Lluvia, Mis cien demonios y El Inmortal Hulk, entre lo último de InstagrapaComics

Instagrapa Comics es un perfil de Instagram con micro-reseñas de cómics, manga, novelas gráficas y fanzines de actualización diaria, realizado por el divulgador Iván Galiano. Una mirada amplia a lo que se publica a lo largo y ancho de la industria del cómic en España. En Sala de Peligro, recopilamos las reseñas de la penúltima semana en esta sección dominical.

Lluvia, de Bryan Talbot y Mary Talbot. Editorial: La Cúpula. Formato: apaisado, 160 páginas a color. Rústica con solapas. Precio: 20,50€

Cada vez me parece más importante cualquier obra de ficción o divulgación relacionada con el cambio climático. Y cuando digo «importante» lo digo en términos de imprescindibilidad para la supervivencia tanto de nuestra especie como del medio ambiente. Porque los primeros formamos parte del segundo y nos estamos comportando como un cáncer.

Lluvia es una excelente novela gráfica que, a través de la historia de dos mujeres, Cath y Mitch se desarrollan muchas facetas de la temática ecológica. A partir de un caso particular, la destrucción de las ciénagas de las Tierras Altas en UK a causa de la caza desmedida del urogallo, los Talbot construyen una historia que nos permite entender como todo está1 relacionado, la cadena de causas y consecuencias que hacen que el ser humano altere ecosistemas enteros.

Lluvia explica, a través del personaje de Cath, como se genera la conciencia ecológica. El personaje apenas conoce ningún aspecto de estas cuestiones, pero por afiliación con otros empieza a aprender, a entender y a reaccionar tras obtener esa conciencia. Es una obra pedagógica y de denuncia, que no descuida los aspectos emocionales. Como ya estamos sufriendo el cambio climático, como los activistas lidian con las derrotas. Y también ilustra las diversas formas de activismo, desde las divulgativas hasta las más radicales.

También me ha parecido muy inteligente la adopción del formato apaisado: al ser un tema que trata del medioambiente, favorece una narrativa que abunda en vistas panorámicas centrando la atención del lector en estas. Especialmente poderosa en las escenas de desastres. El entorno es tan protagonista como los personajes.

Para mí, teniendo presente que ahora mismo en Siberia están teniendo máximas históricas de 38 grados, que en la Amazonia ya llevan más hectáreas quemadas en este año que en 2019 y que el hielo de verano en el Ártico está a unos pocos años de desaparecer, este cómic es el cómic más importante del año y el que espero que mucha gente lea para adquirir dicha conciencia ecológica.

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Mis cien demonios, de Lynda Barry. Editorial: Reservoir Books. Formato: apaisado, Precio: 23,90€

En un mundo ideal en España habríamos conocido a Lynda Barry hace tiempo. Otro caso de autora importantísima con un currículo para sentar a casi todos (historietista, pintora, escritora, ilustradora, dramaturgo, profesora, entre otras). Aunque injusta la demora, nos llega finalmente este Mis cien demonios, obra confesional que recorre pasajes de la vida de la autora en forma de tiras.

Guiada por el texto en off, cada episodio pone sobre la mesa temas varios que Barry guarda en su memoria con cierto grado de importancia. Espinitas clavadas, errores de inmadurez, tiempos perdidos, momentos inolvidables. Barry los expone uno a uno y reflexiona sobre ellos en una suerte de afán de sacárselos del cuerpo más que de llegar a una comprensión de los hechos (que a veces también).


Los pasajes se ilustran con un dibujo naif y artesanal, lleno de colores llamativos que evocan de alguna forma una suerte de diario juvenil donde a los textos acompañan dibujos, fotografías, recortes, etc… La sensación que transmite al final es la de la memoria de una vida con sus michas facetas.

A mí personalmente me han interesado la gran mayoría de las historias de lo que nos cuenta Barry. En muchas de ellas me he reconocido. Y en un par me ha tocado muy hondo. Como narradora tiene esa virtud de contarnos cosas que, siendo particulares, las hemos podido vivir muchos.

Como Barry, además de una gran artista es una muy buena profesora, nos regala un anexo en el que explica su técnica y los materiales empleados para dibujar las historietas. Porque el libro dista de ser otra de esas obras confesionales unidireccionales. Barry invita al lector a liberar sus «cien demonios». Ojalá mucha gente siga su ejemplo. Ojalá más Lyndas Barry.

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El Inmortal Hulk 18, de Al Ewing, Tom Reilly, Matias Bergara. Editorial: Panini Comics. Formato: grapa 24 páginas. Precio: 3€.

La transición que ha hecho Ewing en la historia de este Hulk es algo grandioso y quiero pensar que está estudiado desde el principio que le ha vendido a la editorial el emplazamiento se las historias de Hulk en el género del terror, aspecto que ha atraído a los lectores por la novedad y por lo bien ejecutado de las historias, pero que luego lo ha llevado al campo de la crítica al sistema. Sin sacarlo del género de terror. Porque qué mayor terror hay que descubrir que la libertad no existe, que el ser humano destruye el entorno en el que vive y daña al prójimo y que los poderosos son monstruos que solo miran por su beneficio, inmediato y la acumulación de más poder sobre los cadáveres de muchos.

Pero lo más interesante de este meollo en el que estamos ahora es como Ewing nos hace saber que esto lo sabemos y lo tenemos ya normalizado. El actual villano, el minotauro presidente de la Roxxxon no esconde su apariencia. Todo el mundo sabe que es un monstruo y sigue ahí haciendo cantidades de dinero ingentes.

Muchas ganas de leer el siguiente episodio porque si aquí nos contaban como la cultura puede funcionar como esfera para enfrentarse a la tiranía económica, ahora Ewing nos va a contar como la gente en el poder utiliza los medios para contrarrestarlo desde la cultura de masas. Como se les da la vuelta y anula a los iconos que podrían cambiar el sistema. Muy atentos todos

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