Astérix tras las huellas del Grifo, el humor y las aventuras son la verdadera poción mágica

Cuando los autores actuales, Didier Conrad y Jean-Yves Ferri, comenzaron a darle una continuidad a las aventuras de Astérix y Obélix dentro de los nuevos números se levantaron algunas suspicacias. Sin embargo la calidad de los números que iban haciendo dejaba claro que no había por qué preocuparse. Con Astérix tras las huellas del Grifo se acaba esta “trilogía” y lo hace con la cabeza bien alta.

En el número anterior el druida Panoramix sintió la llamada de un viejo amigo mientras se quedaba dormido. Eso propició los eventos que ocurren y finalizan en este número. Preparado con la poción mágica y acompañado por los dos valientes galos, e Ideafix, emprende un viaje hacia el lejano este. Una aventura que les lleva a conocer al pueblo de los sármatas, situado entre Ucrania y Mongolia hoy en día. Su objetivo es sencillo y conocido por cualquiera: ayudar al druida y a los sármatas y frustrar los planes de César.

Por otro lado el emperador romano ha enviado sus tropas a esa zona, la cual denominan Barbáricum, para que le traiga el Grifo, un animal mitológico descrito en antiguos textos griegos. Para ello confía la tarea en el geógrafo Terrignotus (personaje cuyo físico caricaturiza al controvertido escritor Michel Houellebecq) que, con ayuda de una amazona sármata capturada, cree que puede capturar a tan maravillosa criatura.

Didier Conrad y Jean-Yves Ferri consiguen, partiendo de esta toma de rehenes, llevar a los personajes a tierras lejanas en una trepidante aventura. Con un gran paisaje nevado, todo un desafío según sus autores, ya que dibujar un paisaje nevado es complicado sin que resulte monótono, se lanzan al rescate de un amigo y con ello comienzan los puntos distintivos y a la vez destacables de Tras las huellas del Grifo.

Es difícil no compararlo con los números escritos y dibujados por Uderzo y Goscinny y, vaya por delante, que Conrad y Ferri hacen un gran trabajo, pero hay algunas cosas que cambian dentro de la “fórmula de la serie”. Para empezar, y quizás este si sea un punto negativo para quienes no hayan seguido la serie, es que los autores deciden hacer una elipsis sin dar explicación de los motivos por los que los galos salen de su aldea para viajar a este misterioso país. Aunque ya ha sido explicado al inicio de este texto y se entiende suficientemente bien durante el desarrollo de la aventura puede llevar a algunos a confusión. Según su propio guionista al que pudimos preguntar en una rueda de prensa, la serie necesitaba hacer esa elipsis para poder contar la historia que querían. Era necesario actualizar el formato y, según sus propias palabras, «después de 39 números no hace falta que se presenten a los personajes al inicio«. Además, por si fuera poco, en verano se hizo un tráiler que fue compartido por la editorial en redes sociales que servía como introducción. Los tiempos, definitivamente, han cambiado.

Debido a que viajan a otra aldea podemos ver que el campamento sármata es una especie de espejo de la aldea de los protagonistas en Armórica. Un recurso que ya se ha usado más veces y que representa a una suerte de dobles de los personajes, pero aquí el recurso tiene un poco más de gracia. Los sármatas y los romanos se convierten casi en una fábula ecológica donde choca la “civilización” romana con el lado armonioso con la naturaleza de los sármatas. Entre estos últimos, son las mujeres, las conocidas amazonas, las que mandan y las que luchan. Sin embargo pese a que son personajes interesantes y que destacan en las viñetas quedan a la sombra de los protagonistas. Algo un poco lamentable porque las amazonas tienen un carácter fiero y luchador y se ven ensombrecidas por Astérix. Se ha dicho ya en otros medios que con este cómic “Astérix se volvía feminista” y aunque el cómic si haga un esfuerzo por mostrar mujeres fuertes e independientes, como se pudo ver ya en La Hija de Vercingetorix, sus propios personajes no salen bien parados en este aspecto.

Lo cual refleja el espíritu de Astérix, con ideas para derrotar a los romanos aunque a las mujeres no les hagan falta, y con ganas de liderar la lucha aún sin poción mágica, como también ocurre en El combate de los jefes. Y es que aquí tenemos otro punto que destaca de este tebeo: No hay poción mágica. El pequeño galo demuestra ser igualmente buen luchador e ingenioso sin magia mediante. Es el druida quien sale peor parado por este hecho, ya que no tiene un papel muy relevante, pero a cambio consigue unas escenas muy divertidas que recuerdan al primer número de la serie.

Y es que, pese a estas pequeñas diferencias, tiene todo lo que hace un buen Astérix. Planteado como un Eastern (juego de palabras con Western, las películas del Oeste) porque tiene todos los códigos clásicos. “Grandes espacios, personajes llegados de lejos para ayudar a unos inocentes, “salvajes” que sufren a un ejército que pretende conquistarlos…, pero todo ellos situado ¡en el Este!” decía Conrad en una entrevista. Un gran trabajo adaptando el género a los tebeos galos que a su vez consigue mantener el espíritu de sus autores originales. El dibujo salta a la vista que está a la altura del maestro Uderzo y, aunque el talento de Goscinny es inigualable, se nota el esfuerzo por mantener sus juegos de palabras, su humor con la dificultad añadida de actualizarlo a la época que vivimos. Si, también hay algún guiño a la pandemia, pero con buen gusto.

Tras las huellas del Grifo es un cómic muy completo, muy redondo. Mantiene el ritmo de Goscciny y el dibujo de Uderzo, pero con pequeñas diferencias que lo adaptan a nuestra época. Los juegos de palabras característicos se mantienen, un desafío aquí en España donde se traduce en cinco idiomas diferentes, pero a su vez los autores tienen más libertad para narrar lo que quieren a gusto y no tener que centrarse tanto en los estereotipos que, además, generan más controversia.

No fueron pocas las personas que dejaron Astérix tras la muerte de Goscinny y que miraban con recelo esta nueva apuesta por la serie creada por autores nuevos. Es de justicia decir que el trabajo realizado está a la altura de lo que se espera de un cómic tan conocido y querido por los fans y es difícil que decepcione a nadie.

Título: Astérix tras las huellas del Grifo
Guion: Jean-Yves Ferri
Dibujo: Didier Conrad
Edición Nacional: Anaya
Formato: Cartoné, 48 páginas
Precio: 9,45€