeta única a página completa. Así, si la anécdota que quiere contar es algo tan sencillo como un comentario puntual, utilizará la viñeta de página completa. Si necesita desarrollar más el tema, seis viñetas por página y utilizando tantas de éstas como crea necesario. Así, al hacer esto de forma continua, mantiene un diálogo con el lector en el que le va mostrando cómo se sentía en cada momento sin necesidad de expresarlo con palabras, creando una doble lectura de cada escena.

Isolada de Keiler Roberts es una obra magnífica para erradicar prejuicios acerca de las enfermedades mentales. La autora no sólo nos muestra su día y día, y sus tribulaciones interiores. Sino que, a través de la forma en que lo plasma, nos presenta una nueva forma de ver el día a día. Y de recordarlo. Y es que, lo único que necesitamos para entender a quienes ven la vida distinta a nosotros, es aprender a verla como ellos. Y Keiler Roberts lo consigue de forma magistral.

Título: Isolada
Guion, dibujo y color: Keiler Roberts
Edición Nacional: Alpha Cómics
Edición Original: Koyama Press
Formato: Rústica, 128 páginas
Precio: 16,00€