Una de las creaciones más inesperadas que legó Neil Gaiman a DC Comics durante su paso por la editorial a finales de los noventa fue Los Libros de Magia. En esa historia se presentó a Tim Hunter, un mago adolescente con gafas y pelo negro llamado a ser el elegido que traería equilibrio en el mundo mágico. En el momento en el que se despertaron los poderes lo entrenaron los magos más destacados de ese rincón de DC.
Fue una historia publicada en el sello Vertigo que, a pesar de que gustó mucho y que desde el principio tuvo un núcleo duro de seguidores, no tuvo mayor continuidad. Sin embargo, el éxito de Harry Potter, con la que guarda multitud de similitudes, se llevó todo por delante. Incluyendo a este personaje que quedó relegado a un olvido por el gran público.
El relanzamiento de Universo Sandman ha traído consigo una de multitud de títulos relacionados con Morfeo. El único que no ha tenido nada que ver de esta hornada es este. A pesar de ello, todo ha quedado unido y cohesionado gracias al número introductorio.
Y, tras él, se llega a este arranque de la serie regular de Los Libros de Magia. Se trata de un cómic con una propuesta bastante similar a otras en la misma línea del sello young adult de la editorial. Y es que, como es lógico, es la serie con la que quiere apelar e introducir a este universo a un público joven al que las otras series se le pueden hacer demasiado farragosas.
Por tanto, el retorno de Tim Hunter es un reinicio absoluto de la franquicia. Eso trae consigo una serie de cambios integrales respecto a la historia fundacional de Gaiman, abrezando una serie de cambios. La guionista entiende que la premisa es esa y la integra en el título. Sin embargo, el problema viene cuando estos hacen que una historia que era muy estimulante en su inicio gracias a esa frescura de la propuesta, se convierta en algo demasiado convencional y rutinario.
La escritora Kat Howard, inteligentemente, opta por buscar una identidad propia y que no sea deudora del trabajo de Gaiman. Se ha decidido convertirlo en una serie de instituto con un personaje que tienen una vida paralela y mágica. Es en la combinación de ambas donde surge la mayor parte de los conflictos. Viene a ser el equivalente de Ultimate Spider-Man o de la nueva versión de Sabrina de este universo. Una puerta de entrada para todos los lectores que no quieran tener un bagaje demasiado extenso.
Si bajo ese prisma, solo puede ser vista como un acierto. Además, tiene un ritmo considerablemente ágil, su lectura es sencilla a la vez que va en la línea imaginativa del estilo de Gaiman, aunque esta sea la serie con un carácter más realista. Y tal vez sea ese el motivo por el que se aprecia un trabajo marcado por cierto encorsetamiento y deja un poso de que esto ya ha sido leído mil veces, sin aportar algo que sea fresco.
No destacará por ser una proeza narrativa, ni por ser la lectura más estimulante pero tampoco es la intención. Si algo se prioriza por encima de todo es el de un espíritu aventurero en un coming of age. Todo ello aderezado por esa idea de que se adentra en un universo más grande que él y que no comprende. De ahí proviene la parte más misteriosa y las tramas horizontales. Tiene una construcción dramática notable que, aunque no logre ser de lo más interesante, sí que despierta cierto interés.
También es un ejemplo en el que el conflicto externo están más claros, con lo que el entretenimiento prima por encima de todo. Es una serie en la que es muy fácil entender qué hay en juego, donde el protagonista es un personaje desvalido para la misión y que promete una evolución. Son recursos narrativos que pueden resultar manidos si no se les da un toque diferencial (cosa que no se encuentra en Los Libros de Magia) pero que funcionan como un tiro a la hora de generar el enganche inmediato en el lector.
Por ello, cuando uno se acerca a esta lectura sabe que promete un desarrollo en el que lo potencialmente interesante vendrá más adelante. Ni siquiera el mejor producto llegó a ser lo mejor de lo mejor en sus primeros acercamientos y la historia que propone Fowler tiene los suficientes mimbres como para que el lector pueda darle más oportunidades.
Sustituir a un portento gráfico como John Bolton no es tarea sencilla para ningún artista. Y por ese motivo, el artista Tom Fowler no busque hacerlo. Está más centrado en hacer que el ritmo de lectura sea sencillo, con un estilo absolutamente clasicista. No busca innovar ni reinventar nada ni quedar por encima de la historia, si no ir a favor de ella. Tal vez, el dibujo más de artesano de todos los que se pueden encontrar en las cuatro series.
La cuidada edición por parte de ECC Ediciones incluye portadas alternativas y diseños de Fowler en un robusto tomo cartoné.
Los Libros de Magia pierde mucho del gancho y la espectacularidad que tuvo este título en sus primeras andaduras. Pero, a cambio, se da una historia con mayor desarrollo, más accesible y cercana a las necesidades de un lector contemporáneo.
| Título: Universo Sandman: Los Libros de Magia |
| Guión: Kat Howard |
| Dibujo: Tom Fowler |
| Color: Jordan Boyd |
| Edición Nacional: ECC Ediciones |
| Edición original: DC Comics |
| Formato: Tomo cartoné de 160 páginas a color |
| Precio: 20.50 € |