Tótem, la nueva novela gráfica de Laura Pérez que entrelaza historias de forma poco habitual

Hace dos años Laura Pérez publicó Ocultos, su primera novela gráfica. Y fue todo un éxito no sólo por su guion, que nadaba entre el terror y la cotidianidad, sino por su narrativa y apartado gráfico. Ocultos recibió multitud de premios, y no es para menos, Pérez tenía una voz muy personal y una forma de narrar historias que no dejaban indiferente a nadie. Personalmente, y disculpad que inicie esta reseña así, fue la primera obra con la que empecé a colaborar en la versión escrita de Sala de Peligro. Ahora, casi dos años después de aquella publicación, el arte de Laura Pérez vuelve a aparecer en una nueva novela gráfica llamada Tótem.

 Aunque puede parecer mucho tiempo para un nuevo cómic de la artista, durante este tiempo Pérez ha trabajado como ilustradora, tanto en nuestro país como en el extranjero, en publicaciones como Sirenas de leyenda (Errata Naturae), con Rémi Giordano y Olivia Godat, o Los secretos de las brujas (Errata Naturae) con Elsa Whyte y Julie Légère. Además de encargarse de la cartelería de distintos eventos de cómic, como el Salón del Cómic de Navarra, o el Splash! Sagunt. Además de ser la responsable de la imagen del 20 aniversario de la editorial Astiberri. Pero, ¿de qué va su nueva novela gráfica?

 La historia de Tótem se mueve en distintos tiempos y lugares, pero la narración se inicia de la mano de una mujer que ve las noticias en la televisión. Tras escuchar que han encontrado el cadáver de una arquitecta desaparecida empieza a recordar el viaje por carretera que hizo con otra mujer. Las interminables llanuras de Arizona y sus kilómetros de carretera hacen que las dos hablen de algunos de los mitos más extendidos en Estados Unidos, especialmente los avistamientos de ovnis. De ahí la conversación gira hacia las creencias familiares respecto a los espíritus de una de ellas. Es en ese punto inicial cuando Pérez muestra claramente de qué va su cómic.

 Como si de un Tótem propiamente dicho se tratara, esta novela gráfica muestra distintas historias en distintos tiempos, pero todas ellas entrelazadas con la idea del mundo físico y el espiritual en relación con la naturaleza y el ser. Hay que tener en cuenta que Pérez sitúa la acción principal (las dos mujeres en su road trip) en Arizona, y que el término tótem surgió en la lengua de los Ojibwa, un pueblo nativo de Estados Unidos que le atribuía un poder místico, o una condición sobrenatural, a la escultura que representaba el tótem. Y en esta idea parece centrarse la obra de Pérez que mantiene en todo momento una línea central respecto a la representación de la relación entre los espíritus y el mundo físico o natural.

El apartado gráfico de Tótem llama la atención por el uso de dos paletas de colores completamente diferenciadas entre ellas: gamas cálidas para la historia central, y gamas de grises para aquellas que ocurren en lugares y tiempos distintos a ésta. Pero que, sin embargo, terminan enlazándose entre ellas de forma natural. El color juega un papel fundamental en esta obra, no sólo porque separa de forma evidente tiempos y espacios, sino porque gestiona los tiempos de lectura. No hay separación capitular en esta novela gráfica, lo que sí encontramos es la distinción entre historias de distintos personajes que llegan a distintas conclusiones alrededor de la historia principal.

Gran parte de la obra es silenciosa, o sin texto, y es la ambientación y el color los que hacen que la narrativa funcione y les lectores pasen más o menos tiempo en cada página. En cuanto a los diseños de personaje, en la línea de Ocultos, siguen manteniendo esos ojos completamente negros que en muy rara ocasión verán un punto de luz pero que, sin embargo, en este cómic son todavía más expresivos de lo esperado. Debido a esto, la corporalidad y expresión de los personajes, junto a la ausencia de textos, hacen que la acción fluya a través de elles.

La edición de Astiberri está a la altura de una obra tan buena como Tótem. Buen papel, tamaño considerable (19 x 26 cm) y cubiertas con textura que potencian la portada del cómic. Además, en su web podéis encontrar de forma gratuita un avance del cómic con las primeras páginas. Aunque la obra se enmarca en la web de Astiberri, por temas de catalogación, como una novela gráfica de ciencia ficción fantástica, la verdad es que Laura Pérez tiene un estilo de narrativa, y trata una temática, que es difícil de enmarcar en ese campo. Si bien, al igual que hacía en Ocultos, sabe llevar su historia por ese fino hilo entre lo que podemos ver y lo que no en nuestro día a día, no podemos considerar que se trate de ciencia ficción. Por una simple razón, Pérez muestra historias que no tienen una explicación científica, real o ficticia. Sino que entra más de lleno en el campo de la sensibilidad y las creencias. Y consigue que entres con ella hasta el final sin plantearte siquiera si crees o no en el mundo que ella plantea. O, mejor dicho, en cómo ella ve el mundo.

 Laura Pérez ha “tardado” dos años en darnos una nueva novela gráfica, pero por Tótem ha valido la pena la espera. Demostrando así que les autores que pueden dedicarle a sus obras el tiempo necesario siempre conseguirán un buen resultado. Pérez lleva a les lectores de la mano durante toda la historia, abriéndoles los ojos y no dejando que pierdan detalle de esos resquicios del día a día en que no sabes identificar esa sensación que sientes cuando estás en casa y notas que no estás a solas. La escritura de esta autora ha evolucionado en estos dos años y perfeccionado su apartado gráfico, consiguiendo en Tótem una narrativa muy personal que funciona a la perfección. Desde Sala de Peligro queremos felicitarla por esta obra con la esperanza de que siga queriendo sorprendernos en el futuro.