La vida sexual de Batman

Artículo por Iria Ros Piñeiro y David Aliaga.

El pasado catorce de junio la revista Variety publicaba un artículo titulado How ‘WandaVision,’ ‘The Umbrella Academy,’ ‘Harley Quinn’ Subvert the Superhero Genre en relación con sus series de televisión, y el gran éxito que están cosechando. Este artículo, firmado por Joe Otterson, se centra tanto en las series de imagen real como en la de animación, en el caso de Harley Quinn. Y es una anécdota relacionada con esta última, la que ayer se viralizó en twitter en cuestión de horas.

El mismo día que se publicó el artículo, el propio Otterson compartía capturas del mismo en su cuenta de twitter. El tweet relacionado con la serie de animación mencionaba que DC le pidió al equipo de #HarleyQuinn que eliminara una escena de la tercera temporada en la que Batman practicaba sexo oral a Catwoman. ¿Por qué? “Los héroes no hacen eso”. Además, incluía un link a su artículo, y mencionaba a Justin Halpern y Patrick Schumacker, dos de los co-creadores y productores ejecutivos de la serie de animación para adultos de Harley Quinn, quienes le habían contando la anécdota.

 

Pronto se viralizó el tweet de Otterson, ¿cómo que los héroes no hacen eso? Por suerte, la reacción de Halpern y Schumacker fue preguntar si es que los héroes eran amantes egoístas. La reacción de los directivos de DC fue achacar esta decisión a la relación entre esos temas y la bajada en ventas de los muñecos relacionados con la serie. Pero eso no iba a frenar a las redes sociales, y en menos de veinte cuatro horas el tema se había viralizado.

Dejando de lado toda la cuestión empresarial de ventas, queremos simplemente señalar que la serie de animación de Harley Quinn está catalogada como serie de animación para adultos. Que no es extraño en ella ver escenas cruentas y violentas mezcladas con ese humor macarra que identifica al personaje. Y eso parece no afectar a la venta de muñecos relacionados. Sin embargo, según qué prácticas sexuales hacen que las ventas no sean buenas, según DC. En Sala de Peligro creemos firmemente que Batman es, en la actualidad, un buen amante del cunnilingus. Y por ello hemos decidido hacer un pequeño viaje histórico por la vida sexual de Batman. 

Con más de ochenta años de historia del personaje es imposible hacer una recopilación de todos y cada uno de los momentos en los que se ha insinuado, o ligeramente visto, en acción al murciélago. Bien podría convertirse en el tema de una tesis doctoral. Por lo que hemos decidido hacer una pequeña recopilación de momentos sexuales que nos parecen interesantes por distintos motivos. Para así demostraros que tanto Bruce Wayne, como su alter ego, no sólo han evolucionado con los años. Sino que, cada vez, Batman es mejor amante. Y que, por lo tanto, el sexo oral está dentro de sus habilidades. Que, como todo, mejora con la práctica. Y en ochenta años… ha tenido tiempo para perfeccionar su técnica.

Hay que tener en cuenta que Bruce Wayne es la máscara que usa Batman para no ser descubierto. Y que, dentro del personaje en que se convierte, se muestra ante Gotham y su sociedad como un multimillonario narcisista y mujeriego. Aunque Batman ha tenido varias parejas, a finales de los años ochenta aparecían y desaparecían mujeres hermosísimas a su lado como un complemento más de la fachada que separaba a Wayne del héroe de Gotham. En Batman: Año Uno (1987) de Frank Miller y David Mazzucchelli se muestra esta faceta de mujeriego empedernido que utiliza a las mujeres como complemento. A tal punto que John Trumbull escribió un artículo al respecto. En él se cuenta cómo una mujer aparece, sin decir ni una sola palabra, en un par de páginas para recalcar este aspecto de la vida de Bruce Wayne. Y desaparece sin explicación alguna. Esto se repetirá en numerosas ocasiones con distintos personajes. En esa época, y los años posteriores, que Bruce Wayne fuera mujeriego era algo que se mencionaba mucho, pero no se desarrollaba.

Si eliminamos de la ecuación las conquistas de una noche, y las menciones en cómics antiguos a temas de prostitución para mantener esa imagen de mujeriego de Wayne, Batman ha tenido varias relaciones. Y ninguna de las mujeres con las que ha estado se ha quejado de sus dotes amatorias. En 1987 Mike Barr escribe en Batman: Son of the Demon la escena en la que Talia al Ghul mantiene relaciones sexuales con Batman y se queda embarazada. De esa relación nacerá Damian Wayne, futuro cuarto Robin. Quinto, si contamos el breve tiempo que Stephanie Brown ocupó el puesto.

En 2006 Grant Morrison y Andy Kubert recuperan esta historia en Batman and Son, donde además incluyen un tema que dio para muchas discusiones: Batman no da su consentimiento para mantener relaciones sexuales con Talia. Ni siquiera recuerda que haya ocurrido, pero Talia le cuenta cómo lo drogó y lo hizo cooperar para extraerle semen y engendrar a Damian. Si bien esto no podemos considerarlo relación sexual, por tratarse de una violación, esta historia muestra un cambio en la importancia de los encuentros sexuales dentro de la vida de Batman. No sólo porque tenga un hijo, sino porque los guionistas plantean temas que afectan de forma directa al personaje y sus relaciones personales.

En 2007 Miller vuelve a la carga en cuanto a la vida sexual de Batman. All Star Batman & Robin: the Boy Wonder fue una serie que llamó la atención de les lectores por algunos momentos bastante extraños y chocantes. Como, por ejemplo, cuando Batman llamó retrasado a Robin (en ese momento Dick Grayson, futuro Nightwing) mientras éste estaba de duelo por la muerte de sus padres. En esa misma línea temporal Canario Negro se excita tras una batalla donde Batman se pone muy violento, y se lanza al cuello del murciélago, que ni se lo piensa dos veces. Sin ninguno de los dos revelar sus identidades, terminan manteniendo relaciones sexuales en un muelle en llamas. Si bien Batman está pensando en Selina, no tiene problemas en aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid y tener una tórrida noche con Canario Negro. Personaje que volverá a aparecer más adelante, por motivos completamente diferentes. Este aprovechar el momento muestra un Batman egoísta que se deja llevar, pero no piensa en su pareja de esa noche.

Un personaje que no podemos obviar en la vida sexual de Batman, y esto va a sonar rarísimo, es a Alfred Pennyworth, mayordomo y padre adoptivo no oficial de Bruce Wayne. Desde las historias más tempranas del personaje, Alfred siempre ha estado presente para ayudar a Batman en todo lo posible. Y sus relaciones no iban a ser menos. Además de insinuarse en algunos cómics que alguna vez el mayordomo había contratado prostitutas para hacer de acompañantes, éste ha pillado en la cama al señor Wayne en más de una ocasión. Y no precisamente solo o dormido.

Precisamente con Alfred involucrado hay varias anécdotas respecto a la vida sexual de Batman. En Batman: The Widening Gyre (2009-2010) de Kevin Smith y Walt Flannagan hacen que Silver St. Cloud, la novia de entonces de Bruce Wayne, tenga una conversación con Alfred donde éste le explica que ha intentado educarlo para que respete a las mujeres. Recordemos que Alfred es el único referente que tiene Wayne, y que hace las veces de padre. La señorita St. Cloud le responde que lo hizo maravillosamente, porque le había mostrado respeto once veces esa noche. De aquí sacamos en claro dos cosas, la primera, que de once veces logradas malo sería que ni una sola lo hubiera hecho con la lengua. Y segundo, que los personajes femeninos que se relacionan con Bruce/Batman tienen muy claro lo que quieren, y cómo lo quieren.

Aunque Alfred se escandalice por la forma de hablar de St. Cloud en 2009, la actitud de ésta viene de mucho antes. Como puede verse en la imagen de aquí abajo, St. Cloud habla abiertamente por teléfono con Bruce sobre su tórrida noche juntos y comenta que esperaba que al menos estuvieses exhausto. Este personaje fue durante mucho tiempo la novia, y prometida, de Bruce Wayne. De ahí que sus relaciones aparezcan con mayor frecuencia. Es muy interesante porque marca una línea dentro del tipo de mujer que puede estar con Batman. Aquella que sabe lo que quiere. Algo que, con Catwoman, evolucionará todavía más. Ya que con St. Cloud Batman/Bruce es todavía algo egoísta, pero muy cumplidor según los comentarios de ésta.

Uno de los problemas de las parejas sexuales de Batman es el uso de éstas por parte de los guionistas simplemente para enseñar mujeres ligeras de ropa a los lectores. Es lo que ocurre con el personaje de Vicki Vale, amante recurrente de Bruce Wayne, que Frank Miller transformó en objeto de deseo. Vicki Vale fue originalmente una inquisitiva periodista, sin embargo, Miller decide convertirla en un cacho de carne en ropa interior bonita. Tal y como se puede ver en la siguiente imagen de All-Star Batman & Robin: the Boy Wonder #1 (2006) Vale desprecia a Batman en comparación con Superman, y sin embargo, se desvive en elogios hacia Bruce Wayne. La nula vestimenta dibujada por Jim Lee venía especificada en el guion que Miller le pasó de la siguiente forma: dibuja los detalles del sujetador, Jim, los volverá locos. Ah, y si estáis pensando que la escena es interesante porque Vale rompe la cuarta pared… os recuerdo que en teoría es periodista. No se dirige al lector del propio cómic, sino a sus lectores del periódico.

Pero Miller no es el único que la utiliza de esta forma, en Gotham Gazette – Batman Alive? (2009) de Fabian Nicieza Vicki Vale vuelve a aparecer desnuda en la cama mientras Bruce se levanta para ir a jugar a polo. Demostrando una vez más que sus parejas están satisfechas sexualmente, pero no así a nivel sentimental. Bruce todavía tenía mucho que aprender.

Durante un tiempo a Bruce se le fue de las manos el mostrarse como un mujeriego, e incluso tuvo que enfrentarse a frases del estilo mis ojos están aquí arriba. No tanto porque estuviera siempre excitado, o salido, sino por la inestabilidad mental que tenía en ese momento. En la siguiente imagen, esa escena junto a Charlotte Rivers en Detective Comics #2 (2011) de Tony Daniel y Ryan Winn.

Pero si hubo una polémica en 2011, no fue en la serie de Detective Comics. O al menos por este tema. Donde se centraron todos los focos de la polémica fue en la propia cabecera de Catwoman, relanzada en LosNuevos52 bajo el teclado de Judd Winick y los lápices de Guillem March. Aquel septiembre fue controvertido para DC Comics, pero el cliffhanger del primer número de Catwoman se llevó la palma de todas las polémicas entre el fándom y prensa. En las últimas páginas del número #1, y sin que fuese narrativamente relevante, Selina Kyle decidía dejar de sublimar su atracción por Batman, se abalanzaba sobre él y, a pesar de la resistencia inicial del Hombre Murciélago, acababan quitándose la ropa. En las primeras páginas de la segunda grapa, leíamos una de las escenas más explícitas publicadas en una batfranquicia hasta la fecha. Por una parte, críticos y lectores denunciaron el uso de un recurso que, además de ser literariamente facilón, contribuía a perpetuar la cosificación del personaje femenino por vía de una sexualización narrativamente gratuita (un poco como Frank Miller y Jim Lee con Vicky Vale: enseña carne que se volverán locos). También hubo quienes defendieron lo contrario, y sostuvieron que la actitud activa y dominante de Catwoman reflejaba el empoderamiento de la mujer. Y, por supuesto, leímos las quejas de Ned Flanders y compañía, ofendidos porque el busto de Selina y por verla sentada sobre su amante. Resulta incómodo de leer en espacios públicos, se llegó a objetar en un portal especializado. Vimos la ropa interior de la ladrona felina, las manos de Bruce agarrándole recio las muñecas, unos labios pintados de rojo que comunicaban placer… Pero, si hubo cunnilingus o no, quedó fuera de los márgenes de la página.

Mucho después, en 2018 aparece por primera vez en la historia del personaje lo que algunos artículos en inglés denominaron el batusi. Es decir, el pene de Batman. En el primer episodio de Batman: Damned de Brian Azzarello y Lee Bermejo, Batman se desnuda frontalmente para dirigirse hacia un escáner en la cueva. Un hito que corrió como la pólvora en redes y que demostró el puritanismo de la sociedad norteamericana. La editorial decidió oscurecer esa zona del dibujo en su edición digital. Los ejemplares que ya habían sido impresos y vendidos siguieron circulando, pero las próximas impresiones ya aparecían con el pene censurado. En la actualidad circulan unos ciento quince mil ejemplares de la tirada original donde la batherramienta es visible. Y algunas copias de ese cómic están a la venta a partir de ochenta dólares. Si bien esta escena no es de contenido sexual, sí nos parecía pertinente comentarla. Ya que era la primera vez que esto ocurría, se habría quedado en una anécdota más con poca relevancia de no haber sido por la censura. Y creemos que con el tema del cunnilingus está pasando lo mismo.

Ese mismo año, el guionista Tom King llega a la serie de Batman y, fiel a su estilo de escritura, desarrolla la parte más humana tanto de Batman como de Catwoman. Aunque la historia de amor y rivalidad de estos dos personajes está ahí desde el principio, King creó el gran evento que fue la boda. Tras ésta, en noviembre de 2019 los episodios 78 y 79 de Batman (2016), dibujados por Clay Mann sitúa a ambos personajes en una isla. Aunque no se encuentran allí de vacaciones, debido a la situación en la que se encuentran, Bruce y Selina tienen mucho tiempo para hablar. De ellos, de sus sentimientos y de su relación. Y lo hacen de forma retrospectiva, ya que incluso discuten cuándo y cómo se conocieron por primera vez. King hace claras referencias a los primeros cómics del murciélago, y hace que ambos discutan si se conocieron originalmente en un barco, como ocurría en los primeros cómics de Bob Kane donde apareció Catwoman como ladrona, o en la calle, como ocurría en Batman: Año Uno de Miller.

Independientemente de la respuesta, que no daremos para que lo disfruten quienes no lo hayan leído todavía, estos episodios muestran toda la trayectoria de Batman y Catwoman, Bruce y Selina, como pareja. Así como la evolución de ambos. En estos episodios puede verse claramente que ambos sienten mucho más que una simple atracción sexual. Ya que su relación se basa, en ese momento, en la comunicación. Algo que a Batman le hacía falta desde hacía mucho. Llama la atención el aspecto de Bruce en estos episodios, quien aparece como si fuera el propio Burt Reynolds posando encima de la piel del oso. Sin embargo, de ese cómic no es ésa la imagen que más nos interesa para el tema que estamos tratando hoy.

En la siguiente ilustración Selina va vestida y peinada exactamente igual que en la historia de Bob Kane, es una clara referencia porque además están en un banco, y ella está herida como ocurría en la historia original. Pero lo más interesante no es esto, sino el juego de palabras. Batman llama a Selina Cat en referencia a su seudónimo original como ladrona. Todo, de nuevo, volviendo a la historia antigua del barco, pero con un Batman contemporáneo que le dice que por fin la ha atrapado y que va a comprobar el vendaje. Y he aquí lo que contesta ella: What’s the use? I know when I’m licked. Go ahead! El juego de palabras reside en la ligera diferencia entre los verbos like (gustar) y lick (lamer). Selina podría haber dicho que sabe cuándo le gusto a alguien pero utiliza el verbo lamer, porque es como se demuestran afecto los gatos. Lamiéndose. Y volviendo al tema principal de este artículo, ¿cómo no va a saber Batman cómo demostrarle devoción absoluta a Catwoman?

Además, Tom King y Clay Mann siguieron demostrando la pasión de Batman por Catwoman en el primer episodio de Batman/Catwoman (2020) donde éste no sólo se reencontraba con una antigua amante por la que ya no siente nada, y es consciente de ello. Sino que, además, se demuestra la pasión y el amor entre ambos protagonistas en distintos momentos. Teniendo en cuenta que en muchos casos van con sus uniformes, Batman tiene que conformarse con usar únicamente su boca. Algo que, en ocasiones casi le hace olvidar que tiene trabajo. Como ocurre en la siguiente página.

Pero si hay una prueba irrefutable que Batman es un amante de lo más habilidoso, eso nos lo muestra Álvaro Ortiz en su El murciélago sale a por birras (¡Caramba!) donde el Murci da rienda suelta a toda su pasión amatoria. Si es que está hecho un follarín.

No queríamos terminar este artículo sin compartir con vosotres una canción donde se muestra en la serie de animación que tanto Batman como el resto de personajes de la franquicia no son sólo para niñes. Tanto tiempo luchando contra esa idea errónea, y una de sus multinacionales más potentes sigue cometiendo estos mismos errores. El grupo de Aves de Presa formado en ese momento por Catwoman, Canario Negro y Huntress cantan acerca de lo pequeño que es Green Lantern, lo rápido que termina Flash, que probablemente Green Arrow sea gay (con lo que Canario Negro se indigna ligeramente)… y un sinfín de insinuaciones más en una serie de animación. Ya avisamos que la canción es tremendamente pegadiza, pero como ellas mismas cantan Nadie lo hace mejor que las Aves de Presa.

Con todo esto sólo queríamos mostrar a les lectores de la web y de cómics de DC que, aunque los directivos hayan eliminado la posibilidad de mostrar un cunnilingus en la serie de animación de Harley Quinn, las historias de Batman llevan rondando estos temas desde el inicio de los tiempos. Y que, por suerte, cada vez están mejor escritas. Así que desde Sala de Peligro sólo queremos recomendaros que seáis empáticos y afectivos con vuestras parejas, y que la base de todo es la comunicación. Para tonterías de directivos ya tenemos a los de las multinacionales, nosotres hagamos las cosas bien.