Jimmy Olsen, el amigo que todos queremos ser

Las muchas vidas de Jimmy Olsen

Jimmy Olsen apareció en la vida de Superman tan pronto como en el nº 6 de Action Comics de 1938 como un anónimo y joven reportero y tuvo que ser el serial de radio The Adventures de Superman el que le dio nombre cuando en él aparecieron unos reporteros compañeros Clark Kent y Lois Lane en el Daily Star llamados Jimmy Olsen y Perry White. Sí, en la Edad de Oro el periódico no se llamaba Daily Planet y su director era un tal George Taylor. Nadie llamaba Jefe a White porque era un reportero más. White y Olsen se incorporaron como tales a la serie de cómic Superman en los números 7 y 13 respectivamente, y Siegel y Shuster aprovecharon para bautizar al anónimo y joven reportero de pelo castaño. Sí, sí, era castaño, no pelirrojo, aunque algunas versiones recoloreadas le presentan como rubio.

Este Olsen era un simple reportero que compartía algunas aventuras con Superman y ya está. Todo cambió con su versión de lo que luego se llamaría Tierra-Uno que poco tenía que ver con su contrapartida de Tierra-Dos, además del color de pelo. Su debut se produjo en el que se considera el número en el que aparecían por primera vez elementos de lo que luego sería conocido como el Superman de la Edad de Plata, el nº 91 de Superman de agosto de 1954. Este Jimmy era fotógrafo, no reportero, y enseguida se especializó en meterse en todos los líos posibles de la manera más estrafalaria posible, sufriendo constantes transformaciones: que si artista de circo, que si poderes elásticos, que si hombre lobo, lanzallamas humano, pulpo humano, genio de la lámpara, puercoespín humano, Jimmy bizarro,… En otras aventuras Jimmy adoptó la identidad de Flamebird como sidekick de Nightwing, la identidad aventurera que Superman usaba para actuar de incógnito en la ciudad embotellada de Kandor, obviamente un homenaje a Batman y Robin. Pero como será más recordado será como el Hombre Tortuga Gigante. No preguntéis, era la Edad de Plata.

El personaje llegó a cosechar la suficiente popularidad para protagonizar su propio cómic Superman’s Pal, Jimmy Olsen, que tuvo 163 números publicados entre 1954 y 1974. El primer número marcó el debut del ya mítico reloj de señales que Jimmy usaba para avisar a Superman. 16 años después la serie fue protagonista de otra primera aparición, la de Darkseid, porque aquí fue donde Jack Kirby recaló cuando abandonó Marvel por DC, al ser una serie sin un equipo creativo estable y que parecía al borde de la cancelación. El Rey dibujó 15 números donde inició su saga del Cuarto Mundo presentando no solo a los personajes de Apokolips y Nueva Génesis sino a la nuevas versiones clonadas de su Newsboys Legion y del Guardián Dorado, Intergang, Morgan Edge,… Las ventas no acompañaron y el último número que dibujó Kirby fue el 148, siendo renombrada en el 164 como Superman Family como contenedor de las aventuras de Supergirl y Lois Lane, que acababan de perder sus series juntos a las del propio Jimmy.

Los Olsens de Tierra-Uno y Tierra-Dos se conocieron cuando el segundo enfermó de cáncer y la sana versión juvenil del personaje ayudó a encontrar un remedio. La Edad de Bronce marcó el fin del Jimmy alocado que, aunque mantuvo la amistad de Superman y el reloj de señales, se convirtió simplemente en el dicharachero fotógrafo del Planet. Sin embargo, que el personaje es indisociable de la figura de Superman lo demuestran sus muchas apariciones en las versiones en imagen en movimiento de Superman, desde el simpático Marc McClure que lo encarnó junto a Christopher Reeve, pasando por el dinámico Jimmy de la serie de animación de los 90 hasta verse convertido en el afroamericano Mehcad Brooks que le saca una cabeza al Superman de Tyler Hoechlin. Incluso le podemos ver en Batman V Superman como agente de la CIA que usa a Lois Lane como tapadera y acaba ejecutado por un señor de la guerra africano. No preguntéis, es Zack Snyder.

La Edad de Plata,… ahora

Dato: Jimmy Olsen, el amigo de Superman es el primer trabajo de Matt Fraction para DC. Nunca hasta esta maxiserie de 12 números publicada a partir de septiembre de 2019 había escrito el guionista de Chicago ni una palabra para DC. Y, hay que reconocerlo, ha sido una entrada a lo grande. Aunque nos pueda parecer que DC está publicando a lo loco y sin un plan fijo, de vez en cuando hay atisbos de que hay una intención detrás de sus publicaciones: esta maxiserie se publicó en paralelo a la que Greg Rucka le dedicó a Lois Lane aunque el tono y la intención sean totalmente distintos.

Aunque no sabemos en qué Edad estamos ahora mismo, Fraction decide coger los conceptos locos del Jimmy de la Edad de Plata y readaptarlos a la época actual con un barniz de humor absurdo, algo cada vez más inusual en esta época de «cuanto más realista -sea eso lo que sea- mejor». El guion se convierte así en una ametralladora de gags con mejor o peor fortuna pero que te mantienen con la sonrisa durante toda la lectura, llegando a la carcajada con la parodia descarnada que hace de Batman.

Quizás peque por exceso, porque incluso la comedia más loca necesita de espacios para respirar, pero la estructura en pequeños capítulos de una media de cinco páginas ayuda a que la lectura no se haga pesada. Fraction imbrica la historia en la continuidad DC (o lo que ahora llaman continuidad) con referencias al Evento Leviatán o al hecho de que Superman revelase su identidad secreta y además se saca de la manga a un hermano y a una hermana desconocidos hasta ese momento, referencias a la historia de Metrópolis e insospechadas relaciones familiares con Lex Luthor. Por supuesto hay gorilas, transformaciones imposibles, ladronas de joyas interdimensionales, tiranos espaciales y robots tipo Dalek que resbalan con cáscaras de plátano. En paralelo Fraction coloca sus reflexiones sobre el estado actual del periodismo y los youtubers capaces de hacer cualquier cosa con tal de conseguir miríadas de likes. Y sobre su público. Sobre todos nosotros.

El dibujante Steve Lieber cumple con nota y sorprende. Frecuente colaborador de Greg Rucka (Whiteout, Detective Comics, Gotham Central, Lazarux X+66) su estilo reminiscente del de Michael Lark se adapta perfectamente al humor como ha demostrado en Quantum and Woody must die o Los enemigos superiores de Spiderman, siendo especialmente logradas las expresiones faciales de los personajes y las versiones Calvin y Hobbes de los Olsen. Pero quien realmente merece una mención por su trabajo es el rotulista Clayton Cowles, que se curra no solo las parrafadas de Fraction sino los hilarantes títulos con los que se abre cada capítulo y, por ende, el personal del Estudio NoDo, que firma la edición técnica del tomo publicado por ECC.

Este Jimmy Olsen el amigo de Superman: ¿Quién mató a Jimmy Olsen? no solo es una de las historias de superhéroes más divertidas que hemos podido leer en los últimos años, sino que demuestra que los personajes DC siguen teniendo potencial para excelentes historias más allá del caos aparente que muestra la actual etapa de la editorial.