| Palabra de Editor es la columna de opinión de Pedro F. Medina (@Studio_Kat), Editor Jefe, responsable de licencias y redes sociales de Fandogamia y periodista con una faceta nada oculta de showman en los eventos de cómic y manga. |
Estamos a 5 de marzo, San Teófilo. Es el Día Mundial de la Eficiencia Energética. En esta fecha, allá por 1979, la Voyager I se arrimó a Júpiter para echar un vistazo. En 2003 se aprobó el código antidopaje por el que se rigen las competiciones deportivas federadas. En Zaragoza ahora mismo están celebrando la Cincomarzada. Es el cumpleaños de Felipe González y el día que cascó Stalin. Y este año también celebramos el Día de los Datos Abiertos… y el Día del Cómic.
Los que nos dedicamos a los tebeos recurríamos al 23 de abril, Día del Libro, para festejar lo nuestro. Pero dentro de la industria literaria de este país somos una rara avis, una cosa peculiar. Tenemos puntos de venta especializados, eventos dedicados, distribuidoras exclusivas. Un ecosistema propio, que opera a veces en paralelo y a veces cruzado con el resto de producción editorial. Con tiempos, formas y precios diferentes. Somos extraños. Somos únicos. Nos merecemos esta fecha.
Hoy reivindicamos nuestro amor por las viñetas. Respetar el legado y promover el futuro. En este país ha habido fusilados por sus ilustraciones, censura en los bocadillos y explotación en los derechos. Hoy tenemos controversia en redes por las ideas, deslocalización de la producción y precariedad en las cuentas. Pero también hay ilusión. Y más variedad que nunca. Representatividad, feminismo, coraje. Tebeos para todos los gustos. A la vanguardia de los valores que representan al siglo XXI. Con más oportunidades que nunca. Multitud de lectores y lectoras ávidos de historias. De reír, de sufrir, de aprender, de descubrir, de disfrutar, de aborrecer, de leer, leer en definitiva, sumergirse en tantos mundos que una vida simplemente no es suficiente. De la mano de los nuevos formatos audiovisuales, sin despreciar nada, con una mirada audaz a lo que viene y una montaña de increíble talento sobre la que auparse. Con lienzos infinitos en código binario o mamotretos en cartoné que ocupan media estantería. Las posibilidades son tremebundas. Y seguimos rascando, porque lo más gordo siempre está en el horizonte.
El cómic es cine muy barato de producir. Arte secuencial para el que solo necesitas un lápiz y un trozo de papel. Ni siquiera te hace falta el papel, cualquier superficie te vale. Un muro, un papiro, una cueva en Atapuerca. Tú puedes hacerlo. Hacen falta años de práctica y lectura para dominarlo y recibir un Premio Nacional, eso es verdad, pero solo necesitas las ganas. Las mismas que nos mueven desde las entrañas a seguir publicando, dibujando, traduciendo, rotulando, escribiendo, diseñando, moviendo historietas, ¿cuál es la crisis de este año? ¿Inmobiliaria, una pandemia, un terremoto? Nos las merendamos. ¡Tenemos tantos ejemplos en los que fijarnos para sacar fuerzas de flaqueza! Matt Murdock tras la muerte de Elektra. La Resistencia defendiendo las murallas de Montjuïch. Astérix perdiendo la poción mágica en Bretaña. La Nochevieja Sangrienta en Tokyo. ¡Han matado a Krilin (otra vez)! ¡Han matado a Robin (otra vez)! ¡Scott aprende a hostias que lo primero es respetarse a sí mismo! ¡GARFIELD SE HA COMIDO TODA LA LASAÑA!
No hay nada más inspirador que una historia bien narrada. Que un cómic bien hecho. Así estamos todos los que nos movemos entre viñetas, siempre queriendo devolverle al medio todo lo bueno que nos ha dado. Nos han ayudado a sacar la mejor versión de nosotros mismos.
Gracias, gracias por tanto. Feliz Día del Cómic.