“Los F*cking 30” de Ana Oncina es una tragicomedia millenial de cómo cambiar de década con risas y a lo loco.

Cuando somos pequeños no queremos saber nada de la vida adulta, más allá de tener (en teoría) libertad absoluta para hacer lo que nos dé la gana. Cuando somos adolescentes, empezamos a imaginar de forma un poco más consciente lo que será nuestro futuro trabajo, nuestra casa, nuestra vida completa. Y siempre es perfecta. Pero ¡Ah! Cuanto pasas los veinte en medio de una crisis económica mundial, y te plantas en los treinta en medio de otra… entonces, ¿qué?

Pues justo ahí es donde se encuadra la nueva novela gráfica de Ana Oncina, Los F*cking 30. Reflexiones de una inadaptada como tú. Una obra que, mediante dos amigas de la infancia, irá haciendo una comparativa entre los sueños de juventud y la realidad a la que se enfrentan ambas en la actualidad. No sólo a nivel personal, sino también en cuanto a sus estudios (elegir una carrera para el resto de tu vida con dieciocho años debería estar prohibido) y sus posibles salidas profesionales posteriores.

Además de ver la evolución de ambas, Ana Oncina crea comparativas constantes entre los veinte y la temida treintena. Y es que, cuando menos se quiere dar cuenta la protagonista de Los F*cking 30. Reflexiones de una inadaptada como tú, los veinte se han ido y empieza una nueva década en la que, en teoría, todo debería estar solucionado. Y en la que, sin embargo, sólo hay incertidumbre. Por suerte, como buena millenial tanto la protagonista, como la autora, afrontan la situación con humor, y algo de ansiedad.

Hay que tener en cuenta que esta obra habla de la entrada en la nueva década de, como ya se ha comentado, una millenial. Es una de esas obras que no llegará de igual forma a todo tipo de público. Por lo que, baby boomers y generación Z, probablemente no os sintáis nada identificados. Sin embargo, los lectores que pertenecen a la misma generación podrán disfrutar del espanto inicial de las protagonistas. Y cómo éstas superan las adversidades que van encontrando en su camino. Con situaciones muy cotidianas convertidas en anécdotas universales de nuestra generación, Ana Oncina consigue mostrar distintas formas de enfrentarse a un mismo problema. E, incluso, reírse de lo mal que hemos sabido llevar algunos temas.

Ante todo, este cómic consigue eliminar el supuesto drama alrededor de la entrada en la treintena. Y es que tras vendernos que debíamos ir a la universidad, y estudiar una carrera para tener un futuro asegurado. Los millenials estamos afrontando una crisis detrás de otra. Por lo que, reconocer nuestra situación y enfrentarla con humor, tal y como lo hace Ana Oncina es de agradecer. Si además, a todo esto, se le añade el haber estudiado una carrera artística en medio de estas crisis… la tragicomedia está servida.

En Los F*cking 30. Reflexiones de una inadaptada como tú las décadas aparecen como personajes físicos. El número veinte acompaña a la protagonista durante los primeros episodios, sin darse cuenta que en el fondo de algunas viñetas (y cada vez de forma más obvia) el número treinta está presente. Hasta que un día, sin previo aviso (entendemos que la protagonista no ha olvidado su cumpleaños), el número treinta saca de casa al veinte y se instala para quedarse. Es muy divertido cómo la autora ha representado tanto el paso del tiempo, con páginas partidas para hacer comparaciones directas entre ambas décadas, como la relación de la protagonista con el nuevo número con el que convive.

Además, situaciones tan cotidianas como la pérdida del carnet joven, las canas, la ansiedad, las resacas… se convertirán en el centro de las tribulaciones de las protagonistas. Ana Oncina también incluye en la historia temas de pareja, y lo que esperamos de ellas en distintos momentos de nuestra vida. Al igual que el trabajo, o la independencia económica. La narrativa de este cómic es bastante curiosa, como se ha comentado, hay páginas que se dividen para hacer una comparativa entre las dos décadas. Por lo que éstas se convierten en ilustraciones de página completa. En ocasiones, la viñeta ocupa toda la página, para después dar paso a una narrativa más convencional de nueve viñetas por página (con tres filas de tres viñetas cada una). Algo que tiene mucho sentido, teniendo en cuenta el desorden de vida con el que entramos a los treinta. Era imposible que un cómic que quería mostrar esto, estuviera estructurado de forma más ordenada.

El estilo de dibujo de Ana Oncina es muy sencillo, pero con detallismo. Con líneas bastante redondeadas, no duda en utilizar trazos más fuertes para enfatizar algunos puntos. Especialmente en los momentos de crisis de los personajes. Se aleja bastante de su obra más conocida (Croqueta y Empanadilla) y marca la diferencia especialmente en el dibujo, pero no en el tipo de humor. Utiliza una paleta de colores pastel que contrastan bastante con el azul turquesa de la portada, pero que funcionan perfectamente con el tipo de narrativa. La editorial Zenith ha optado por una edición de tapa blanda, estilo cuaderno, que va muy acorde con el tono de la obra.

Los F*cking 30. Reflexiones de una inadaptada como tú es una tragicomedia millenial donde mucha gente se verá reflejada. Si bien no en todas las situaciones, sí en la forma de afrontarlas. Eso sí, ahora nos quedamos con ganas de saber qué saldrá, en un futuro, de la llegada a los 40 por parte de Ana Oncina. Porque seguro que en un futuro echaremos de menos esta década.

Título: Los F*cking 30. Reflexiones de una inadaptada como tú.
Guion, dibujo y color: Ana Oncina
Edición Original: Zenith
Formato: Rústica con solapas, 144 páginas
Precio: 14,90€