Regreso al Edén, el sentido homenaje de Paco Roca a su madre que te emocionará como si fuera la tuya

¿Cuánto sabemos verdaderamente de dónde venimos? ¿Por qué es tan complicado indagar en el pasado de los familiares? ¿De dónde nace el tabú de acceder a determinados aspectos de sus vidas, aun habiendo finalizado la dictadura hace más de cuarenta años? Son cuestiones que, probablemente, todo el mundo se ha hecho a lo largo de su vida pero que pocos han tenido el interés suficiente como para buscar las respuestas.

Del mismo modo que Antonio Altarriba nos emocionó con las vivencias de su madre con El Ala Rota tras tener un éxito previo rememorando a su padre (El Arte de Volar),  u otros ejercicios similares como el Jamás Tendré 20 Años de Jaime Martín, Paco Roca hace lo propio con Regreso al Edén. Es una conexión obvia, pero el acercamiento y las épocas recreadas son tan diferentes como complementarias.

El formato apaisado es lo único que tiene que ver con La Casa. Si en esa novela gráfica la aproximación era personalista y el hilo conductor eran unos hijos recordando su infancia, en esta el valenciano se coloca en el punto de vista del narrador omnisciente. Y a través de él, se permite hacer divagaciones, reflexiones políticas y adentrarse en la psique de todos y cada uno de sus personajes.

Portada de Regreso al Edén.

La ambición y el alcance de esta obra es mucho mayor a causa de eso. No es una narración tan clásica puesto que tiene mucho de ensayo alrededor de la necesidad de la memoria histórica. Pero eso no significa que no se sienta como un trabajo humanista que crea un impacto hondo en cualquier tipo de lector.

El punto de partido es una foto familiar alrededor de la cual el autor se preguntó cuáles fueron las circunstancias que giraron alrededor de una imagen cuyo significado va más allá al de capturar el momento. Y es que, para Antonia, la protagonista de esta historia, suponía todo aquello que ha definido su vida y, por tanto, es algo que ha querido preservar con todas sus fuerzas y cariño.

Cabe destacar que lo hace en un ejercicio de ficción que de ficción tiene poco. La pone en valor como único método con el que poder escapar de las realidades más grises y tristes. Pero, si se entiende la religión católica como ficción, también puede ser empleada como método represivo e, incluso, encontrar una esperanza dentro de ella.

Si algo viene a demostrar Paco Roca es que es alguien profundamente empático y curioso. Y esta trabajo se demuestra, otra vez, un nivel de minuciosidad en la documentación absolutamente apabullante. Este relato histórico tiene mucho de cotidianeidad y de verdad solo alcanzable a través de entender a la perfección la idiosincrasia con la que crecieron su madre y su abuela.

También sorprende la valentía que ha tomado a la hora de intentar mostrar a su familia, con todas las miserias y necesidades que han pasado. Él mismo entiende que eso es él. Y también logra hacer que la escala más minúscula sea internacional. Estos pequeños retazos de sus antepasados son ejemplos que retratan perfectamente la historia de tantas y tantas familias de este país.

En ese sentido, no es difícil imaginar a este autor con un gran entusiasmo tratando de ser todo lo respetuoso posible. Y eso se contagia a través de todas ya cada una de las viñetas de Regreso al Edén. Se destila un cuidado a la hora de plasmar sin juzgar con una intención más de comprender que de juzgar moralmente a ningún personaje (aparte, claro está de las explicaciones políticas que explican muchas de las conductas aquí representadas).

Esta novela gráfica es, probablemente, la que tenga un mayor de compromiso que, a buen seguro, convencería hasta a aquellos que estarían ideológicamente en el espectro contrario. Es imposible no encariñarse y sentir lástima de todas y cada una de las desventuras que aquí se incluyen. Diminutos retazos de realidad y de dolor que encogen el corazón. Este dibujante sigue logrando sobrecoger y apelar a lo emocional a través de la experiencia humana como pocos o ninguno lo han hecho. Y este es el principalmente aquello que lo ha convertido en quien es hoy.

Es una lectura más densa de lo habitual, al tener unas intenciones más altas. Pero eso no debe echar para atrás a nadie, porque no tiene ni una sola viñeta insustancial y logra captar tu atención desde la primera página.

Una de las sorprendentes composiciones de Paco Roca.

¿Qué decir de Paco Roca a estas alturas? Un artista de un nivel extraordinario que es el único que logra unir lo comercial y la excelencia crítica a través de un estilo tan propio como irreplicable y sin dejar de hablar de aquello que le obsesiona.

Sin embargo, se nota que en esta obra ha tomado más riesgos gráficos: desde el arranque ya hay una marcada declaración de intenciones tanto temáticas como formalistas. Aquí practica nuevas maneras de lograr sintentizar mucho, aplicando recursos como infografías, árboles genealógicos, etc. Pero lo verdaderamente innovador es como se atreve a incluir documentos fotográficos reales, o a practicar distintos juegos estilísticos para marcar los distintos niveles ficcionales. Aunque la palabra es el vehículo principal para exponer las ideas, en ningún momento deja de ser una obra eminentemente visual. El artista está en plena madurez con un estilo tan reconocible como depurado y que, por si fuera poco, prueba distintos experimentos con éxito.

La edición de Astiberri no incluye ningún extra, más allá de los agradecimientos del autor. 

Regreso al Edén habla de la vida de una madre. Pero habla de todas las que perdieron. Las que sufrieron lo indecible para que nosotros no tuviéramos que hacerlo. Una novela gráfica que va logra hacer justicia a través del arte. Eso que salvo la vida a los familiares del artista cuándo más lo necesitaban. Así que mejor será que se recuerden sus historias. Porque un día será la tuya la que se diluya en la nada.

Título: Regreso al Edén
Guion, dibujo y color: Paco Roca
Edición Original: Astiberri
Formato: Cartoné apaisado, 176 páginas a color
Precio: 18,00€