Vuelve la fiebre de “Yu Yu Hakusho”, el anime fenómeno de masas de los 90

Los últimos años de los noventa, y principios de los dos miles, fue una gran época de las series de animación japonesa en canales públicos en España. Dragon Ball, Shin-Chan o Sailor Moon fueron series que pudieron verse no sólo en castellano sino también en catalán y gallego. La familia crece (Marmalade Boy), triunfaba en La 2 todas las tardes, y Card Captor Sakura retomó el liderazgo de las magical girl que había dejado Sailor Moon en su momento. En 2002 se emitió por primera vez en el canal K3 en catalán una serie llamada Yu Yu Hakusho que no sólo llamó la atención por su llamativo opening sino porque lo primero que ocurría en la misma era que su protagonista moría atropellado. Pero, ¿de dónde salió aquella serie que se convirtió en un fenómeno de masas?

Yu Yu Hakusho es un manga creado originalmente en 1990 por Yoshihiro Togashi. Dragon Ball llevaba años arrasando en ventas y en la revista Shonen Jump querían ampliar el catálogo de series que siguieran su línea de combates infinitos. Pero a Togashi le interesaban más otros temas más detectivescos, y cercanos a lo oculto e incluso al horror. De ahí que cogiera todos sus intereses, los uniera a su conocimiento de la mitología japonesa y el budismo, y terminara creando Yu Yu Hakusho.

La historia empieza, como hemos comentado al principio, cuando Yusuke Urameshi es atropellado al intentar salvar a un niño. Aunque el niño sobrevive, Yusuke fallece y termina en el mundo espiritual. Allí se encuentra con Botan, una shinigami que no tiene muy claro lo que hacer con él ya que Yusuke siempre ha sido un gamberro (metiéndose en peleas sin parar, saltándose clases…) pero se sacrifica por salvar al niño. ¿Botan tiene que acompañarlo al cielo, o al infierno? Ante dicha disyuntiva lo llevará hasta su jefe, Koenma, hijo del gobernante del mundo espiritual, quien decidirá ofrecerle a Yusuke una segunda oportunidad: convertirse en un detective espiritual, combatir demonios y desenredar entuertos para él… a cambio de recuperar su cuerpo, y condición de humano. Así es como empieza Yu Yu Hakusho.

Togashi consiguió aunar todos los temas que le interesaban en el primer volumen del manga. El ocultismo del mundo espiritual; la mitología y el budismo en cuanto a los shinigamis, las deidades y los demonios; las historias de detectives, creando un puesto que se llamaba, literalmente, “detective espiritual”; y, todavía más, consiguió crear un producto que no sólo le apasionaba a él, sino también a los lectores y a la revista. Aunque en la Shonen Jump le habían pedido un manga similar a Dragon Ball, y él había intentado ir en otra dirección, Togashi terminó creando una historia que lo tenía TODO: relaciones entre adolescentes que se odian y pasan a ser amigos, historias de amor que no entorpecían para nada la trama central y estaban bien planteadas, peleas bien integradas, variedad de personajes y un crescendo tanto de los personajes como del mundo representado. ¿Lo mejor de todo? El autor se negó en rotundo a estirar la serie más allá de lo que él tenía planeado.

Aunque originalmente Yusuke tiene que investigar varios casos en el mundo espiritual de apariciones, demonios y demás situaciones sobrenaturales, pronto aparecen los secundarios que terminarán encarrilando la trama junto a él: Kuwabara, Kurama y Hiei. El primero es un compañero de clase, y los otros dos son demonios muy poderosos cuyas historias se entretejerán con las de los dos humanos. El manga evoluciona de forma natural de una temática detectivesca y ocultista, a un género cercano a las artes marciales con poderes sobrenaturales. Ya que, salvo Yusuke y Kuwabara, el resto de personajes que se ven envueltos en las peleas, ninguno será humano. A tal punto llegó el nivel de peleas en el manga, que incluso hay un arco argumental centrado en un torneo de artes marciales en el inframundo.

Como ya hemos comentado, por suerte para la obra y los lectores, Togashi se negó en todo momento a estirar la obra más de lo debido. Finalmente, el manga consta de 175 capítulos publicados entre 1990 y 1994. Sólo en Japón se vendieron más de cincuenta millones de copias de los tomos recopilatorios. Que, en la actualidad, ha empezado a publicar la editorial Ivrea en castellano. En diciembre de 2020 inició su venta de forma bimestral, recopilando la totalidad de la serie en 15 tomos.

Obviamente, un manga tan popular era imposible que no tuviera su versión animada. En 1992 se unieron Fuji TV, Yomiko Advertising y Studio Pierrot, para crear la serie de animación de Yu Yu Hakusho. Al igual que ocurrió con el manga, Togashi no permitió que la serie se desviara de las tramas que aparecían en su obra, y por lo tanto la serie no tuvo ningún relleno. Pero, además de eso, tal fue la implicación de todas las partes en sacar adelante esta serie que en 1994 y 1995 el anime de Yu Yu Hakusho fue galardonado con el premio a mejor serie de animación por parte de la revista Animage. Revista japonesa dedicada a la animación y los cómics, fundada en 1978, donde Hayao Miyazaki publicó su manga Nausicaä del Valle del Viento. Básicamente, uno de los mayores reconocimientos del momento.

La serie consta de 112 episodios en total, y estuvo dirigida por Noriyuki Abe quien, tiempo después y gracias en parte al gran trabajo realizado en este proyecto, terminaría dirigiendo otras grandes series como GTO (Great Teacher Onizuka) o Bleach, obra de la que hablamos también hace poco en la web, entre otras. La serie se emitió en España en 2002 en catalán, dentro del programa 3xl.net. Pero también salió a la venta en castellano gracias a Jonu Media, y en la actualidad a Selecta Visión. En seguida se convirtió en todo un éxito, y no era extraño ver cosplays de todos sus personajes en los Salones del Manga de Barcelona. El anime puede enmarcarse en cuatro grandes arcos argumentales que siguen muy de cerca al manga: el primero, centrado en las investigaciones de Yusuke como detective espiritual; el segundo, un torneo de artes marciales secreto (obviamente, siendo los únicos humanos Yusuke y Kuwabara); el tercero gira en torno a un nuevo misterio, alguien ha creado un túnel entre el mundo infernal y el mundo terrenal. Por lo que los esfuerzos de los protagonistas irán dirigidos a averiguar cómo cerrar el portal, y combatir todo lo que amenace el mundo. Y, por último, la saga del infierno. Donde, directamente, los combates y la trama se dirigen al inframundo, y todo lo que esto conlleva.

Además de la serie, Yu Yu Hakusho cuenta con dos películas que no tienen nada que ver con el manga. Ambas tienen tramas creadas expresamente para ellas, y fueron un éxito de taquilla. Ocurre lo mismo con las OVAs (original video animation), cortometrajes algo más largos que los capítulos de la serie, pero que no llegaban a ser películas, muy comunes en Japón. De éstas hay un total de seis que siguen el desarrollo de los personajes tras el final de la serie. Y otra, creada en 2018, que reavivó el interés de los fans al tratar el pasado de Kurama y Hiei, dos de los personajes más queridos, y reunir de nuevo a la banda con batalla épica incluida.

La serie fue un éxito no sólo por ser fiel al manga, que ya de por sí tenía un buen guion y mejor desarrollo, sino por su alto nivel en cuanto a la animación. Como ya hemos mencionado, al no sufrir de capítulos de relleno, todos los esfuerzos fueron dirigidos a crear la mejor animación posible para el número de episodios planeados. Obviamente, hablando de Japón, un manga y una serie tan seguidos por tanta gente, se convirtieron en infinidad de productos. Entre todos ellos destaca la larga lista de videojuegos, con veintidós títulos propios y la aparición en otros cuatro de algunos escenarios y personajes.

Togashi, que sufría desde hacía tiempo de problemas de salud, decidió terminar el manga pese a que sus jefes le suplicaron que siguiera. Cabezón como él solo, terminó la serie cuando quiso, y como quiso, alegando que el hueco dejado por Yu Yu Hakusho pronto sería llenado con otras grandes obras. Ese mismo año debutó en esas páginas Rurouni Kenshin, dos años después lo hizo Yu-Gi-Oh y uno después de este último lo haría One Piece. Sin embargo, no dejó de trabajar, además de otras obras, en 1998 empezó a publicar otra obra que se convertiría, y sigue siendo, un superventas: Hunter x Hunter (publicado en castellano por Panini Manga), que empezó ese año… y sigue abierta. Un año más tarde, en 1999, se casó con Naoko Takeuchi, la autora de Sailor Moon. Tomándose el trabajo todavía con más calma para crear una familia, y cuidar su salud. Desde Sala de Peligro creemos que el poder narrativo que se tiene que respirar en esa casa no tiene que ser ni medio normal.

Retomando con el comentario del inicio, el pasado diciembre, Netflix dio una noticia que alegró y asustó a partes iguales a los fans del manga y la serie de animación: van a crear una serie de imagen real de Yu Yu Hakusho. Esta serie será accesible en la plataforma en todo el mundo, pero por el momento hay poca información disponible. Eso sí, ya han saltado todas las alarmas y hay un par de bulos corriendo como la pólvora. Para empezar, desde Sala de Peligro entendemos el miedo cada vez que Netflix anuncia una serie de imagen real. Han hecho algunas versiones que dan asco-pena verlas. Sin embargo, y por suerte, en este caso podemos estar un poco más tranquilos porque lo que sí se ha confirmado es que la adaptación de Yu Yu Hakusho correrá a cuenta de una productora y un estudio de efectos especiales japoneses: Robot Communications Inc. quienes han adaptado a imagen real otras obras como Assassination Classroom, cuyo manga publica en castellano Panini Cómics, o Alice in Borderland serie que ha triunfado en la plataforma, y que también está basada en un manga.

Tras aparecer la noticia, empezaron también a aparecer imágenes del posible elenco de actores y actrices ya caracterizados, y con un Photoshop exageradísimo. Bueno, pues esas imágenes son reales, pero no tienen nada que ver con la adaptación de la serie por parte de Netflix. Mentira que parezca, Yu Yu Hakusho cuenta con dos obras de teatro que adaptaban parte del manga. Las imágenes, de las que podéis ver algunas en este artículo, pertenecen a esas obras de teatro. El photoshop más que exagerado se utilizaba para asemejar a los actores lo máximo posible a los personajes de la serie de animación en las fotos promocionales. Pero no tiene nada que ver con la serie de Netflix de la que, por ahora, poco sabemos más allá de quiénes van a ser los responsables.

Es por eso que, desde Sala de Peligro os recomendamos que leáis el manga aprovechando su publicación. Que volváis a ver la serie, y esperéis con nosotros más noticias por parte de Netflix que sólo ha conseguido que queramos volver al maravilloso mundo creado por Togashi