Por qué la policía debe dejar de usar el logo de Punisher

La política es algo que, guste o no, está omnipresente en nuestras vidas. Y eso se materializa en los símbolos que llegan de todas partes. Son directos y fáciles de digerir. Imágenes a los que se le da un significado concreto. Y como el ejercicio comunicativo es entre dos partes, para creador del mensaje puede decir una cosa, pero para el receptor significar algo totalmente distinto. Y ahí entra uno de los debates que, al menos en España, son más relevantes: el de apropiación de los símbolos. Si se lanza la pregunta respecto a qué significa la bandera, con qué se asocia y a quien representa las respuestas de los distintos puntos del espectro ideológico son tan diferentes que resultan contradictorias. Y, seguramente, distintas a la intención original que podría haber tenido quien la diseñase.

Trasladándolo a Estados Unidos, la bandera es más integradora. O, al menos, ellos tienen un sentimiento nacionalista que en la península no está presente. Pero eso no quiere decir que no tengan conflictos de la misma índole. Ilustrativo de ello es lo sucedido con Punisher (aunque no es el único caso, como atestigua lo sucedido con Pepe le Frog). Y no es baladí que sea uno de los personajes que, tras una apariencia y un concepto simplón, está rodeado de capas de complejidad y ambigüedad. Su historia es simple: un veterano de Vietnam/Irak vuelve a casa. Su familia es asesinada por la mafia. Traslada la guerra a combatir el crimen. Sin cuartel. No se aleja mucho de las historias de justicieros individualistas de la era Reagan.

Sin embargo, al contrario de estos, Frank Castle tiene una serie de particularidades. La primera de ellas es que convive en un universo totalmente idealista en el que los héroes son el día a día. Frank personifica el espectro sombrío de toda la luminosidad que supone el hecho de que alguien con superpoderes decida llevar un camino de filantropía. Todos ellos desprecian al personaje porque representa lo que podrían llegar a ser.

Por otra parte, el hecho de que esté ahí representa un acercamiento más crudo hacia la realidad. Porque, siendo sinceros, si existiera un héroe en nuestro universo se parecería más a Punisher que al resto. Tal vez porque los villanos a los que él se enfrenta son de nuestro día a día.  

El logo de la discordia

Y, más allá de esto, lo que siempre ha supuesto la presencia de Punisher es la de una fuerza implacable hacia el crimen, sin distinción de clase. A este personaje le da igual que seas el camello de la esquina, un politicucho corrputo o un magnate empresario con negocios dudosos. Va a ir a por ti con la misma virulencia. Curioso que el personaje tenga una lectura de este tipo, siendo un epitome de las libertades individuales. Y no lo es menos el hecho de que su mera existencia sea un cuestionamiento del funcionamiento del propio sistema judicial. Al fin y al cabo, si todo fuera bien, no haría falta la necesidad de que alguien actúe por su cuenta.

Pero sus actuaciones también ponen en el punto de mira la incapacidad de la sociedad de reintegrar y retribuir todo lo que los veteranos han hecho por ella. Aunque es un asunto espinoso y hay casos de toda índole. De hecho, se han producido voces de veteranos que hacen referencia a que lo que quieren es ser dejados en paz.  Hay una franja que rellenar que nos distancia de entender sus necesidades. De una guerra vuelven con multitud de traumas de toda índole y por ese motivo son vistos como un lastre que pondría palos en las ruedas de una inmensa maquinaria que no puede parar (a menos que venga un COVID y ponga todo patas arriba). Eso hace que se entre en un círculo vicioso del que resulta raro que no terminen peor de lo que volvieron a casa.

El logotipo que usa el personaje no necesita ninguna explicación. Es lo suficientemente elocuente como para que hable por sí solo. Y lo suficientemente abierto para que todo el mundo pueda darle una explicación. Castle porta en el pecho vampírico cráneo que siempre está hambriento de sangre. De ese cráneo se puede deducir que es alguien que ha superado el temor a la muerte, pero que siente un gran respeto por ella. Es intimidante. Es violento. Pero cuando uno lo ve, no se puede deducir que sea algo amable. Ni siquiera neutro. Como en tantos otros casos, su simbolismo va más allá del objeto representado.

¿Cuántos héroes de aceptación popular tienen un background militar? No son demasiados. Y, por tanto, no tienen símbolos ni modelos culturales. Ante ello, no es de extrañar que pusieran sus ojos en Punisher. Los militares de Irak y Afganistán vieron en este personaje algo con lo que podrían formar una comunidad. Parches, pegatinas en los coches o incluso tatuajes. Esta es la lectura positiva respecto al modo en que puede influir este icono.

Chris Kyle luciendo orgulloso la imagen en una sudadera en una de sus intervenciones televisivas.

El viaje transmedia de este logo a través del ejército es uno muy particular. Y es que de la ficción se ha trasladado a la realidad y esta ha vuelto a ser reflejada por la ficción. El uso del logo por parte de los militares en dichos conflictos armados se fue mostrada en obras como 13 horas, en la que Joe Krasinski lleva un casco con el logo o El Francotirador, dirigida por otro gran justiciero cinematográfico: Clint Eastwood. La película narra las hazañas del Chris Kyle, declarado admirador del personaje. A un homenaje de este hombre acudió Mitch Gerads, uno de los dibujantes de los cómics de Punisher, lo cual provocó críticas por parte de Ales Kot.

Imagen de la serie de Netflix protagonizada por Punisher.

Y a medida que fue ganando popularidad a través de distintas adaptaciones, más relevancia ha ido ganando esa imagen.  Al respecto, el actor Jon Bernthal (que le dio vida al personaje la serie de Netflix) dio unas palabras cuando la revista Esquire le preguntó respecto al controvertido asunto. A continuación, una reproducción de sus palabras:

“Con Boss a sus pies, iba hablando de la cobardía de quienes mantienen posiciones absolutistas a ambos lados del tema. “¿Debería haber alguna forma de que un tipo con problemas mentales de Texas no pueda conseguir armas? Absolutamente. Tenemos que dialogar y eso no está sucediendo”. Remarqué que el símbolo de Punisher, una calavera con los colmillos largos, se ha visto en casos militares y chaquetas de moteros. Y fue visto en los manifestantes de extrema derecha en la manifestación por la supremacía blanca en Charlottesville, Virginia.

“Me siento honrado de interpretar a un tipo con el que la gente que arriesga su vida se identifica”, dijo Bernthal.»

Jon Bernthal.

El actor siempre ha mostrado una implicación respecto al personaje y lo que simboliza. Lo entiende que es un modo de honrar a todos los militares que lo tienen como un ídolo, puesto que el personaje es uno de los suyos. De hecho, Castle siempre muestra un respeto sin igual a los militares, puesto que son los únicos que entienden esa experiencia vital. O al menos así lo entiende el guionista Frank Maurer (escribió los números 7 y 8 de Punisher, publicados en 2014. En ella Punisher ayuda a unos militares y ellos toman su logo y se lo ponen en sus uniformes a modo de gratitud), que comentó para Task and Purpose, el modo en que funciona esa relación:

“Lo que se me quedó grabado con Punisher en esa historia fue la idea de hermandad. A lo que estaba tratando de llegar con la historia es a tratar de mostrar que la visión del mundo de Punisher estaba teñida por su tiempo en el servicio”.

Frank Maurer.
Portada de los números escritos por Maurer.

Sin embargo, esto tiene una contrapartida de tintes más problemáticos. Y es que cuando es empleado por grupos de extrema derecha o por la policía, lo que viene a decir es que les deben ser temidos. Más escueto fue el actor en la misma entrevista cuando le preguntaron al respecto:

“¿Y los de extrema derecha?

“Que les jodan”.

Jon Bernthal.
Padre y criatura.

Ante esta malinterpretación interesada del logo se ha pronunciado en multitud de ocasiones el mismísimo Gerry Conway, creador del personaje. Ha manifestado constantemente su desaprobación, como se recoge en la entrevista que concedió para SyfyWire:

“He hablado sobre esto en otras entrevistas. Me resulta perturbador cada vez que veo a figuras de autoridad abrazando la iconografía de Punisher porque Punisher representa un fracaso del sistema judicial. Se supone que debe señalar ese colapso de autoridad moral social y la realidad es que algunas personas no pueden depender de instituciones como el ejército para actuar de manera justa.

El antihéroe vigilante es, fundamentalmente, una crítica al sistema judicial, un ejemplo del fracaso social. Así que cuando esos policías se ponen las calaveras de Punisher en sus coches o los miembros del ejército llevan esos parches, están, básicamente, del lado del enemigo del sistema. Están abrazando la mentalidad de un forajido. Aunque pienses que Punisher está o no justificado, aunque admires su código ético, es un forajido. Es un criminal. La policía no debería estar abrazando a un criminal como su símbolo.

No habría ni que decirlo. Del mismo modo que es ofensivo poner una bandera confederada en un edificio gubernamental. Mi punto de vista es que Punisher es un antihéroe, alguien a quien podemos apoyar a la vez que recordamos que es un forajido y un criminal. Si una fuerza de autoridad, representando al sistema judicial se pone el símbolo de un criminal en su coche, o si comparte monedas de colección en honor a un criminar, él o ella está haciendo una declaración muy desacertada acerca de su comprensión de la ley”.

Gerry Conway.

Conway ha tenido una actitud de lucha al respecto. Siempre ha abogado por que la policía y los militares dejen de usar el símbolo de su creación. Y su activismo no se ha quedado en las meras palabras o tweets puesto que él mismo ha auspiciado un movimiento que pretende recuperar la autoridad sobre el logo y entrar en un combate semiótico e ideológico contra los miembros de extrema derecha. A raíz del movimiento Black Lives Matter (que este año ha vivido un momento crucial tras el asesinato de George Floyd) el creador del personaje ha lanzado la tienda Skulls for Justice. Financiada a través de crowfunding, consiste en que él patrocina distintos diseños del logo realizado por artistas negros para camisetas. Y los beneficios íntegros de las ventas van dirigidos a BLM. Esa es su manera de plantar cara de forma directa a este conflicto.

En la misma linea se han expresado otros autores como Greg Rucka, el guionista que escribió una de una de las etapas del personaje más respetadas de los últimos años, en Diálogos de cómic.  Ahí se atrevió a responder de una forma contundente como la que tuvo Conway. 

Sobre esto vi que  Gerry Conway subió un post en las redes sociales hará una o dos semanas. que trata esto perfectamente.  Eso no es lo que significa el símbolo. De ninguna de las maneras. Es una absoluta malinterpretación de lo que es Punisher y es la corrupción de un símbolo. Así que lo odio. Simple y claro. Lo odio. 

Greg Rucka.

Como no podía ser de otra manera, el BLM ha tenido otro movimiento de respuesta reaccionaria. Se trata del Blue Live Matter, que fueron los que comenzaron a promover el uso de Punisher como icono. El grupo de creó por algunos policías durante las protestas de agosto de 2014 tras el asesinato de Michael Brown, en Ferguson. Y esa ideología y esa imagen no tardó en correr como la pólvora entre los cuerpos de policía. Hasta tal punto que es usado tanto en sus coches patrulla, sus uniformes y sus armas.

Algunos coches de patrulla con el el logo.

Frente a ello también han alzado la voz algunos miembros de los cuerpos. Específicamente, lo hizo el comisario de la policía de Saint Louis en un suceso acontecido hace un año. El sindicato policial de la ciudad urgiera a que miembros del cuerpo subieran fotos del logo Punisher en sus perfiles de redes sociales en muestra de apoyo a compañeros que iban a ser juzgados por el mismo motivo. Gracias a The Plain View Project, se pudo descubrir y esto tuvo ese asunto y el comisario se vio forzado a intervenir con esta carta abierta.

A todos:

Tal y como sois conscientes, nuestro departamento ha sido examinado recientemente tras la publiación de un estudio realizado por The Plain View Project. Este informe identificó numerosas publicaciones en redes sociales supuestamente creadas por miembros de nuestra agencia. Sin lugar a dudas, hay algunos que son ofensivos, molestos y deficientes respecto a la Declaración de la Misión y el Código de Ética de los cuerpos.

Con esto, The Plain View Project incluyó varias fotografías que representan al logo de Punisher. The Punisher es un vigilante ficticio de los cómics. El personaje se involucra en actos de violencia que incluyen asesinatos, secuestros y extorsión en su guerra de un solo hombre contra el crimen.

Como agentes de la ley, nuestra responsabilidad fundamental es servir a la comunidad, salvaguardar vidas y propiedades, proteger a los inocentes de las estafas, a los débiles de la opresión y a los ciudadanos tranquilos de la violencia y el desorden. Y respetar los derechos constitucionales de todos sobre la libertad, la igualdad y la justicia. Este es el juramento que todos hicimos.

Aunque sea de naturaleza ficticia, el logo de Punisher no coincide con nuestra misión de proteger la vida y la propiedad y de lograr una sociedad pacífica. El propio Gerry Conway, cofundador de este personaje de cómics ha dicho: “Punisher representa un fracaso del sistema judicial… La realidad es que algunas personas no pueden depender de instituciones como la policía o el ejército para actuar de manera justa”.

Sin lugar a dudas, la cobertura reciente de las redes sociales afecta a nuestra relación con la comunidad, a nuestra capacidad potencial para proteger su integridad y nos obliga a todos a trabajar más duro para construir y mejorar las relaciones. Si bien las redes sociales pueden ser una ventaja para continuar las relaciones con la familia, los amigos y los colegas, todos debemos ser conscientes de los mensajes que se pueden enviar a través de ciertas publicaciones y de las interpretaciones que la comunidad puede tener de ellos.”

Coronel John W. Hayden Jr. Comisario de la policía.

Haciendo una búsqueda para este artículo, no se han encontrado constancias de la resolución de esta investigación ni si se han dirimido responsabilidades de ningún tipo.

No es un caso aislado, puesto que en Kentucky también se ha prohibido el uso del logo en los coches patrullas, aunque no se puede decir que sea la norma. Hay un debate abierto dentro la policía estadounidense respecto al uso de esa imagen en el que parece que están ganando los más afines al personaje.

El presentador con el pin.

Y también se ha convertido en habitual verlo en algunos círculos al right como el denominado QAnnon o incluso el analista político y presentados de Fox News, Sean Hannity se atrevió a llevar un pin en apoyo a la policía durante una de sus intervenciones en directo. Llegados a este punto, parece irreversible la apropiación del logo del símbolo que debería representar otras cosas.

¿Y que ha dicho Marvel, la editorial responsable y poseedora de los derechos? Primero consideró una batalla eficiente la de actuar via judicial. Tal y como ha recogido Bleeding Cool ha actuado contra HTT Group. La empresa se lucraba vendiendo productos para motos con el logo impreso.  

Pero esa medida no paró y ha preferido atajar esta lucha ideológica a través de los cómics. Específicamente en el número 13 de etapa de la colección escrita por Matthew Rosenberg e ilustrada por Szymon Kudranski. Se trata de una escena que no deja lugar a dudas.

 

Poca broma.

En ella Punisher se encuentra con una patrulla de policías usando su símbolo. Lejos de detenerle, declaran su admiración. Y le enseñan que usan su calavera por todas partes. La reacción de Punisher es destruirla y lanzarles una amenaza para que dejen de hacerlo. La posición en contra tanto del autor como de la editorial está claramente definidas a favor de creador del personaje.

Se tiende a pensar en el impacto de los superhéroes en la cultura popular como algo positivo. Pero lo que realmente se debería plantear es ¿Cómo se ha llegado a un punto en el que Punisher es referente para aquellos que deben proteger a la sociedad? Desde luego, no habla muy bien respecto al funcionamiento del sistema. Y está en mano de hacer lo posible por cambiarlo.