Money Shot: Erotismo, crítica y cachondeo de la mano de Moztros.

Vivimos una época… “Complicada” como poco. Antivacunas en medio de una pandemia, terraplanistas en el siglo veintiuno, guerra, racismo y un sinfín de cosas que no es de buen gusto comentar en la reseña de un cómic. No al menos de uno tan divertido y curioso como lo es Money Shot. Lo que nos trae la editorial Moztros resulta que hace una crítica mordaz a la sociedad mezclándolo con aventuras espaciales, una buena dosis de erotismo y buen humor. Una mezcla muy curiosa que, de momento, funciona muy bien.

Money Shot nos sitúa en un futuro cercano donde el gobierno no tiene interés alguno en la ciencia ni dinero para financiar investigaciones. Tanto es así que los viajes espaciales resultan tan costosos que la exploración espacial se ha detenido. Esto unido al poco interés de las civilizaciones extraterrestres por la humanidad, debido a las guerras, las sociedades divididas y la falta de interés por el bienestar de los demás, ha resultado en que la humanidad se ha quedado apartada. Y como consecuencia de este problema intergaláctico, los seres humanos han desarrollado una falta de interés en la ciencia y la exploración espacial.

Y en esta situación nos encontramos con la protagonista de esta historia, la Dra. Christine Ocampo, que incluso habiendo creado una máquina capaz de teletransportar a los seres humanos a otros planetas, un sistema revolucionario, no tiene fondos para continuar desarrollando su trabajo. En aquella situación crítica les propone a sus compañeros de trabajo, otros cuatro científicos de distintas especialidades, la forma de conseguir el dinero para continuar sus investigaciones: El porno.

Los humanos, aburridos, buscan cosas nuevas  en los sitios de adultos con una clara tendencia a la pornografía más rara. La doctora, sabiendo que el sexo vende, propone a sus compañeros grabar escenas sexuales con distintas razas de otros planetas y buscando ofrecer nuevas experiencias a los usuarios aprovechando el teletransporte.

Esto es un resumen de la premisa de Money Shot. Entonces, ¿qué tiene de graciosa la pornografía? ¿Dónde está lo divertido o erótico en que la humanidad prefiera ver sexo en el sofá que investigar los viajes espaciales? Pues ahí está el quiz de la cuestión. Los autores hacen una crítica mordaz al capitalismo, al uso de la sexualidad para recaudar fondos; Sin embargo, a su vez lo hacen desde un punto de vista amable. La doctora sugiere grabar porno con el resto de investigadores, dos hombres y dos mujeres, pero de una manera sana, segura y consensuada. No trata de forzar vidas extraterrestres, sino que buscan sujetos que quieran tener relaciones con ellos. No hay cabida aquí para la homofobia, el racismo, la transfobia ni la violencia sexual.

Es cierto que el tema de la sexualidad como trabajo, webcamers, prostitución, plataformas donde se paga por ciertos videos o fotos es un tema complejo con muchos matices, sin embargo, Money Shot no profundiza hasta ese punto en esos temas. La crítica y el erotismo están ahí, mezclados con las aventuras interplanetarias del grupo protagonista con afán de entretener más que de realizar un estudio complejo sobre el tema en cuestión.

Respecto al erotismo o las escenas directamente de sexo explícito, las hay sin que esto ocupe la mayoría del cómic. Tienes escenas eróticas de buen royo, agradables, morbosas, pero no son el centro de la trama. Hay sexo bisexual y sin tapujos, inter especie (aunque con especies humanoides, quizás aquí se podían haber mojado un poco más) y siempre manteniendo el buen gusto, sin violentar a nadie en el proceso. Algunas escenas son más sugerentes que otras, pero algunos momentos que son los más íntimos entre los personajes también parecen más mecánicos. En cambio, las escenas más inspiradas sí que consiguen transmitir al lector lo que se proponen de una manera mucho más eficaz. Estas escenas, casi en su totalidad, sirven no solo como una suerte de fanservice morboso, sino que, además, permiten conocer mejor a los protagonistas sabiendo sus gustos, como son sus relaciones con los demás e incluso parte de sus pasados. La trama escrita por Timm Seeley y Sara Beattle podría haber sido únicamente una escusa para saltar de escena pornográfica en escena pornográfica sin más, pero, en cambio, consigue crear una aventura divertida con personajes muy humanos. El humor está lleno de bromas sexuales, de chistes de cama y de dobles sentidos. Pullas entre los personajes que, al fin y al cabo, están viviendo situaciones muy poco convencionales.

El dibujo de Rebekah Isaacs es limpio, con un trazo firme y rico en detalles que acompaña muy bien a la historia. No tiene problema en dibujar cuerpos de todo tipo, de distintas etnias o razas galácticas. Quizás la pega de nuevo es que no se moja tampoco en esto pues prácticamente todos los personajes son atractivos con cuerpos normativos. Al menos si no se tiene en cuenta a los seres con tentáculos y piel azul.

Para finalizar, la edición que nos trae la editorial Moztros a España, constará de tres números (¡una serie corta! ¡Rápido, pedid un deseo!) y la verdad es que está muy cuidada. Tenemos ante nosotros un comic que sabe llamar la atención y no de la manera más obvia. Es una comedia, llena de situaciones absurdas, hecha para entretener. Las escenas de sexo no son del todo explícitas, aunque si lo suficientemente estimulantes para considerarse, efectivamente, un cómic erótico que no tiene pelos en la lengua al hablar de ciertos temas. Y es que, al final del día, viviendo en esta época tan convulsa, debemos ser críticos, pero también debemos encontrar un hueco para disfrutar de manera sana y divertirnos. Y Money Shot es un buen ejemplo de ello.

Título: Money Shot
Guion: Tim Seeley y Sara Beattle
Dibujo y color: Rebekah Isaacs y K. Michael Russel
Editorial: Moztros
Formato: Cartoné, 112 páginas
Precio: 15,00€