El verano en el cómic – Seis tebeos para vencer el calor veraniego

Está siendo un verano muy atípico. Con la pandemia mucha gente se tiene que quedar en casa o teletrabajando y los viajes, las escapadas a la playa o al pueblo son escasas y llenas de mascarillas. Por suerte hoy en día hay mucha alternativas de ocio y  una de las preferidas en este lugar son, claramente, los cómics. Cientos de historias que evocan otros lugares y otros tiempos y muchos de ellos fácilmente recuerdan al verano y las vacaciones.  Sin embargo  se ha elegido una pequeña selección de cómics veraniegos para refrescar el ambiente, ideales para leer y distraerse del calor.

Los buenos veranos de Zidrou y Lafebre. Editorial: Normal Editorial. Formato: Cartoné, 56 páginas. Precio: 16

Con un tono humorístico los autores narran los viajes veraniegos de una familia belga, los Faldérault, a través de los recuerdos de sus protagonistas, ya jubilados.  Los recuerdos del coche familiar, los cuatro niños, el inicio del viaje cuando el padre termina de dibujar una página a última hora… todo contado de manera divertida y desenfadada hasta que al llegar a su destino descubren que otra familia de holandeses ya ha ocupado el lugar.

 El cómic traslada al lector a los años 70, a las vacaciones típicas narrando las alegrías y penas de los veranos que evocan sensaciones de la misma. Todo ello narrado con nostalgia y tratando también temas más serios como la pérdida o la muerte pero desde un punto de vista optimista.

Bahía Acuicornio de Katie O’Neill. Editorial: La cúpula. Formato: Cartoné, 104 páginas. Precio: 17,50€

Una cosa que hay que tener en cuenta para aquellos que disfrutan de sus vacaciones en la naturaleza, ya sea la playa o la montaña, es que hay que cuidar del medio ambiente. Ese es el tema principal de este cómic donde se nos cuenta la historia de Lana, una niña que regresa a su pueblo natal con su padre un pueblo costero que ha sufrido daños por la última tormenta. Allí empiezan a ayudar a limpiar acompañados de su tía Mae cuando Lana descubre en la playa una colonia de acuicornios, unos seres mágicos que viven en el arrecife de coral. Los sucesos que ocurren a partir de entonces les harán reflexionar sobre la forma de coexistir del pueblo con el mar.

En definitiva es un cuento corto y conciso sobre el cuidado del medio ambiente y la coexistencia del ser humano con la naturaleza, con una ambientación muy conseguida, unos trazos limpios y mucho calor humano en sus líneas.

La chica a la orilla del mar de Inio Asano. Editorial: Milkyway. Formato: Rústica, 194 páginas. Precio: 8€

 La chica a la orilla del mar nos cuenta la relación de dos adolescentes, Sato e Isobe, que viven en un pueblo costero. Sin embargo aquí el romanticismo no tiene cabida. Tras la declaración de Sato ambos deciden mantener una relación solamente física. A partir de aquí ambos empezaran a quedar y conocerse, experimentar su sexualidad (ojo aquí: aunque no son muchas hay escenas de sexo explicitas que pueden incomodar al lector tanto por la edad de los protagonistas como por algunas prácticas “poco habituales” que realizan).

Quien conozca a su autor ya sabrá que este manga no va de finales felices, ni de hacer sentir bien a quien lo lea. Es una historia narrada con mucho sentimiento que hará reflexionar sobre la soledad, la comunicación, las expectativas hacia la pareja y el descubrimiento de la sexualidad pero que seguramente no deje un buen sabor de boca. Es pausado, elegante y con gran atención al detalle sobretodo centrándose en la expresión de sus personajes. Un cómic muy disfrutable pero complicado.

Un verano Diabolik de Smolderen y Clerisse. Editorial: Norma Editorial. Formato: Cartoné, 168 páginas. Precio: 25€

Un joven pasa un verano un tanto extraño repleto de sucesos inexplicables y siniestros que empiezan a cobrar sentido veinte años después cuando, ya adulto, comienza a recordar lo ocurrido. Es una historia original y divertida que pone todo su peso en la narración y en el dibujo sin recurrir a un giro final que deje al lector descolocado. Es, en definitiva, una metáfora sobre aquello que atormenta y confunde a Antoine, su protagonista. Una reflexión sobre la adolescencia, sobre la familia, conocer a las personas y sobre la propia identidad todo ello disfrazado de cuento de verano.

El dibujo transporta a ese ambiente de verano del 67 con un estilo muy característico donde brilla sobretodo el color. El apartado gráfico es clave en la obra ya que es acorde a la época que trata de representar y a las exigencias narrativas que tiene la trama. Una historia de misterio muy completa y entretenida, sin giros de guión sorprendentes pero que funciona.Sin duda merece los premios que tiene que no son pocos.

Leñadoras de Noelle Stevenson y otros. Editorial: Sapristi. Formato: Rústica, 198 páginas. Precio: 19,90€

Leñadoras es la definición de locura de la manera más divertida y aventurera posible. Cinco chicas (Jo, April, Mal, Molly y Ripley) pasan sus vacaciones en un campamento de girlscouts. Pero no es un campamento normal y a ellas no parece importarles demasiado el hecho de que haya yetis, zorros con tres ojos, dioses antiguos, pájaros gigantes o dinosaurios mientras viven aventuras y resuelven misterios.

Quizás este sea el cómic, junto con Bahía Acuicornio, más juvenil de la lista pero es claramente para todos los públicos pues da igual la edad que tenga el lector o lectora que seguro que disfrutará de sus aventuras llenas de amistad, respeto, compañerismo, LGBT+ y sobretodo altas dosis de diversión y locura absurda.


Aquel verano de Jillian y Mariko Tamaki. Editorial: La cúpula. Formato: Rústica, 324 páginas. Precio: 24,90€

En el caso de Aquel Verano se narra la historia de Rose, una niña que pasa cada verano con sus padres en Awago Beach donde se reúne con su amiga Windy, una niña adoptada un poco más pequeña que Rose. Pero ese año es diferente pues las dos chicas empiezan a descubrir más sobre las relaciones humanas (sexualidad, amor, familia) y debido a ello su felicidad se verá afectada por lo que ocurre en el lugar y con sus padres.

Es una historia de amistad donde se desmitifica la adolescencia y se habla sobre la relaciones de padres e hijos. Todo ello con un ritmo pausado, que avanza lentamente mostrando lo cotidiano de sus vidas con, eso sí, muchas referencias al cine de terror.  El dibujo es muy agradable, con grandes páginas dobles y un tono azulado que recuerda al trazo del boli sobre el cuaderno.  Un cómic de estas dos talentosas autoras que no hay que dejar pasar.