El futuro post-Covid19 de las editoriales independientes de cómic en España

Los más veteranos del lugar tendrían dificultades para recordar una época en la que la industria del cómic en España no haya estado en crisis o al borde de la extinción. “La gente más vieja del lugar, cuando le hablas de crisis, dice que siempre hemos estado en crisis. Esta es una nueva, pero otra igual”. Son palabras de Emilio Bernárdez, editor de La Cúpula (una editorial que el año pasado cumplió los cuarenta años de vida) y que ha vivido los altibajos de la industria en primera línea. Aunque de cara al lector este detalle suela ser transparente, editoriales y autores han regateado el apocalipsis a base de esfuerzo, amor por el medio y, sobre todo, ideas para reconvertirse. Así que si hay un sector que esté más preparado que ningún otro para sobrevivir al nuevo escenario post-confinamiento es el del cómic.

En este panorama de delicada situación sanitaria y económica y sin un desenlace claro en el horizonte, el ocio y la cultura se cobrarán las primeras bajas. A la cancelación ya confirmada de eventos, ferias y salones se le suma la cancelación de las novedades, un parón competo de la distribución y un futuro incierto donde la improvisación será la norma y las acciones conjuntas la excepción. Este lunes, once editoriales del sector emitían un comunicado en el que anunciaban su unión bajo la Plataforma de Editoriales Independientes de Cómic (PEIC), fundada por las editoriales Cascaborra Ediciones, Ediciones La Cúpula, Fandogamia Editorial, GP Ediciones, Grafito Editorial, Harriet Ediciones, Karras, Nuevo Nueve, The Rocketman Project, Sallybooks y Trilita Ediciones, con “el objetivo de planear acciones conjuntas que mitiguen los efectos negativos de la emergencia sanitaria en nuestra industria y fortalecer toda la cadena de valor del sector del cómic”.

Para conocer más a esta plataforma, que nace con un optimismo desbordante y contagioso hacia las librerías, autores y lectores, hemos querido hablar con dos de sus representantes: Emilio Bernárdez y Ricardo Esteban, fundador y responsable de Nuevo Nueve, una nueva editorial que surgió en los últimos meses del 2019 pero que cuenta con la experiencia y sabiduría de un editor que lleva también décadas en el seno de la industria. Disponéis de la entrevista completa sobre estas líneas y en nuestro canal de Youtube, donde se desgranan además detalles como las ayudas gubernamentales, la rebaja del IVA en publicaciones digitales del 21% al 4% (Fandogamia, una de las editoriales de la plataforma PEIC ya está publicando sus cómics en digital a partir de hoy) y otros detalles.

Esteban desgrana el objetivo de esta plataforma. “La idea surge de que desde hace muchos años un grupo de editoriales somos amigas, directamente. Nos juntamos en ferias, nos vamos a tomar cañas, a cenar… Alguna vez hasta hemos compartido estand cuando no hemos podido hacer otro tipo de cosas. Nos hemos ido apoyando dándonos informaciones, preguntándonos cosas. “¿Quién te distribuye?, ¿Dónde imprimes?”. Ese tipo de cosas que distintas editoriales del mismo tamaño, pues nos hemos llevado muy bien. Era una cosa informal totalmente y de tú a tú. Entre dos o tres de las editoriales”. Confinados y a través de un grupo de whatsapp, todos los editores cayeron en la cuenta que compartían los mismos interrogantes sobre el próximo movimiento. “Cada uno, de manera independiente, dirigiéndose a una única librería, no va a sacar nada de por sí, salvo las pocas migajas que te puedan tocar. En grupo, podemos hacer mucha más fuerza”.

En un sector tan pequeño, donde la masa crítica de lectores tiene tan poca variación interanual y donde la cercanía entre libreros, editores y autores es clave, la confianza es clave. Ese término es recurrente en la conversación con Bernárdez y Esteban, quien además introduce otro término clave: “acuerdo de no agresión”. “Hemos juntado y llamado a aquellas editoriales que son de nuestra confianza. Editores con los que hay confianza, con los que me iría a tomar una caña, con los que compartiría habitación de hotel, compartiría estand, dejaría la caja del estand abierta, me iría hacer promociones a librerías en conjunto. Son editoriales con los que, vamos a llamarlo así, tendría un acuerdo de no agresión, ni con los autores. Apoyarnos, darnos información… Esa es la primera idea.”. La sintonía entre ambos editores es total, y aunque de alguna manera ellos son competencia mutua como admite el editor de La Cúpula, “apoyarse los unos a los otros y aunar esfuerzos es clave más que nunca para tirar para adelante”.

La unión de La Cúpula (que ha recuperado hace dos semanas su recordada revista El Víbora en formato digital) a esta plataforma ha sido clave, como reconoce Esteban: “El resto de las editoriales somos muy jóvenes. Aunque yo llevo ya mucho tiempo, con Nuevo Nueve, de septiembre del año pasado, me considero una editorial muy joven, lógicamente, a pesar de la experiencia. Pero La Cúpula, que es la que lleva más tiempo, títulos, autores y experiencia en el mercado, no podía faltar. Además, Emilio comparte totalmente nuestro modo de enfrentarse al mercado, a los autores y a las librerías. Por lo que para mí era de obligado cumplimiento llamar a Emilio e invitarle a participar con nosotros.”

En un mercado donde la palabra “burbuja” aparecía cada vez con más frecuencia, estas once editoriales publicaron el año pasado 190 novedades respecto a un total de 3500 novedades, 200 cómics más que en 2018. En el sector del cómic, se publican una media de casi diez novedades al día, incluyendo festivos. Una cifra mareante e inasumible para el lector, un lector que se verá afectado por esta crisis y no podrá disponer del mismo dinero para cómics y ocio. La Cúpula o Nuevo Nueve suelen publicar tres o cuatro novedades mensuales, porque como afirma el propio Emilio Bernárdez “vamos haciendo las cosas poquito a poco para poder dedicarle a cada libro su tiempo tanto en la producción, como después en el marketing, presentaciones, etc.” Precisamente, en ese ritmo puede estar la salvación de las editoriales de la plataforma PEIC, ya que en buena parte el cliente habitual de estos cómics es muy leal y podrá seguir asumiendo esa cantidad de cómics baja, al contrario que quienes compran volúmenes altos. Según Emilio, “las grandes editoriales creo que serán los mayores perjudicados cuando acabe todo esto y tendrán que reducir un poco su ritmo”.

Esteban reconoce que por su parte retrasará las novedades dos meses y no aprovechará el desconfinamiento para sacar de golpe todas las novedades acumuladas durante estos dos meses. El miedo a que esto ocurra es generalizado entre los lectores, pero el sentido común se impone entre los entrevistados, aunque ellos mismos admiten que pese a tener todo parado, los cobros les siguen llegando: “Pagados los derechos, la distribución, los derechos, los anticipos, traducción maquetación, promoción… La imprenta llegará enseguida, transporte, ficheros. Y están ahí parados. Esos son los primeros que saldrán…”. En definitiva, “no podemos decir que si se te han acumulado cinco, vas a sacar cinco de golpe. Habrá que dosificarlos. Libros que teníamos pensado para sacarlos en junio o julio, habrá que sacarlos al final del veráno”.

En la conversación enseguida surgen otros detalles y reflexiones interesantes, todas ellas inciertas de momento. Por ejemplo, Bernárdez y Esteban reflexionan sobre una de las facetas más romántica de las rutinas de compra de cómics: entrar a las librerías y ojear los cómics “¿Podrá entrar la gente directamente a las librerías o tendrá que hacer cola? Hay ciertas cosas que no están claras y que tenemos que ver”, reflexiona el primero, a lo que el segundo, tras fijarse cómo lo están haciendo en Italia, añade “¿Qué hacemos ahora? Compramos pegatinas como locos de QR’s para todos los libros.” El miedo a tocar un libro que haya podido tocar otra persona antes está presente en el subconsciente del comprador. Las presentaciones en librerías también tendrán que cambiar, ya que el romanticismo de ver cómo un autor te firma un cómic tras una presentación de libros también se perderá. Una solución, a la francesa, es la que propone Esteban: “Te lo pueden hacer en cuartillas y luego te lo incorporan al libro. Como hacen mucho en Francia, que te pegan ahí un ex libris o un pequeño original”

 En un momento dado, la charla gira hacia los salones del cómic y sobre las ferias del cómic, más necesarias que nunca. Tanto el Día del Libro como La Feria del Libro de Madrid, que se iba a celebrar el tradicional mes de Mayo/Junio, son dos fuentes de ingresos fundamentales para la supervivencia de muchas pequeñas editoriales. La facturación que se realiza en esos eventos, junto a la campaña navideña, declina la balanza económica de muchas editoriales. Esteban es claro al respecto y arroja unas cifras que resultan esclarecedoras, en torno a la Feria del Libro de Madrid. “Los diecisiete días tener un estand en la Feria del Libro suelen ser unos 2000€. El último año que estuve, con otra editorial, facturamos unos 26000€”. Para la editorial madrileña es “una feria que renta”, aunque es cierto que para las editoriales de fuera de la capital el gasto es superior y el beneficio menor. Pero hay más salones en España y siguen saliendo datos. Para Esteban, desplazarse a Cómic Barcelona, la denominación actual del antiguo Salón del Cómic de Barcelona, oscila en torno a “los 8000 euros, y allí se factura a lo mejor 15000 euros”. Por eso es importante “ir a todas las ferias, a cualquier sitio en el que haya un grupo de lectores

Al mencionar el Salón del Cómic de Barcelona, Emilio recuerda su génesis, también en un momento de crisis y futuro incierto. De hecho, aquella solución a un problema permite al responsable de La Cúpula ser optimista respecto al futuro más inmediato. “El Salón del Cómic de Barcelona es el vivo ejemplo de eso: hace treinta y ocho años los editores, libreros, distribuidores y autores olvidamos nuestras rencillas y dijimos que había que sacar un Salón del Cómic adelante porque España lo necesitaba. Y algunos de los que estábamos allí no nos podíamos ni ver. Pero llevamos treinta y ocho años y espero que esta plataforma dure también otros treinta y ocho años, porque nos entendemos muy bien y creo que la unión hace la fuerza

Con este mensaje de optimismo y esperanza concluye la conversación. Dos veteranos del medio, unidos más que nunca, están seguros de que nada volverá a ser igual que antes, pero a buen seguro desde el amor que sienten por el noveno arte se articularán las medidas necesarias para que nuestros cómics continúen llegando a nuestras manos.