Marta Tutone (Liana Editorial) «Las obras que me han convencido, que me han fascinado, son aquellas con las que he tenido un flechazo fuerte.»

En la última selección de los Esenciales de la Asociación de Críticos y Divulgadores de Cómic aparecían dos cómics (Melvina, Verdad) que han sido publicados por una pequeña editorial, Liana Editorial, que hasta el momento era desconocida para gran parte de los lectores, pero que ha sabido hacerse un hueco en la muy competitiva industria del cómic patrio en pocos meses. Creada en 2019, el catálogo de Liana Editorial ya ofrece pequeñas joyas que no podemos dejar pasar. Para conocer más en profundidad los orígenes, el presente y los planes de futuro de Liana Editorial, hemos entrevistado a su editora y máxima responsable: Marta Tutone. A continuación os ofrecemos la entrevista.

Entrevista a Marta Tutone (Editora de Liana Editorial)

Hola, Marta. ¡Muy buenas!

¡Hola, Pedro! ¿Qué tal?

Muchas gracias por atendernos para hablar de Liana Editorial. Además, en mitad de las vacaciones.

Muchas gracias a vosotros.

Voy a excusar a la gente que no conoce a Liana Editorial, pero es que la verdad es que es una editorial muy jovencita.

Muy joven (risas). Los primeros títulos salieron en marzo de 2019. Por tanto, llevamos un año y medio ya. Salimos con un álbum ilustrado infantil. Y con un cómic de la colección Bromelia, que es una colección de cómics para el público juvenil y adulto, sin distinción de edad.

Nuestros títulos son historias que yo creo que siempre pueden interesar a público amplio. Entre juvenil y adulto, que yo creo que es bastante permeable. Empezamos con estas dos colecciones: Los Nenúfares para los álbumes ilustrados y Bromelia para los cómics. Y luego añadimos una tercera colección que son cómics para primeros lectores, que son álbumes, pero con viñetas y texto pensado para los primeros lectores. Me tiene superfascinada el buscar títulos para esa colección. Es muy divertido. Sobre todo, porque empezamos con la serie de Fox+Chick, de Ruzzier, que para mí es un artista maravilloso. Es algo en lo que lleva trabajando años y es muy divertida esa serie.

Estoy superfeliz con que haya podido tener esos títulos nada más empezar. Ha sido toda una alegría.

Y luego, algo que me interesa mucho, pero que por el tamaño de la editorial solo podrá tener un título al año, es aprovechar el impacto visual o las ilustraciones bonitas que tiene el álbum ilustrado para hablar de temas de no ficción, libros informativos. Y tengo una colección que inauguré justo en marzo de este año, 2020, que se llama Muérdago. Es de no ficción. Siempre libros ilustrados porque Liana Editorial ha nacido como una editorial de libros ilustrados. Y la ilustración tiene un peso importante en la selección de los títulos, evidentemente.

La colección de no ficción la inauguramos con un libro sobre la menstruación. Es una guía muy divertida y directa pero también muy, muy detallada. De hecho, una de las dos escritoras es pediatra y experta en sexualidad en los adolescentes. Y la otra, Yumi Stines, es una periodista que tenía un programa en el que hablaba de todo lo que rodea el mundo de las mujeres. De repente, se dio cuenta de que el tema de la menstruación interesaba mucho y entonces contactó con Melissa Kang y escribieron este libro. Y ahora llevan muchísimos programas dedicados a este tema. Y a mí me gustó muchísimo y con esto hemos inaugurado una colección.

Tengo cuatro colecciones en año y medio, pero bueno. Irá despacito. Un libro al año de no ficción sobre un tema que me parezca interesante. Luego hablo en plural, pero siempre estoy yo. Esto es por mi formación en las redes, donde siempre hablar en plural (risas). Pero, en realidad, es un proyecto totalmente unipersonal. Pero he tenido mucha suerte porque el diseñador gráfico con el que trabajo es muy profesional y me he encontrado fenomenal trabajando con él. También me da muchos consejos. Yo lo considero una persona de Liana, pero realmente el proyecto lo llevo yo de momento. Menos por la parte de la rotulación y la maquetación que, evidentemente, se encarga un profesional.

Gabriel, ¿no?

Sí, Gabriel [Regueiro]. Maravilloso. También he tenido suerte con esto porque desde que empecé no he parado de aprender, de tener buenas experiencias… Y, bueno, ahora ha sido un momento complicado para todos. También para el sector editorial. Pero yo creo que también nos ha dado la posibilidad de reflexionar sobre muchos temas y vas haciendo poco a poco. Todavía tengo mucho optimismo. Estoy muy contenta de esta aventura.

La gente no lo sabe, pero de los mails que intercambio con Marta se desprende esa ilusión con cada una de las obras que saca. No es un editor que saca X obras, que tiene una rutina o una rueda. Aquí hay ilusión de verdad. Si hubiéramos hecho esta entrevista hace dos o tres meses, tampoco tanto, pues sí que habría puesto más el foco en la línea ilustrada y en los cómics infantiles y juveniles. Pero, claro, es que las dos últimas obras de Liana Editorial: Verdad, de Lorena Canotiere y Khalat, de Giulia Pex, son relatos duros a nivel sociopolítico, actuales… Entonces, sí que puede pillar desprevenido a alguien que está habituado a vuestras obras anteriores y que de repente se encuentra con esto. ¿Este paso estaba previsto y fue orgánico? ¿Cómo te lanzas a esto?

No lo había enfocado así. Mira, en verdad, me he dado cuenta de que, de alguna forma, las obras que me han convencido, que me han fascinado (y hay que tener en cuenta que publico pocos títulos al año) son aquellas con las que he tenido un flechazo fuerte. Me he dado cuenta de que, evidentemente será algo personal porque me parece importante, me gustan mucho los relatos biográficos, autobiográficos o biografías ficticias, como en el caso de Verdad. Evidentemente, siempre hay un trabajo de investigación históricas, pero en Verdad la protagonista es ficticia. Aun así, son historias muy fuertes, donde hay una biografía detrás, con las que se nos quiere contar algo. Yo metería en esta línea también a Papaya Salad. Es la historia de una persona que se encuentra en un momento muy peculiar viajando de Tailandia a Europa.

Cuando conocí la obra de Lorena Canottiere a través de su último cómic. Y de repente dije: “¡Ah! Pero si conocía otro”. Era de hace años. Pero volví a ver una obra suya y me encantó. Yo, de hecho, te lo voy a decir en plan spoiler, pero publicaré el último trabajo de Lorena Canottiere que salió este año en Italia. Lo publicaré en 2021, a principio de año, si todo va bien. Hay que ir mirando cómo evoluciona todo, pero, en principio, será uno de los primeros títulos del año.

Me enamoré de este cómic y, de repente, me di cuenta de que no conocía el anterior. Era Verdad. Quise leerlo. Y ahí fue ya cuando vi claro que lo quería publicar. Y cuando me hice con los derechos, me contactó Norman Fernández de la Semana Negra de Gijón y me dijo que Lorena Canotierre iba a ilustrar el cartel de esa edición y que en la exposición que iban a organizar, iban a haber originales de la novela gráfica Verdad.

Entonces, decidimos que, aunque mi intención era publicarlo después del otro, más adelante… Entre el estado de alarma y todo, pues no lo veía claro. Pero fue todo un entusiasmo hasta tal punto que dijimos que sería bonito tener el libro para cuando se celebrase la Semana Negra, que tuvieron la suerte de celebrarla con las máximas medidas de seguridad.  Y fue todo maravilloso porque todos necesitábamos reunirnos alrededor de lo que nos gusta. Y más en un evento cultural tan bonito. Fue una experiencia maravillosa poder ir y tener el libro para esos días.

Y por eso adelanté la salida de Verdad. Es una historia, en realidad, de una mujer, de su crecimiento y de su búsqueda de un sitio en el mundo siguiendo una utopía. También se cuestiona la idea de esa utopía.

Eso es. Al final se aleja de la Guerra Civil y es una catarsis completamente personal y vital.

Completamente personal, sí.

Yo creo que tiene ciertos paralelismos con la actualidad. Esa idea de irse al monte a vivir y alejarse de las ciudades. Te da algo en lo que pensar. Aunque es dura.

Me gusta mucho porque es un momento vital muy importante. Está la primera parte, en la que vemos a la protagonista de niña. Entendemos cómo le ha influido, por un lado, la mitología de lo que ella ha vivido. El pueblo, los cuentos, la tradición… Y, por otro, lo poco que ella sabe de su madre, que ella realmente no conoció. Ahí entra la historia del Monte Verità. Es un lugar que existió realmente, fue una comuna libertaria por la que pasaron las mentes más brillantes del siglo XX. Entonces, claro, ese fue un lugar en el que se reflexionó sobre muchos temas artísticos, filosóficos y sobre la sociedad, que estaba en un momento crucial y que luego, en algún momento, se perdió.

Tiene un poco de esa búsqueda de dónde le pudo haber venido esa idea libertaria de un lugar utópico. Va en busca de ese lugar que al final se convierte en un no-lugar. Ella no encuentra su lugar. Es una utopía casi en el sentido etimológico.

A mí me interesaba mucho porque, es verdad, está ambientado en la guerra civil. Hay una investigación de la cartelería, de los colores. A nivel gráfico está muy, muy logrado. Soy alguien parcial, pero Lorena me parece una de las artistas más interesantes del panorama italiano actual. Sus ilustraciones son muy especiales. De hecho, ella contaba en la conferencia que dio en la Semana Negra que, al principio, Coconino, su editor en Italia, le dijo que no podían publicar un cómic sin negros. Ella utilizaba los colores primarios y, efectivamente, no hay ningún negro en esta obra más allá de los textos de los bocadillos. Y es verdad que al principio te choca, pero bueno.

Me parece muy interesante porque no es un cómic sobre la guerra civil. Es un cómic sobre la historia de una mujer que también da mucha importancia a las mujeres que lucharon. También han sido objeto de muchas investigaciones por parte de Lorena.

Se apuntaron a las Brigadas Internacionales al principio, pero en seguida ellas mismas se vieron aisladas. Sí, la verdad que tiene esa lucha entre el pragmatismo y la utopía. Además, yo le doy mucho mérito porque Verdad se publicó muy a finales de junio. No sé qué día sería…

El diecisiete.

Y hubo un run-run. En seguida comenzó a hablarse de Verdad y llegamos a elegirla entre Los Esenciales de la Asociación de Críticos y Divulgadores de Cómic. Y con un recorrido de diez días.

Pues sí. Es muy emocionante. (risas)

Quiero comentar un par de cosas que has mencionado de pasada, pero querría profundizar en ellas. Una es el tamaño de la editorial, que has dicho que es autogestionada prácticamente por ti. Pero también quiero hablar respecto al número de títulos que publica. Para que la gente se haga una idea de la cantidad de títulos al año que aspiras a publicar.

Y la otra pregunta tiene que ver respecto a que a poco que investigues, te das cuenta de que lo que publicas son obras editadas en Italia. Y si eso tiene una explicación.

Sobre el tamaño de la editorial, este es un proyecto que empieza pasito a pasito y quiero hacer las cosas bien. Es importante seguir todas las fases de la creación del libro. Entonces, no podía empezar publicando muchos más títulos. He empezado con seis títulos que, a efectos reales, son ocho porque algunos también han salido en catalán. Pero digamos que son seis obras las que he elegido.

Y luego para este año pensaba crecer y llegar a publicar diez. Pero como ha sido un año muy especial, al final serán ocho. Es todo ir probando, ir midiendo, ir construyendo poco a poco e ir haciendo lectores. Por eso los números de los primeros dos años no son del todo fiables porque yo espero que poco a poco nos vayan conociendo más.

Y, en principio, para sobrevivir con libros de este tipo y con lo que es mi público actual, debería tener diez títulos al año como mínimo. Y eso es a lo que aspiro. No aspiro a mucho más ahora mismo porque quiero seguir cuidando cada título.

Mimando todos los cómics.

Sí. Y si en un futuro son más títulos, no lo sé. Pero en ese caso, seremos más, evidentemente. O sea, si estoy yo sola eso es lo que puedo hacer bien.

Y, sí, hay más títulos italianos. Porque yo soy italiana. Y hay algunos títulos y autores que yo conocía como lectora y me preguntaba que por qué no los publicaban en España. Ese es es un mercado que conoces mejor, que puedes leer bien en tu idioma original. A veces te llegan propuestas en inglés… Pero los italianos son libros que puedo leer bien, muy bien. Y que al final acaba siendo para mí un poco romántico el que después de tantos años viviendo en España (yo he vivido en Madrid) pueda hacer algo que, de alguna forma, conecte dos partes importantes de mi vida. Es por eso.

De hecho, Liana, el nombre, viene un poco por italiana, también. Y por liarse la manta a la cabeza, y por la liana de los árboles… El tema de la conexión me interesa mucho. Estas lianas que quieren ser raíces. Y al final no llegan a serlo en muchos casos. Me gustaba mucho. Pero un poco por italiana, también.

Pero no van a ser solo cómics italianos. Ya te anticipo que a finales de septiembre saldrá un cómic juvenil noruego. Nos vamos a otras latitudes. Salvo por los títulos en catalán, que los traduce la traductora Berta Carreras, el resto de títulos los he traducido yo. Y esta va a ser mi primera experiencia con una traductora de otro idioma. Tuve la suerte y el honor que me lo tradujera Ana Flecha Marco, una traductora de noruego maravillosa. Y saldrá a finales de septiembre.

Quiero centrarme en los títulos italianos, pero, en realidad, sí me gusta poder acercar a estos autores que, al final, acabo conociendo mejor. Me gusta ser como un enlace de primera mano. Y esa es la razón.

Melvina está publicado en tapa dura. Ahí hay una apuesta muy clara. Es una joya que hay que aprovechar.

Melvina y Papaya Salad han sido en tapa dura. Además, tienen muchas páginas. Papaya Salad, además, tiene los cantos de color.

Pues sí, me gustan las ediciones bonitas y cuidadas. Y, bueno, hay que pensarlo muy bien. Creo que Melvina se lo merece y es bonito para los niños tener esa tapa dura. Ese mundo del álbum que todavía está muy presente, pero es una lectura más larga. Y me gusta que se mantenga también esa conexión con el álbum. Es un mundo fascinante y los niños de hoy tienen la suerte de tener muchísimos más álbumes de los que se tenían antes. Y hay un mundo maravilloso ahí.

Me gustaba ver Melvina porque tiene esas ilustraciones tan evocadoras en acuarelas. Me gustaba el mantener la conexión con el mundo del álbum. Y lo de la tapa dura ha sido fundamental.

Para que se animen, ¿no? Todavía queda mucho para los Reyes Magos, pero siempre es buen momento para regalar un cómic para una niña o un niño.

La verdad que Melvina está gustando bastante, sí. A mí no me gusta poner edades porque depende mucho de cada lector. Pero por el tipo de libro que es…

Más juvenil que infantil.

Sí, pero a los adultos nos puede gustar porque tiene una conexión con esos momentos…

Rachele (Aragno, la autora) es muy lista porque produce un coprotagonista adulto y, entonces, el lector adulto que lo esté leyendo se siente inmediatamente identificado.

Claro. Y a veces te ves también desde el otro lado. Si le exigimos o no le exigimos algo a los niños en esos momentos en los que pueden tomar sus propias decisiones. El modo en el que nos portamos nosotros. ¿Les dejamos? ¿Les estamos sugiriendo nosotros cómo deberían actuar? Creo que también es bonito que lo lea un adulto. Aunque, evidentemente, este libro nace para que puedan leerlo con autonomía los niños de a partir de unos ocho años. O más pequeños con ayuda. Eso depende del lector. Por eso no me gusta poner edades.

Mi hijo, Mario, al que le gustan los libros de acción, tendría unos siete años cuando valoramos el proyecto y me dijo que lo tenía que traducir, que este libro es maravilloso. Entonces, claro, yo ahí ya no tuve más remedio.

A los que nos estén leyendo, dadle una oportunidad a esta Melvina. Hablo de memoria, son unas 280 páginas en tapa dura y a un precio superajustado.

Y también salió entre los Esenciales. Fue una gran sorpresa porque para mí fue muy emocionante que estuviese ahí ese cómic porque han sido nuestros dos únicos títulos que han salido desde el estado de alarma. Y que estuvieran ambos en esta selección me pareció superemocionante.

¿Cómo me va a faltar ilusión, Pedro? ¡Si luego me pasan esas cosas!

Es gasolina.

Claro, sobre todo después de ese momento en el que estás dándole muchas vueltas. ¿Publico un título en este momento? A lo mejor pasa desapercibido… Te sientes un poco mal hacia tus pequeñas criaturas. Y que tuviésemos ese reconocimiento me pareció una carga que dan ganas de hacerlo bien o mejor.

Además, no pueden ser más distintos Melvina de Verdad.

Si, la verdad es que lo único que tienen en común es el hecho de… Bueno, ahí están los sueños y las utopías también. La protagonista femenina preguntándose quién es, la búsqueda de tu propio lugar del mundo. Es un poco donde están los dos.

Pero es verdad que son dos historias muy distintas.

Además, Melvina tiene ese dibujo tan, para que lo entienda el lector de cómic americano, de Jill Thompson. Funciona estupendamente.

Sí. Tengo cierta debilidad por las acuarelas en los libros, sobre todo. Me gusta mucho.

Ruzzier en los álbumes infantiles usa tinta y acuarela. Y la verdad es que me doy cuenta de que tengo cierta debilidad. También hay muchos títulos que me gustaría publicar que acaban publicándose. Hay muchos libros que digo: “¡Ay! Me encantaría”. Y no puedes publicarlo todo.

Eso te iba a preguntar. Tu cuando buscas títulos, ves que han sido negociados por tal o cual agencia.

Hay algunos títulos que sí que me han llegado por propuestas de agencias. O, en el caso de Lorena, fui yo quién busqué quien gestionaba los derechos de Lorena. A veces, en lugar de llegar al autor, si este ha contratado a un agente, tengo que contactar con el agente. O recibo propuestas de agentes que me proponen sus títulos. Es el caso, por ejemplo, del libro noruego.

Es una historia más bonita todavía. Yo fui a la feria de Bolonia y entré en el pabellón noruego y, claro, yo ojeaba esos libros, pero no entendía una palabra, evidentemente. Y no había nadie en ese momento, no pude hablar con nadie. Entonces me quedé con la tarjeta de la agencia, los contacté y ya me mandaron el PDF. Afortunadamente ya tenían el PDF entero en inglés y pude leerlo bien. Porque cuando ojeé ese libro ya me había hecho una idea de la historia y no iba tan desencaminada.

Más o menos lo había entendido, pero lo leí ahí de pie. 378 páginas en el pabellón de Noruega de la feria. (risas). Estaría yo una hora entera con este cómic entre manos, ojeándolo, porque no podía leerlo. Y ya cuando lo leí me pareció maravilloso.

En ese caso, el papel de la agencia es fundamental. Porque, evidentemente, solo con el hecho de que te puedan mandar una sinopsis o, incluso, el cómic entero en inglés, ya permite que te hagas una idea. Ya lo puedes leer. En ese caso, fue superimportante.

A casi todos mis autores italianos ya los conocía o seguía su trabajo de antes.  Pero en el caso de Hola, Menstruación, la guía sobre la menstruación, y en el caso del libro llamado Shhh, un libro sobre los secretos que va a salir a finales de septiembre, ha sido fundamental la mediación de la agencia. Y ahí tienes que ponerlos también en los créditos, claramente. Es un trabajo muy importante.

Y este año como no se han podido celebrar las ferias, ha sido distinto. Esa casualidad que se dio el año anterior para mí, ya no se da. Todo son catálogos que te llegan por mail o reuniones por Zoom. Ya no hay esa magia, llámalo casualidad. Pero se ha seguido moviendo la información sobre los títulos y los autores. Eso ha seguido vivo en el sentido de la comunicación.

Ha sido un placer. Espero que mucha gente haya descubierto Liana Editorial porque os haya interesado esta charla. Es una editorial que mima sus obras. No lo digo como algo despectivo hacia otras editoriales, pero se nota. Por ejemplo, en un tema que ya ha salido: la rotulación. En España se publican al año 3500 cómics. Eso el año pasado. Este será unos cuantos menos por culpa del coronavirus. Pero la cosa es que publican muchos cómics y tú puedes notar cuando una editorial está cuidando un poco menos su producto. Las relaciones es el punto más débil de algunas editoriales más pequeñitas, porque llegan a lo que llegan. Es todo entendible.

Pero aquí se nota que se han cuidado todos los detalles. Hasta con el precio ajustado. Así que espero que, de verdad, hayáis descubierto a Liana Editorial con esta entrevista. Marta, ¡Muchas gracias y mucha suerte! Espero que siga yendo todo estupendamente.

Muchísimas gracias, Pedro, por darme este espacio. Y tu entusiasmo también está muy bien. (risas)

Es contagioso. No ocurre en todas las ocasiones. Pero, al final, sí que se contagia esa ilusión o esa energía de este tipo de obras. Porque, al principio, puedes pensar que esto del cómic infantil y del libro ilustrado es una moda de las editoriales de los últimos dos o tres años. Muchas editoriales grandes están comenzando a tener su sello propio de cómic infantil. Una más. Pero no lo eres.

Parece peloteo, pero también se lo estoy diciendo al oyente. Liana Editorial no es una más. Cuidas tu producto y son obras interesantes.

A ver qué les parece a los lectores la próxima novela gráfica que sale el nueve de septiembre. Se llama Khalat y es la historia de una refugiada que va cambiando por siete países hasta encontrar su sitio en el mundo. Pero también pasa por experiencias duras, que marcan. Como tengo pocos libros, me interesan que lleguen historias interesantes.

Es que son los que son. ¡Son siete fronteras! O sea, ocho países.

Sí.

Además, he estado mirando y Giulia Pex tiene solo 28 años. Es superjoven.

Sí, a mí me gusta mucho su estilo. Se nota mucho la influencia de la fotografía porque ella, en un principio, tenía formación de fotógrafa. Luego empezó a mezclar hasta llegar a este estilo muy personal que tiene.

Me gusta que ella misma ha reinterpretado, convertido en novela gráfica, un relato de Davide Coltri, que es un cooperante italiano. Él relata en una antología de cuentos historias reales de personas reales que él ha conocido a lo largo de su trabajo, que él ha podido vivir. Khalat, tal como dice en la introducción a la antología, es una historia que le siguió durante años. Giulia también relata en el cómic no la vivió en persona, sino que buscó información de qué habrá sido de Khalat.

Me gusta mucho porque son muchas historias, muchas personas que intentan llegar a la verdad de qué ha pasado. Me parecía muy bonito que llegase aquí. También lo han publicado en Francia justo antes del estado de alarma. Y en Italia el año pasado. El título está teniendo sus propias aventuras. Porque yo, en principio, lo iba a publicar en mayo. Justo teníamos ya organizada la presentación. Iba a venir la autora. Evidentemente, no se pudo celebrar.

Ahora podrá salir el libro en septiembre. Estamos muy, muy emocionadas tanto la autora como yo. No puedo pensar en presentaciones, pero poco a poco. Tal vez la hagamos más adelante.

Pues muy bien. Con esto sí que lo dejamos, Marta. Muchísimas gracias por este ratito. Además, en vacaciones siempre duele un poquito más. Ha sido un placer.

¡Muchísimas gracias! Ha sido un placer también para mí.