Kami García y Gabriel Picolo unen fuerzas en “Teen Titans: Raven” la nueva novela gráfica de la línea jóvenes adultos de DC

Hace dos meses os hablamos de la novela gráfica Harley Quinn: Cristales Rotos, todo un éxito de ventas en todos los países que se ha publicado. Y una de las primeras novelas gráfica del sello Young adult de DC denominado DC Ink. En España, la editorial Hidra es la encargada de traer las obras de este sello editorial, cuyo público objetivo son los adolescentes. Pero que, gracias a la calidad de sus obras harán las delicias de los lectores senior.

Al igual que ocurría en Cristales Rotos, esta novela gráfica de Kami García y Gabriel Picolo es un tomo autoconclusivo que gira entorno a un personaje muy conocido de DC. Teen Titans: Raven es una historia de origen de personaje, actualizada para el público adolescente de hoy. En ella se cuenta la historia de Raven, antes de formar parte de los futuros Teen Titans. En las primeras páginas, ésta tendrá un accidente de coche donde no sólo perderá a su madre, sino también su memoria.

Tras el accidente Raven tendrá que mudarse a Nueva Orleans para vivir con la familia de su madre adoptiva y terminar su último año en el instituto. Además de procesar el duelo por su madre, Raven tendrá que descubrir de nuevo qué cosas le gustan y cuales no. Y si quiere, o no, recuperar sus recuerdos. Por suerte, junto a ella estarán su tía y su prima, quienes se convertirán en su máximo apoyo en su nueva vida. Lo que Raven no les ha contado es que desde el accidente no deja de escuchar una voz constante que la persigue, tiene pesadillas constantes, parece que puede leer la mente de sus compañeros en el instituto y provocar accidentes. La pobre tendrá que sobrevivir a un instituto nuevo y a toda una serie de situaciones adolescentes bajo la sombra de unos poderes que ni siquiera recuerda. ¿Conseguirá terminar el curso?

Para los lectores habituales de Teen Titans, o aquellas personas que hayan conocido el personaje mediante las series de televisión, Teen Titans: Raven es una relectura que favorece mucho al personaje. El guión de Kami García sitúa a uno de los personajes más poderosos de Teen Titans en plena adolescencia y no le da la opción de tener control sobre sus poderes, ya que no los recuerda. Al mismo tiempo, quienes no conozcan el personaje caerán rendidos a sus pies. Max, su prima/hermana adoptiva, es el contrapunto perfecto a Raven. Además, acompañará tanto a la protagonista como al lector a través del desconocimiento de ambos respecto a temas sobrenaturales de la trama. Poniendo además la nota crítica respecto a cosas que pasan en el instituto.

El apartado gráfico de esta obra corre a cargo de Gabriel Picolo, quien mantiene el diseño de personaje de Raven más contemporáneo y le da un toque mucho más realista. Tanto ella, como el resto de personajes, están completamente actualizados. Tanto en el tipo de ropa, como en las convenciones sociales que se presumen de cada uno de ellos. Y eso se muestra en muchos casos en la representación gráfica de cada uno de ellos. Aunque la obra es completamente a color, en muchos casos las tonalidades rondarán el morado y el negro para Raven, y los grises para sus alrededores. Max, y otros personajes que no mencionaremos para no destripar la historia, conseguirán que Raven vea el mundo con algo más de color. Y es que, en este caso, los tonos de las escenas varían según el estado anímico de la protagonista. Un recurso que hace todavía más importante el uso del color en toda la obra.

La edición de Hidra para Teen Titans: Raven es la misma que utilizaron para Cristales Rotos. Desde la editorial han aclarado que, pese a ser obras autoconclusivas, han decidido hacer las ediciones con la misma calidad y tamaño, para aquellos lectores que quieran coleccionar todas estas novelas gráficas. Algo que es de agradecer. La única pega que podría ponérsele a este volumen, al igual que ocurría con Cristales Rotos, es que los autores nos dejan con ganas de más. Los finales de estas novelas gráficas cierran perfectamente la trama que se plantea en ellas, y además crean un nuevo origen de personaje y universo muy interesantes. El problema es que son tan buenos que da entre pena y rabia pensar que, por el momento, no va a haber continuación.

Por otro lado, lo que han demostrado Kami García y Gabriel Picolo, junto a Mariko Tamaki y Steve Pugh es que los jóvenes tienen un buen punto de partida en estas novelas gráficas para adentrarse en los cómics de estos personajes míticos. Y que quienes ya conocíamos a los personajes podemos redescubrirlos en unas versiones mucho más reivindicativas y actuales. Una maravilla.