Todos los años en estas fechas, fin de semana arriba, fin de semana abajo, se celebra uno de los festivales de cómic más importantes del mundo: el Festival International de la Bande Dessinée d’Angoulême. Todos los años, desde hace ya cuarenta y ocho, este festival de autores, editoriales y fanáticos de los cómics, monopoliza las calles de una ciudad dedicada siempre al noveno arte pero que en estos días desborda por todas sus esquinas en visitantes, lectores y artistas.
El año pasado el festival esquivó el coronavirus debido a sus fechas, ya que siempre se celebra en enero. Sin embargo este año, como era obvio, la situación es muy distinta y la organización ha decidido dividirlo en dos. Siendo la primera parte este fin de semana, con un público local y muy reducido debido a las medidas sanitarias que todavía debemos mantener. Mientras que la segunda parte, que la organización tiene intención que sea más abierta para el público general, se realizará (siempre que sea posible) en junio de este mismo año.
Lo que no han pospuesto ha sido la entrega de premios del festival. Esta misma tarde han compartido en la web del festival la lista de los premiados de este año, que es la siguiente:
- Mejor Álbum
L’Accident de chasse de David L. Carlson y Landis Blair
- Premio Especial del Jurado:
Dragman de Steven Appleby
- Mejor Serie
Paul à la maison de Michel Rabagliati
- Premio Revelación
Tanz! de Maurane Mazars
- Premio Juvenil (8-12 años)
Le Club des amis, tomo 1, de Sophie Guerrive
- Premio Patrimonio
L’éclaireur – récits gravés de Lynd Ward
- Premio Audacity
La Mécanique du sage de Atrabile
- Premio Polar SNCF
GoSt 111 de Mark Eacersall, Henri Scala y Marion Mousse
- Premio Juvenil (12-16 años)
Middlewest, Anger, tomo 1, de Skottie Young y Jorge Corona (publicado en España por Norma Editorial)
- Premio al cómic alternativo
KUTIKUTI, The Thick book of KUTI
En este caso no se especifica autoría porque se trata de una antología de la revista Kuti, donde se recoge la historia de la única revista de cómics finlandesa contemporánea a través de sus cincuenta primeros números.
- Premio Cultura Alumnos de Bachillerato
Peau d’homme de Hubert y Zanzim
- Premio del público
Anaïs Nin: Sur la mer des mensonges de Léonie Bischoff
La situación del coronavirus está afectando a la industria del cómic también en Francia. Sin embargo, en los últimos años los autores y autoras de cómics franceses no han dejado de reivindicar su trabajo y la precariedad que sufren, mientras se publican y venden cada vez más cómics en el país galo. Obviamente, este reconocidísimo festival internacional es una de las mayores plataformas de compra-venta de licencias y reconocimiento del público. Tanto autores como editores intercambian estos días información y proyectos, mientras se dan a conocer al gran público. Es por ello que el año pasado muchos autores empezaron a dirigir al festival sus reclamaciones, a sabiendas que llegarían a un público más amplio.
El año pasado los autores y autoras franceses amenazaron con ir a la huelga si no se tomaban medidas respecto a su sector. El 31 de enero, que debería haber sido el “día fuerte”, ninguno de ellos acudió. Tras un enfrentamiento con varios políticos, entre ellos el presidente, que esos días hacían campaña prometiendo inversiones en la industria del cómic que nunca llegarían. Reclamaron la precariedad de la industria, les intentaron utilizar como moneda de cambio, y decidieron actuar. No se presentaron en el festival.
Por desgracia poco después empezaría la primera ola del coronavirus en Europa, por lo que todo quedó sepultado por la pandemia. Sin embargo, esta semana los autores y autoras volvieron a retomar sus reclamaciones de forma pública, ya que nunca dejaron de reivindicar su papel dentro de la industria. Este año han decidido organizarse alrededor de seiscientos autores para boicotear la segunda parte del festival, que en teoría como hemos comentado, se realizará en junio. Ya que esa segunda parte es la edición “pública”.
Por su parte, Benoît Peeters, actual presidente del jurado, en una entrevista realizada pocas horas antes de la entrega de premios comentaba que los esfuerzos de los autores no deberían ir dirigidos al festival sino a los poderes públicos y las grandes editoriales que no han cumplido su parte tras la debacle del año pasado. Peeters hace referencia por un lado a las promesas políticas en cuanto a inversión en la industria. Y, por otro lado, señala a las editoriales por no tener una mejor política respecto a la autoría de los cómics en sus contratos. Además, comenta también los porcentajes de ganancia de cada álbum vendido y reitera la urgencia de cambio dentro de la industria gala.
Si bien es obvio que el presidente del jurado, y la organización, harán lo posible por mantener la segunda parte del festival tal y como a ellos les gustaría. Tanto la evolución de la pandemia como la posible huelga de autores, por segundo año consecutivo, podrían desbaratar sus planes. Y es que la industria se encuentra en un momento muy inestable, pero esto no debería ser una excusa para no enfrentarse a la necesidad de cambiar un sistema que es a todas luces insostenible y precario.
Por el momento seguiremos viendo cómo evoluciona el festival en esta primera mitad, ya que casi todos sus contenidos serán en formato digital. Y, con el tiempo, veremos qué sucede no sólo en el festival sino también en la industria. Tanto de nuestros vecinos, como en la nuestra propia.