Top 7 Películas de Zack Snyder

Escasos son los directores de blockbusters contemporáneos cuyos nombres hayan llegado a un público mayoritario. Zack Snyder es uno de esos ejemplos. No hay más que ver cierta campaña que conducirá al estreno de un proyecto largamente esperado. Y si uno se pone a estudiar su trayectoria, era difícil sospechar que llegará a ese punto.

Nacido en el seno de una familia cristiana de Connecticut y con un hermano especializado en ciencia cristiana, fue sorprendente que quisiera ser director de cine. Tal vez le transmitió esa pasión su madre Marsha (cuyo apellido de soltera era, curiosamente, Reeves), que era pintora y profesora de fotografía. Sus primeros pasos los realizó como fotógrafo, mientras se iba licenciado en estudios artísticos y cinematográficos en Inglaterra y Los Angeles.

Sus primeros trabajos fueron spots en los que ya podían ver los primeros ensayos de su propuesta artística. Especialmente interesante resulta este de un anuncio de cerveza, en el que llevó a cabo una destrucción de la solemnidad.

Tras unos cuantos años de trabajo, no tardó en conseguir su primera oportunidad de lanzar un proyecto de envergadura. En 1991, con 25 años, estrenó un mediometraje documental en homenaje a Michael Jordan. Aunque es un tanto convencional, lo cierto es que sí se puede seguir viendo cómo ensayaba lo que terminaría eclosionando.

Entre 1992 y 1993 se dedicó a la realización de videoclips. No tuvo una carrera muy extensa, pero destaca el videoclip Tomorrow, de Morrisey. Logró transmitir la idiosincrasia de este cantante y mantener su identidad. Aun a día de hoy, sigue siendo su único proyecto en blanco y negro.

Esos fueron unos inicios de una carrera. Han pasado más de 20 años. Ahora Zack Snyder es tan amado como odiado. Y los argumentos que se esgrimen tanto a favor o en contra suelen ser de aspectos totalmente periféricos y extrínsecos a su aproximación al cine. No se deberían valorar sus capacidades por la toxicidad que ha generado a su alrededor (aunque sí a nivel personal) como tampoco, si se tiene algo de criterio, se le puede considerar como alguien que ha venido a reinventar la rueda en base a que hace todo ultraestilizado. Que algo sea barroco no lo hace ni bello ni interesante. Siempre tiene que haber algo más allá de eso. Si no, lo que se obtiene es un envoltorio espectacular para una caja sin ningún regalo dentro.

Más legítimo resulta el debate alrededor de la ideología de sus películas. En no pocas ocasiones ha declarado ser seguidor del objetivismo que defendía la polémica filósofa Ayn Rand. Esa oda al individualismo que supone El Manantial, es algo en lo que se ha fijado Snyder con el objetivo de llevarlo al cine. No es la primera vez que aparecería en el cine, puesto que King Vidor ya trabajó codo con codo (y con muchas discrepancias) con la propia Rand en la película de 1949 que adaptaba su propio libro.

Sea como fuere, aunque no sea una traslación directa, algunas de las ideas de Rand están en su cine. No hay más que fijarse en esos individuos sobrenaturales y superiores que se ven comprometidos constantemente por una sociedad inferior. Ese conflicto interno entre la excelencia individual frente a la masa mediocre en la que se ve forzado a vivir, es algo central para entender su cine. Guste más o menos, Snyder maneja una determinada ideología que impregna constantemente su trabajo.

Yendo a los aspectos lingüísticos, tiene una única seña de identidad: epatar por el exceso de constantemente. Ver una película de Zack Snyder, en muchas ocasiones, es algo parecido a ver cómo un niño quiere llamarte constantemente la atención demostrando una y otra vez el mismo truco que es el único que parece haber dominado. Esa necesidad de insistir en lo virtuoso que cree ser hace que, en muchas ocasiones, sus películas sean un ejercicio esteticista en el que la forma se antepone constantemente al fondo. Y termina siendo un tanto frustrante.

En cualquier caso, es un profesional que ha alcanzado una posición privilegiada en la que los estudios le han otorgado libertad para plasmar lo que ha querido. Hay muchos destrozos que se producen en los despachos y en los montajes, y se pueden contar con una mano las veces a los que los directores les han dado la oportunidad de plasmar su visión íntegra. Eso ha sido gracias a la presión de grupo ejercida por un grupo de fans que son acérrimos suyo. No de los personajes, ni de los blockbusters, del director. Eso es indicativo de que, por superficial que pueda ser, es alguien que ha logrado conectar con un público considerable a través de un estilo claramente identificable.

A causa de ello, cabe hacer un repaso a lo mejor y lo peor de su filmografía. Es escasa, pero no se puede negar que ha tenido un cierto impacto en el público.

  • 7. Batman V Superman: El Amanecer de la Justicia

Si se empiezan a sacar aquellos peros que tiene esta película, este artículo no tendría fin. No solo es una malinterpretación del material de base tras otra. Es que el guion no hay por dónde cogerlo. El hecho de que se intente tomar demasiado en serio a los personajes y la inclusión de alegorías tan forzadas como obvias hace que sea una obra tan pretenciosa como soporífera.

Algunas elecciones estéticas son acertadas, pero no aportan absolutamente nada que no hubiera hecho antes. El resultado es absolutamente plano.  Es aburrida, sin ninguna emoción genuina y el espectador no siente ninguna implicación ni emocional ni intelectual con ninguno de los conflictos. No se tiene que ser demasiado exigente como para que una película de este género cumpla con su cometido. Esta no lo hace.

  • 6. El Hombre de Acero 

¿Qué es Superman? Pues aquí tenéis todo lo contrario. Superman no es Jesucristo. Ni siquiera es el superhombre de Nietzsche (que, dado el empeño de este realizador de emparejar a Kal El con Doctor Manhattan, es su referente más directo). Superman es Superman.

Aun así, valoro que se haya intentado lanzar una visión diferente del personaje, por fallida que sea. Me parece un acierto optar por diferenciarse de las aportaciones de Donner. Pero cuando quitas algunas de las características principales de un personaje, terminas teniendo otra cosa que no es dicho personaje. Y si se pretende establecer como la versión canónica de Superman, solo se puede ver como una prueba errada.

Pero todo lo anterior habla mal de este producto como adaptación. La película, de nuevo, vuelve a tener un guion al que, objetivamente, le falta más de un pulido. Tiene escenas en las que el conflicto es totalmente externo y parece que quiere eliminar cualquier implicación que pueda sentir el espectador. Es una película tan fría como los colores que tiene la fotografía. Cuando los temas que tratan y el modo en el que se cuentan no son de un calado completamente denso, el tedio se apodera del espectador.  Y, además, ahí ya comenzaba a tantear el terreno para sus simbologías facilonas.

  • 5. Watchmen

¿Eres de los que no son adolescentes y siguen creyendo que Rorschach mola y es un ejemplo a seguir? Esta es la versión de la película que Snyder ha hecho para ti. El problema es que, si coges la obra original, comprendes que la intencionalidad que está detrás de ella es completamente diferente. Y que ha optado por llevar un camino totalmente opuesto al original de una manera irrespetuosa.

La cosa es que, si haces eso con un material regular, tienes un margen de mejoría. Cuando lo haces con una obra maestra, te pegas un tiro en el pie. Es una obra fiel en la capa más alejada del núcleo, pero erra en todo lo demás. No era el director adecuado, por mucho que haya sido capaz de llevar a la gran pantalla un material que era imposible. En cualquier caso, esta película funcionó y le legitimó para ser quien tomara las riendas del universo cinematográfico de DC.

Alrededor de esta adaptación surgieron un par de cortometrajes que adaptaban Bajo la Máscara y Relatos del Navío Negro. Zack Snyder ejerció de productor de estos cortometrajes y dieron un resultado más notable que el de la propia película:

Por si fuera poco, con esta película volvió al videclip, grabando las imágenes de acompañamiento a la versión de Desolation Row que firmaron My Chemical Romance y que formaba parte de la banda sonora:

  • 4. Sucker Punch

La película videoclip que nadie pidió y que, sin embargo, ahí está. Este es un divertimento absoluto cuyo mayor punto a favor es que se puede llegar a disfrutar. No negaré que en mi impresionable adolescencia me sorprendió y salí impresionado de la sala. Pero, con el tiempo y habiendo obtenido ciertas experiencias y conocimientos, se entiende que es algo que no se sostiene. Es un producto cuya pretenciosidad hace que se caiga en lo ridículo. Pero no en uno que pueda disfrutarse de forma irónica.

Si se hubiese establecido una trama sólida de fondo que conecte todo, probablemente se estaría ante una película portentosa. Sin embargo, todo parece una excusa para ir de una pantalla de videojuego a otra con un guion más propio de un videoclip. Obviando el falso pretexto de liberación femenina, parece que se está ante un Snyder completamente desatado. La considero que es su película más personal, aunque, en este caso, no es algo que sea particularmente positivo. Y es que de donde no hay, no se puede sacar.

  • 3. Ga’Hoole: La Leyenda de los Guardianes

Este es uno de esos casos en los que se nota cuando tiene un buen material adaptado por unos guionistas que saben lo que hacen. Además, Snyder salió bastante indemne de su salto a la que es todavía su única película de animación.

La película sigue una estructura que bebe ligeramente del camino del héroe. Aprovechó esta oportunidad para seguir desarrollando algunos aspectos presentes en su carrera posterior, como la influencia de las profecías y de las historias en la vida de los protagonistas. Aun así, la película fue un fracaso en taquilla y tampoco recibió demasiada buena crítica.

  • 2. 300

Si hay un cómic que parece haber sido diseñado para que este director lo adapte, ese es 300. Y es que ese cómic es más una experiencia inversiva muy intensa que una aproximación histórica compleja alrededor de la batalla de las Termópilas. Y todo el poderío visual que provenía de esas páginas logró plasmarse de forma notable. Bebiendo de otros artistas que rozan lo rococó como Tarsem Singh, consiguió concebir una película muy potente que dio algo a lo que el público de por aquel entonces no estaba habituado.

Por mucho que ideológicamente esta película sea debatible, no se puede negar que tomó una serie de decisiones formales más que acertadas. Al contrario que en otros casos, entendió perfectamente el material y no solo consiguió engrandecerlo siendo fiel a él, sino que hizo que fuera descubierto por un público mayoritario. Además, lo puso en órbita de cara a la industria.

  • 1. Amanecer de los Muertos

A pesar de que haya envejecido, sigue teniendo sus puntos más que interesantes. Tiene secuencias de genuino terror y un arranque dirigido con un pulso difícil de encontrar en el cine contemporáneo. Aquí teníamos a un Snyder primerizo que, a juzgar por este trabajo, nadie podría sospechar donde terminó encaminando su carrera.

Aun a día de hoy sigue siendo su filme más sobrio. Se aprecia mucho que es una ópera prima, pero que parecía ser un director con mucho pulso. Su ideología queda plasmada en esta película que sí que consigue renovar el clásico de George A. Romero, pero perdiendo cualquier vínculo que esta tenía con el componente de crítica social. Su película es mucho más directa en sus intenciones y tiene algunas secuencias brillantes. Esta y tantas otras hicieron que el subgénero tuviera una nueva vida y se sintió como una película comercial inusitadamente cruda y salvaje.

Si algo la define es valiente. Lo que se pretendía hacer, lo consiguió con creces y aun a día de hoy se sigue percibiendo como una de las películas más deslumbrantes que han dado los muertos vivientes.

Además del top, cabe destacar que entre distintos proyectos ha rodado tres cortometrajes:

  • En el mismo año que estrenó Amanecer de los Muertos (2004), el director sacó tiempo para lanzar el cortometraje The Lost Tape: Andy’s Terrifying Last Days Revealed. En él, opta por usar el found fotage para volver al subgénero de los zombies. Ha terminado resultando una cosa escondida que sirve de acompañante a la película:
  • En 2013 Superman cumplió 75 años y el director unió fuerzas con Bruce Timm para lanzar un cortometraje dedicado a homenajear al legendario personaje. Aun a día de hoy sigue siendo su más notable aportación al universo DC.
  • En 2017 sacó un cortometraje titulado Snow Steam Iron hecho con amigos, sin presupuesto y con una inventiva visual inusual para Snyder. Tiene todos sus dejes y vuelve a recuperar algunos componentes estéticos y temáticos presentes en Sucker Punch. Se rodó con un Iphone y, teniendo en cuenta lo que sucedió ese año, se hizo con la finalidad de desquitarse.

En unos días llegará el adorado y vilipendiado Snyder Cut. Esa película mostrará la verdadera visión de este director de La Liga de la Justicia, después de que tuviera que abandonar el proyecto a causa de unas circunstancias trágicas. Independientemente de su resultado, el hecho de que el estudio haya optado por invertir en la obra de este director, es algo bastante significativo. Solo queda alejarse del ruido alrededor de la película de cuatro horas (la más larga de su carrera) y valorarla por lo que es cuando llegue a HBO España.

Pero no es el único proyecto que tiene en cartera este año y es que Snyder, algo quemado, decidió volver a sus orígenes con una película de Netflix. En Ejército de los Muertos mezclará el subgénero zombie con una película de un golpe a un casino de Las Vegas.  

A Snyder le queda cuerda para rato. Veremos que le depara el futuro y si se atreve a salir de la zona de confort que ha generado. Seguramente este será un punto de inflexión en el que no parece seguir interesado en más proyectos superheroicos. El tiempo dirá cuáles son sus siguientes pasos.