Vuelve El Víbora gritando «Que te jodan Covid-19»

Hoy miércoles, de manera impensada y con la intervención de un montón de amigos y cooperantes, Emilio ha logrado reanimar a la bicha dice en el texto introductorio Rubén Lardín. Emilio Bernárdez junto a todo su equipo, han decidido devolver a la vida una revista mítica, El Víbora. Una de las revistas más importantes de la historia de nuestro país.

En estos días de encierro que nos está tocando vivir, nos enteramos hace poco de la intención de volver a sacar El Víbora y nos quedamos todos patidifusos y encantadísimos. ¿Cómo iban a hacerlo? Pues como siempre, rompiendo moldes y a su manera. Y es que, cuando menos ayudas tienen las editoriales (y todo el mundo de la cultura en general) es cuando más están sacando a lucir su valor social. Como el propio Lardín comenta, ¡putos editores chiflados! Pero cuánto les debemos.

El texto de Lardín es el único que encontraremos en toda la publicación.

Como comentábamos, no sabíamos cómo iban a conseguir revivirla con todo el trabajo que ello conlleva. La editorial no ha dejado de trabajar, pese a no poder sacar al mercado sus nuevas obras, y estar todo paralizado. Por lo que añadir El Víbora a esa montaña de trabajo parecía una locura. Sin embargo, encontraron la medida perfecta para hacerlo funcionar.

Bajo el nombre El Víbora para Supervivientes se publicará todos los miércoles de forma gratuita en la red un nuevo número. En ella encontraremos historias tanto nacionales, como internacionales, de autores y autoras de primera línea. Y es que Emilio se puso en contacto con muchos de los antiguos colaboradores de la revista, y vamos a poder disfrutar de las historias favoritas de cada autor. Cada uno de ellos ha elegido su historia preferida de las que publicó en El Víbora y ahora las podremos volver a disfrutar en esta nueva versión.

Éste es el aspecto de la web donde podremos leer a partir de ahora «El Víbora para Supervivientes»

La intención es que, cuando terminen todas las publicaciones que tienen pensadas, tenga el contenido y el valor de una antología de más de doscientas páginas. Aunque algunos nombres de artistas ya se han desvelado, como Max o Robert Crumb, quieren que sea una sorpresa semanal. Además, también podremos ver algunas publicaciones nuevas.

Por supuesto, y como podréis haber visto en la imagen destacada de esta reseña, las portadas van a ser nuevas. Y la primera la firman dos grandes autoras: Aroha Travé al dibujo, y Rosa Codina al color. Poniendo de relieve lo que todos pensamos del Covid-19.

Una anécdota de la aquí firmante es que hace meses, en el primer podcast de Sala de Peligro en que participé, estuvimos comentando la obra Carne de Cañón de Aroha Travé. Yo comenté que me había llamado muchísimo la atención cuando lo vi en mi librería de confianza, porque me había recordado muchísimo a una portada de El Víbora. Quién nos iba a decir meses después que volveríamos a ver la revista, y que sería la propia Travé quien ilustraría su primer número.

Y hablando del primer número, ¿qué podemos encontrar en El Víbora para Supervivientes? Calidad. Eso, para empezar, y dentro de esa calidad distintas historias para todos los gustos. Todas ellas son historias cortas, por lo que el lector puede disfrutar de la historia hasta el final. Y no tendrá que esperar hasta el próximo miércoles para saber cómo continúa.

Tal y como ocurría con la revista original, las historias se siguen unas a otras y son auto conclusivas.

En este número aparecen obras de autores nacionales como Sospecha letal de Martí, Perro Nick de Miguel Gallardo, Corazón Loco de Isa Feu, … y que cumplas muchos más con guion de Hernan Migoya y dibujo de Iron y Surfing on the third wave. Toxoplasma de Miguel Ángel Martín.

Se mantiene lo bueno que tenía El Víbora y es que cada historia tiene una duración en páginas, algunas son a color, otras en blanco y negro. Y ninguna es igual a la anterior. Todas ellas tienen un final inesperado (obviamente, si es la primera vez que las lees) y un punto pasado de rosca. Y es que El Víbora siempre fue provocativa, a la par que abrió puertas a patadas para hablar de ciertos temas mediante el cómic.

Es interesante que las autoras y los autores que han decidido participar en esta nueva versión de la revista, han elegido en muchos casos algunas de sus historias más antiguas. Algo que es todo un lujo, ya que quienes se inicien en el mundo de El Víbora ahora, descubrirán publicaciones que pese a tener muchos años, siguen siendo igual de impactantes y actuales.

Además, mezcladas con las anteriores encontramos historias de autores internacionales como son La crisis de madurez de tío Bob (Uncle Bob’s Mid-Life Crisis) de Robert Crumb, La segunda Babel (Een Tweede Babel) de Joost Swarte, El enigma de George Cecil Hamilton Tercero de Peter Bagge con su icónico personaje Buddy Bradley. Grandes firmas para mejores historias.

Aunque, como en el caso anterior, muchas de estas historias tienen bastantes años, impacta ver que muchos temas siguen siendo actuales. Y un lector que las desconociera podría sentirse igualmente atraído a ellas. Aunque nunca hay que descontextualizar una obra para analizarla, o comentarla, sí que es cierto que El Víbora para Supervivientes está creando con su existencia la posibilidad de una nueva tanda de lectores. Obviamente, quienes conocíamos la revista, y la habíamos leído en su momento, volveremos a ella de cabeza cada miércoles. Pero cabe la posibilidad que aparezcan nuevos lectores, y será muy interesante ver en redes lo que opinan sobre estas historias.

El poder ampliar las páginas a voluntad permite al lector apreciar detalles que, de otra forma, sería imposible.

La única historia relacionada directamente con todo el tema del Covid-19 es Confinamiento. El legendario de Gambart historia que sitúa a su protagonista en la actualidad. Y es un guiño que actualiza la revista y la conecta con los nuevos lectores de los que hablábamos.

En total el primer número cuenta con 57 páginas. Navegar por El Víbora para Supervivientes es muy cómodo, la plataforma permite pasar las hojas como si fuera una revista impresa. Pero, además, se puede ampliar cada página todo lo que se quiera. Por lo que no sólo podemos disfrutar de las historias, sino que además el apartado artístico es visible a unos niveles no vistos hasta ahora. Sobre todo, en el caso de las historias a color.

Recuperar El Víbora durante este confinamiento ha sido una decisión editorial un tanto loca, tal y como comentaba al principio Lardín. Pero esa locura es la que mantuvo viva la revista durante tantos años. El trabajo de todo el equipo de La Cúpula es magnífico, teniendo en cuenta, como ya se ha comentado, que esto no es lo único en lo que están trabajando. Sino que se trata de un añadido a toda su labor habitual.

Cada miércoles tendremos una nueva publicación, y podremos disfrutarla desde casa. Donde tenemos que estar. ¿Volverá El Víbora al formato papel cuando todo esto acabe? Emilio Bernárdez duda mucho que eso ocurra, sin embargo, vamos a disfrutar de lo único bueno que nos ha dado esta situación. Y si en un futuro El Víbora toma otro camino, seguiremos disfrutándola como cada vez.

Si después de todo esto no queréis perder el tiempo, e ir directamente a leer el primer número, sólo tenéis que pinchar encima de la portada. Tras ella, además, os dejamos un podcast muy especial, y relacionado.

Si queréis saber más sobre La Cúpula y su editor jefe. Os recordamos que tenéis un especial en el podcast, donde además podéis escuchar al propio Emilio Bernárdez hablando de la revista.