Con la reciente confirmación de que Dragon Ball Super se tomará un largo descanso cuando finalice el Torneo de Poder (todavía no es seguro si de forma definitiva o temporal), los guionistas de la serie tienen la gran responsabilidad de poner toda la carne en el asador para concluir este arco argumental por todo lo alto y dejar la serie lo más arriba posible.
Aunque cancelarla ahora se nos antojaría un poco forzado (hay muchísimas cosas todavía por explorar en este amplísimo universo y de las que solo nos han dado alguna que otra pincelada), lo que ya ha quedado claro es que nos quedan menos de diez episodios para despedirnos una vez más (esperemos que por poco tiempo) de Goku y compañía.
El capítulo de esta semana sigue preparando el terreno para la que va a ser la gran batalla final del torneo, dejando de lado el combate estrella de la saga (Jiren contra Goku y Vegeta) para centrarse en el que probablemente sea el guerrero más débil de los tres miembros supervivientes del Universo 11: Dyspo.
Dyspo contra Gohan y Freezer
Esta vez el episodio comienza con nuestros dos saiyans protagonistas formando equipo para luchar contra Jiren, lo que les permite tomar algo de aparente ventaja, una falsa ilusión, tal y como demuestra el héroe del Universo 11 al levantarse sin problemas tras todos los golpes recibidos.
Con esto, cambiamos de escena y regresamos a la batalla que están librando Dyspo y Freezer. Aunque en un principio parece que el malvado emperador es capaz de bloquear todos los ataques de su enemigo sin muchos problemas, Dyspo comienza a aumentar todavía más su velocidad, hasta el punto de que el villano es incapaz de bloquear sus ataques.
Finalmente, Freezer consigue detener a su rival y aprovecha para ofrecerle una alianza si este acepta usar las Super Dragon Balls para resucitarle cuando el torneo finalice, algo a lo que evidentemente un miembro de las Tropas del Orgullo como Dyspo se niega, provocando así que el tirano pase a su forma Golden.
Al igual que lo que vimos anteriormente, Freezer comienza a golpear sin piedad a Dyspo, aunque este acaba desatando todo su poder y aumentando su velocidad a unos niveles tan extremos que el guerrero del Universo 7 es incapaz de defenderse. De hecho, la velocidad que alcanza es tal que ni siquiera Zenosama puede seguirlo con la vista ni con su godPad.
Cuando todo parecía perdido para Freezer, Gohan entra en escena para hacer equipo con él, aunque ni siendo dos son capaces de frenar los rápidos golpes de Dyspo, por lo que Gohan traza un plan para que Freezer cree una especie de jaula con ráfagas de Ki en forma de rayos láser para así limitar la movilidad de su rival y que este no pueda usar toda su velocidad.
El plan da muy buenos resultados y Gohan comienza a castigar duramente a su rival, aunque justo en el momento en el que va a rematarlo, Freezer se agota y no puede mantener más la jaula, aunque antes de que Dyspo pudiese escaparse, el hijo de Goku agarra a su enemigo y le pide al malvado emperador que los derribe a ambos.
Con este sacrificio, Gohan y Dyspo quedan eliminados, dejando solo sobre el terreno de combate a Jiren y Toppo del Universo 11, y a Goku, Vegeta, Freezer y A17 del Universo 7.
En líneas generales, ha sido un capítulo entretenido, aunque con algunos bajones tanto en el dibujo como en la animación. Además, tras los geniales combates que hemos visto últimamente, este nos ha sabido a poco, con un desarrollo demasiado previsible y poco original.
Eso sí, el episodio 125 promete bastante, ya que por lo que hemos podido ver en el avance, Toppo mostrará toda su fuerza. ¿Qué sorpresas nos aguardará esta batalla? Pronto lo sabremos.
