“Todo es inflamable” de Gabrielle Bell el cómic autobiográfico que relata la relación con su madre a partir de un incendio

La editorial La Cúpula continúa publicando en castellano obras de Gabrielle Bell, a quien ya conocemos en España por obras como Cecil y Jordan en Nueva York, u otras más relacionadas con su propia vida como Afortunada o Voyeurs, todas ellas publicadas también por La Cúpula. En esta última la autora ya mostraba a los lectores sus episodios de ansiedad, así como parte de sus relaciones personales y su forma de ver el mundo y enfrentarse a él. Por suerte, la habilidad de la autora para presentar esta historia hace que no sea necesario el haber leído sus otras obras para disfrutar de ésta.

En Todo es inflamable Bell vuelve a utilizar su propia vida, y la de sus conocidos y familiares, como material artístico. Sin embargo, en este caso no sólo recorrerá su camino junto a su madre, sino que se remontará al pasado de ambas. Dando sentido a muchas facetas de su presente. La historia se inicia cuando Gabrielle recibe una llamada donde se le informa que un incendio ha destruido por completo la casa de su madre. Agobiada, preocupada y con los niveles de ansiedad por las nubes, Gabrielle pide a un amigo que la acompañe hasta California para evaluar la situación y ayudar a su madre en todo lo posible.

A partir de ese momento, y durante toda la obra, Gabrielle comparte con el lector todos sus viajes, todas sus decisiones, pensamientos y recuerdos. Ya que el reencuentro con su madre en una situación tan extrema, y extraña, hará que la autora tenga que hacer frente a fantasmas del pasado. Y todo ello abriéndose en canal ante el lector, ya que no sólo cuenta lo que está pasando en cada momento, sino también sus pensamientos ante cada evento que se presenta ante ella durante ese año tan complicado de la vida de ambas.

La autora se enfrenta a su pasado y al de Maggie, su madre, a partir de la fortaleza que ambas encuentran al verse desprovistas de todo. Estar a la intemperie por culpa de un accidente fortuito las hará fortalecerse la una a la otra. Reencontrándose emocionalmente en el camino. Bell muestra una realidad completamente mundana, historias humanas sin mayor épica que la del día a día tras un desastre, burocracia incluida. Ya que ambas deberán enfrentarse no sólo a la reconstrucción de un habitáculo, sino también al tedio de recuperar y renovar papeles. Una parte de la historia que, si bien no es la más interesante, sí hará que surjan conversaciones que de otra forma no aparecerían en una obra como ésta. Y éstas sí que son increíblemente interesantes.

Además, Bell continúa desarrollando en sus obras, y ésta no es una excepción, una especie de terapia al plasmar todo lo que ocurre en su mente. En Todo es inflamable aparecen distintas conversaciones que la autora repetirá en su cabeza durante la noche, creando conversaciones consigo misma. Mostrando al lector sus inseguridades, y la forma que tiene de lidiar con ellas.

El apartado gráfico de Todo es inflamable está muy relacionado con ese aspecto de diario en el que volcar todos los pensamientos de la autora. Como ya se ha comentado, la obra comprende un tiempo estimado de algo más de un año en la vida de Bell, por lo que todos los pensamientos y ocurrencias de la autora en ese tramo de su vida se ven reflejados aquí. Cercano al underground, el estilo de dibujo de la autora parece sucio y de trazo grueso. Sin embargo, ninguna de sus viñetas prescinde ni de fondos ni de detalles. Se aleja del aspecto realista para crear un diseño como de anotaciones de viaje, o de ese mencionado diario. El dibujo de Bell acompaña el extenso y denso texto de la obra.

El único aspecto gráfico que se repite en toda la obra es la organización de las viñetas, ya que en todas las páginas utiliza una cuadrícula de dos por tres viñetas. Sin embargo, ningún episodio tiene el mismo número de páginas. Como si de un verdadero diario se tratara, la autora utiliza más o menos páginas para contar cada anécdota. Y cuando termina de contarla, si es necesario, deja de dibujar. De esta forma a veces encontraremos episodios cuya última página está en blanco. U otros donde la última viñeta queda a mitad de página. Como si la autora hubiera dicho hasta aquí, esto quería anotar sobre esta anécdota. La edición en rústica de La Cúpula, así como el papel grueso y mate utilizado, acompaña esa sensación de cuaderno de viaje mezclado con diario íntimo.

Todo es inflamable es una obra centrada en la cotidianidad y humanidad de su autora y su familia. Tanto las protagonistas como los secundarios quedan representados por Bell con todas sus aristas. Se trata de una historia humana, contada desde las entrañas de la autora. Una obra que, si bien no es para todos los públicos, hará las delicias de esos lectores que quieran leer historias reales donde la autora se entrega por completo.

Título: Todo es inflamable
Guion, dibujo y color: Gabrielle Bell
Edición Nacional: La Cúpula
Edición Original: Unciviliced Books
Formato: Rústica con solapas, 164 páginas
Precio: 19,90€